Ya llega el superclásico, el partido mas esperado por todos, y el juego que presenta Boca tiene dos caras muy marcadas, que están ligadas a los esquemas que el equipo se va adaptando durante los últimos encuentros.
Falcioni, amante del 4-4-2 se dio cuenta que en Boca hay que jugar con el 4-3-1-2 aunque para esto haya tardado 12 fechas. Es el esquema que mejor le va a Roman y a Palermo, porque es donde ellos mas pueden herir al rival. Martín necesita asistidor (JRR y Mouche) para hacer sus goles y Riquelme necesita de volantes y laterales con llegada para poder descargar y armar juego. Las mejores producciones se vieron con este formato y es importantísimo mantenerlo de cara al partido con las Gallinas.
El problema de Boca radica cuando Roman tiene que salir del equipo, ahí vemos la otra cara, Erviti pasa a ocupar el lugar de Román pero mucho mas retrasado formando un doble 5 con Somoza y cambiando el esquema a un 4-4-2. Es notoria la diferencia con que el equipo se maneja en el juego cuando sucede esto y es algo que Falcioni debe trabajar para que no pase mas. Con Independiente y con Argentinos el Xeneize se retraso tanto que regalo campo y pelota. No nos podemos permitir que esto pase. El DT no debe permitir que esto pase.
Roman no esta para los 90 minutos, Boca y sobre todo Falcioni debe entender esto ya que sera una constante en todo lo que resta del torneo y no nos podemos permitir mas perdida de puntos si queremos intentar al menos entrar en la copa Sudamericana.
Por eso basta de mezquindades y a pensar en grande. Los 106 de historia avalan lo que decimos.