Hace 15 meses se le renovaba el contrato a Juan Román Riquelme y muchas dudas sembraron sus detractores sobre su probabilidad de volver a jugar en ritmo y forma ya que nunca pudieron caerle a sus sobradas habilidades como futbolista.
Algunos lo tildaron de líder negativo, otros de mal ejemplo y muchos de vago.
Hoy todas esas voces no pueden resistir un archivo y mucho menos un debate...
Lo cierto es que el gran JR10 se fue curando de una lesión difícil y de a poco fue recuperando su tono futbolístico.
Pero el espaldarazo definitivo se lo dio Falcioni y llegó junto con la cinta de capitán, lugar que asumió natural y comprometidamente.
Sumó a todos los jugadores (jugadores que estaban aislados y los sumó al grupo), sacó la cara por los pibes a los que se les debía 3 meses de sueldo y pidió ser el ultimo en cobrar, el vestuario se blindó y todos remaron parejo.
El resultado es este brillante presente que nos llena la cara de sonrisas.
Ayer vimos un espectáculo futbolístico de Alta Gama, dado por Román y su valet, y por el que pagaríamos una fortuna si esta exhibición llegara a suceder en algún encumbrado estadio europeo.
El futbol lo goza, y los Xeneizes somos felices.
Salud Román! Bienvenida la magia!
Gracias por tu compromiso con la Azul y Oro. Siempre.