Además de ser números de la primera docena en la ruleta, son las camisetas de los dos máximos referentes de la historia de Boca Juniors, nada más y nada menos que Martín Palermo y Juan Román Riquelme.
Jamás tuvieron una relación cercana, más bien fue fría, pero aun así fue profesional y a partir del 2008 se comenzó a desgastar en forma exponencial. Cada uno tiene su grupo de adherentes a su postura. Comenzando por la política, siguiendo por el periodismo, jugadores e hinchas. Nadie quedó al margen de esta disputa enfermiza que dividió a Boca.
¿Pero y si la raíz es política? ¿Y si Martín (con su consentimiento o no) fue usado para este despropósito de una pelea mediática que nunca existió ya que Román jamás le dio cabida publica?
La pelea
Días antes del gol 219 de Palermo, ante Arsenal de Sarandí en La Bombonera, que tardaba en llegar, la 12 visitó al plantel en la concentración y Martín se fue con la venía de la barra...Román puso la cara ante la PYME y le salió caro, le rompieron la camioneta. Previamente lo habían amenazado diciéndole “Pasasela a Martín para que haga su gol o te rompemos el auto” a lo que Román les contestó: Dale rompelo que me compro otro...Sabido es lo que vino, un gran ataque mediático comandado por el 9, buscando que Román abandone el club. Y fue acompañado por directivos, periodistas, políticos, barras y otros operadores de gran fuste. Ahí la gente comenzó a tomar partido. Después vino la batalla por la renovación y más tarde la movida con Falcioni a la cabeza que trató de apartar a Riquelme de Boca, pero la reacción popular en La Bombonera puso las cosas en su lugar y tanto la directiva como JCF tuvieron que meter violín en bolsa y recalcular GPS en mano. Tal fue la misma que como contrapartida con este operativo, muchos hinchas decidieron homenajear a Riquelme creando un monumento y financiándolo con aportes personales (poniendo plata de su propio bolsillo).
Pero la relación Palermo-Riquelme se terminó de desgastar cuando Román tomo la voz cantante en una reunión con el presidente y ahí se pudrió todo...Pasaba que como de costumbre en Boca Juniors que la caja estaba en rojo y el capitán por ese entonces era Palermo. Había atrasos preocupantes para todos los empleados de Boca. Quien escribe sabe que por ese entonces una amiga que trabaja en el club para poder solventar su alquiler tuvo que salir a pedir prestado dinero...
Los jugadores más jóvenes se apersonaron a Román, ya que tenían poco eco con Martin, y le plantearon lo angustiosa de su situación: Llenos de cuotas y deudas propias de quienes hacen sus primeras armas como jugadores profesionales y aún no han visto la plata grande. Así que en una reunión de esas que se hacen en el vestuario con los directivos, Román tomo la voz cantante y fue de lleno…se plantó ante el por entonces presidente Jorge Amor Ameal y le dijo: "Páguele a los pibes primero, nosotros los grandes podemos esperar" y a partir de allí la relación fue nula. Martin nunca acepto que Román levantara la bandera de los pibes y por otro lado se sabe que es muy individualista con una personalidad muy parecida a la de los tenistas. Sumémosle que en esos momentos afrontaba juicios muy complicados por partes de su ex pareja y no quería/podía largar un mango.
La raíz y la génesis del problema
La idea por lo general en política dice que la izquierda es romántica y permisiva y la derecha autoritaria y organizada. La gente compra ese discurso que muchas veces se traslada a la realidad y otras tantas no.
Desde la política se comenzó a planear el retorno a Boca para poder seguir usándolo de vidriera para las aspiraciones de Macri. En una pésima jugada del entonces presidente en uso de licencia MM colocó como vice segundo a un personaje con iniciativa propia como Jorge Amor Ameal. Luego fallece Pedro Pompilio y de repente Ameal patea el tablero y se vuelve afín al gobierno nacional. Pero Ameal carecía de la capacidad para ser presidente de Boca y políticamente era un 0 a la izquierda con escasa muñeca política para conducir a Boca. Sin apoyatura de sus pares de Comisión Directiva contrato a Bianchi poniendo histérico a Mauricio Macri quien lo veía y ve como su enemigo mucho más desde que fuera declarado "Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bs As" y recibiera dicha distinción de manos de Aníbal Ibarra y Silvia Gottero (esposa de Roberto Digón y enemistada con MM).
En ese instante el líder del Pro comenzó a tallar fuerte nuevamente y planeo su operativo retorno cosa que logro el pasado 4 de diciembre del a mano de Daniel Angelici y cia.
Volviendo al hilo de la nota la gente que aconseja a Macri le hizo comprender que para ganar en Boca debía elegir un enemigo para fustigarlo y acusarlo de los males que sufría el club. Por supuesto que embistieron a Riquelme con todas las armas que tenían, para lograr introducir en la cabeza de los votantes que ellos venían a restaurar el orden y Román era según la concepción de esta fuerza, una especie de revolucionario bolchevique futbolístico.
Entonces envistieron con todos sus aliados de la prensa y jugadores afines y comenzaron a comerle la cabeza a la gente. La campaña contra la renovación del 10 fue extrema y muchos compraron lo que alegremente se vendía por unos cuantos medios prostituidos. Así y por eso, en forma genuina y con una gran inversión, ganaron las elecciones y retomaron el mando en el club. Le hicieron creer a la gente que venían a restaurar el orden perdido...Terminado el acto eleccionario y después de algunos días como por arte de magia desapareció prácticamente esta campaña orquestada. Desde ese momento varios comunicadores bajaron sus decibeles e incluso ahora dicen que hay que dar vuelta la página y tirar todos para adelante. Fueron herramientas que usaron para confundir a la gente. Y lo consiguieron..."Esto esta Recontra armado" dijo Román un día...y sabía lo que decía.
Martín participó activamente en la campaña capitalina del PRO y después el día de las elecciones en Boca fue a votar y a mostrarse.
Palermo no quiso, no pudo o no supo salir de esta trampa y término siendo parte de esta movida política.