Hablemos un poco de fútbol. Por Hugo Reyna
La opinión del hincha |
¿Qué conclusiones nos dejó este semestre?
Aclaro que voy a dejar de lado la opinión que tengo, como profesional y como persona, sobre este DT que nos toca padecer, para no parecer intolerante y prejuicioso. También voy a obviar, por el momento, el tema de la política institucional que nos va a ocupar este semestre y voy a dar una opinión solamente deportiva, es decir, hablar un poco de fútbol. El análisis de este semestre, nos ha dejado muchos temas para comentar y debatir, según mi impresión y punto de vista, que quisiera comentarles:
En primer lugar, quiero expresar que habiendo terminado 7º con 28 puntos a 11 puntos del primero, cualquiera podría pensar que el desempeño no ha sido malo, pero con el sistema de puntuación de tres puntos por partido, a los empates hay que considerarlos casi como derrotas. Efectivamente, si tenemos en cuenta que con las 5 derrotas se perdieron 15 puntos y con los 7 empates se perdieron otros 14, no nos equivocamos al decir que esos empates significaron casi lo mismo que las 5 derrotas, por lo tanto hagamos de cuenta que Boca perdió 10 partidos. Esto, sin duda (según mi óptica), es una mala campaña para Boca.
Esto es lo que muestran las frías estadísticas, pero lo más preocupante de todo es el juego. Boca no logró nunca conformar un equipo sólido, por el contrario, siempre dio la sensación de que podía perder con cualquiera, le costaba horrores mantener un resultado y en los partidos flotaba el fantasma del empate o la derrota en el último minuto. A Boca le faltó juego, no se lograba hacer más de dos pases seguidos, las imprecisiones eran constantes, hubieron jugadores muy individualistas y jamás nos pudimos defender con la tenencia de la pelota, por lo que la defensa siempre trabajó a destajo y mostró una gran fragilidad. Fue muy evidente que a ese Boca, le costó muchísimo jugar sin Riquelme. Por supuesto que estando Román en cancha se puede ganar o perder, pero sin él, es indudable que Boca no juega a nada, por lo que parece que lo único que se puede esperar es la derrota. Boca no tiene otro jugador que organice, que ordene, que dirija a sus compañeros, que haga la pausa cuando es necesario, que juegue y haga jugar al equipo, etc.
Está bien que se esté buscando reforzar la defensa, ya hace dos años que venimos padeciendo este problema. Es bueno que se piense en refuerzos de nivel, lo que molesta y no podemos soportar es que se utilicen dichas compras para hacer jugoso negociados que saltan a la vista.
Pero también hay que elegir bien a los que se van a quedar en Boca, como reemplazantes de estos, a los que volvieron y a los juveniles que se van a promover. Luego de haber quedado afuera de la Copa Sudamericana, lo cual no deja de ser un gran alivio, habida cuenta que tendremos que disputar un semestre muy difícil y no podemos distraernos en una doble competición, resulta que ahora, por buscar dinero fresco, tendremos que cumplir con una extenuante gira (después de una muy exigente pretemporada) lo cual someterá al plantel a agotadores viajes que terminarán a sólo cuatro días del inicio del campeonato, que para Boca comenzará con otro viaje más, esta vez a Bahía Blanca.
No todo lo que reluce es oro :
Generalmente somos apegados a nuestras tradiciones familiares y nos encariñamos con las cosas que vamos heredando de generación en generación, pero ese apego, ese afecto por las cosas simbólicas, casi emblemáticas de nuestra familia, no nos permite ver que a veces las queridas “joyas de la abuela” no son más que una simple bijouterie y que sólo tienen un gran valor afectivo. A los boquenses nos ocurre algo similar, nos encariñamos con nuestros juveniles y creemos que todos van a llegar y explotar en primera división, como lo hicieron otros grandes que luego fueron ídolos de Boca. Pero no todos los chicos que llegan a la reserva después pueden acomodarse en la primera, incluso algunos que andan muy bien en la reserva, al subir a la división superior dejan al descubierto su falta de material, de genes, de pedigre para jugar en la primera de Boca. A esos chicos no se les debe cortar la carrera y es por eso que la mayoría terminan siendo negociados, o cedidos a préstamo a otros clubes, donde quizás pueden ser figuras. Eso no debe asombrarnos o escandalizarnos, porque a veces se debe dejar pasar por alto a una camada completa de juveniles, para buscar en las camadas siguientes que vienen pechando desde más abajo. En Boca hemos tenido una camada con muchos proyectos promisorios y muy pocas confirmaciones, es decir mucha bijouterie y pocas joyas. Creo que ha llegado la hora de buscar más abajo, quizás los Gaona, los Araujo, los Frangapane, etc..
Hay jugadores del club, que fueron promovidos, a los cuales ya no se los puede llamar juveniles, que ya dieron todo en Boca y necesitan jugar más, buscar titularidad y está bien que Boca trate de colocarlos en otros clubes para que tengan continuidad, como así también que se intente negociar a aquellos que tengan buenos ofrecimientos y le puedan significar un buen ingreso para el club y una buena oportunidad para el jugador, tal es el caso de Mouche. Otro jugador que se podría vender bien es el Pochi Chávez. A muchos les gusta el Pochi (y no está mal que así sea), porque es un jugador que impresiona mucho por su dinámica, pero opino que es más lo que insinúa que lo que realmente concreta. Si bien sobre el final del campeonato levantó considerablemente su rendimiento, pero siempre cae en su desorden habitual y acostumbrado. La verdad es que hace más de tres años que yo vengo tratando de entender a que juega y de que juega Chávez sin lograrlo. No es un 5, porque le falta orden y tiene muy poca marca. No es volante externo (aunque juegue de eso), porque no tiene desborde por afuera, es desordenado y va siempre para adentro a chocar por el centro con los rivales, por lo que pierde demasiadas pelotas, algunas que generan contragolpes muy peligrosos del rival. Tampoco es enganche porque es individualista, tumultuoso y chocador, traslada demasiado, no tiene pausa, es impreciso, frontal y vertiginoso. Sin duda que tiene mucha dinámica, pero debemos aclarar que dinámica sin precisión, es torbellino, es vértigo. Para mí, el Pochi es el jugador mas enredado que he conocido, aunque debo reconocer que tiene mucha entrega, despliegue y actitud. Tal vez en otro equipo puede llegar a ser figura.
¿Qué pasa en las divisiones inferiores? :
Es muy común que los hinchas de cualquier club sean un tanto prejuiciosos cuando llega un nuevo DT, sobre todo si ese técnico no acostumbra a jugar con una táctica que les gusta y la consideran inaceptable para ese club (nos pasó a nosotros con Borghi). Se piensa que tal o cual DT no va a andar porque su estilo no se practica en las inferiores y además, por eso se le van a cerrar las puertas a los juveniles. Creo que es un concepto tan rebuscado como equivocado, pero ¡ojo! … ese argumento es utilizado también por los propios DTs a la hora de justificar la no utilización de juveniles. Con ese criterio, por ejemplo, ningún DT de primera división podría jugar con el sistema de línea de tres, porque es muy raro que un club utilice ese sistema en las inferiores. Pero si en vez de buscar solamente campeonatos, en las divisiones inferiores se hiciera docencia como corresponde, entonces los jugadores que llegan a primera estarían en condiciones de jugar con cualquier sistema táctico. Pero ocurre que los dirigentes de los clubes contratan DTs. para que consigan campeonatos en todas las divisiones juveniles, en vez de preocuparse por tener formadores y docentes para preparar a los chicos, precisamente en la etapa en que pueden y deben aprender. Por eso hoy vemos a chicos que llegan a primera y no le pegan bien a la pelota, que utilizan una sola pierna, chicos que son extremadamente individualistas y les cuesta el juego en equipo, u otros que jamás le pegan al arco desde afuera por falta de confianza, porque no saben, no tienen ni dirección, ni potencia.
Saludos a los boquenses
Por Hugo Reyna
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