Boca, un botín muy apetecible...Por Hugo Reyna

LOS SINDICALISTAS:

La ostentación de la clase rica sindical es una demostración de poder que está sustentada en la impunidad reinante en nuestro país, que los lleva a despreciar el bajo perfil, lo cual a veces, por suerte, se les vuelve en contra.

Al secretario general de la Unión Ferroviaria, la policía lo ubicó viviendo en un departamento en Puerto Madero, que es la zona inmobiliaria más cara del país, y por orden judicial lo apresó.
Escuchamos a diario comentarios de ostentación de riqueza que hacen algunos dirigentes sindicales, en sus casas, autos, estancias, criaderos de caballos de carrera, participación en empresas de servicios, etc, etc; y los que viajan por el mundo pueden encontrarse con estos personajes en Porto Cervo, de la Costa Esmeralda de Cerdeña, o en las playas de Brasil y el Caribe, lo cual no sería criticable si esa riqueza fuera el producto del trabajo y el esfuerzo, en el marco de la ley. Pero por el contrario, percibimos que esa riqueza se genera con mecanismos de corrupción, violencia y delincuencia, creando un sordo y creciente repudio de la ciudadanía hacia la dirigencia de la corporación sindical. Sabemos perfectamente que esas riquezas desmedidas provienen de:

- De los aportes de los trabajadores, que dicen defender.

- De los sobres de los empresarios, que dicen enfrentar.

- De las prebendas de los gobiernos que se dejan extorsionar.

- De los negocios con los políticos que se quieren prender.

- Con la complicidad de una justicia venal, históricamente genuflexa ante el poder.

Estos corruptos personajes se perpetúan en el poder, manejando sus instituciones verticalmente, con autoritarismo, lo más alejado posible de la democracia y por supuesto, en beneficio propio, para enriquecerse y proyectarse políticamente.

ESTOS CORRUPTOS PERSONAJES NO PUEDEN SER DIRIGENTES DE BOCA.

LOS EMPRESARIOS:

Ellos dicen falazmente y algunos le creen, que a los clubes hay manejarlos como a una empresa. Nada más alejado de la realidad, los clubes no son empresas. Un club es una institución civil sin fines de lucro. En cambio una empresa es una organización comercial con fines de lucro. El club ha sido creado con sentido social y solidario, en beneficio de una barriada, un pueblo, o una ciudad. En cambio, las empresas se crean lógicamente, para el beneficio y el enriquecimiento del empresario y por ende, si hay algo que jamás ha exhibido “el capital”, es precisamente la sensibilidad social (como el club). La única virtud del capital es la voracidad, que le permite crecer. NADA QUE VER CON LO QUE DEBE SER UN CLUB. Pero además, los grandes holding, los grandes imperios empresarios de nuestro país se han forjado en el usufructo de:

- De la patria contratista.

- De la patria privatista.

- De las prebendas impositivas.

- De las devaluaciones y pesificaciones.

- De la corrupción generalizada del estado.

- De los negociados con los gobiernos.

Estos corruptos personajes (empresarios), están absolutamente emparentados con los sindicalistas. No es porque sí nomás que hoy proliferan los denominados Sindicalistas/empresarios. Estos corruptos personajes (empresarios), cuando llegan a un club, lo manejan de igual forma como los sindicalistas conducen a sus sindicatos. Estos corruptos personajes se perpetúan en el poder, manejando sus instituciones verticalmente, con autoritarismo, lo más alejado posible de la democracia y por supuesto, en beneficio propio, para enriquecerse y proyectarse políticamente. Este tipo de conductas es inherente a sus idiosincrasias, está grabado a fuego en sus ADN.

ESTOS CORRUPTOS PERSONAJES NO PUEDEN SER DIRIGENTES DE BOCA.

Por Hugo Reyna