¿Cuál es el verdadero Boca?
Por @amalfitanopablo |
Aún con Riquelme en buen nivel, el equipo de Falcioni no deja una buena imagen y la pasa mal en defensa, algo que no sucedía en el Apertura. Con resultados cumple; en el juego, aún le falta.
BOCA cumple en cuanto a resultados, pero no genera el fútbol esperado.
ES CIERTO: este Boca no dista demasiado de la versión 2011 que ganó el Apertura con una solvencia envidiable. Tiene orden desde la línea de fondo -toque distintivo de los equipos de Falcioni- y la pizca habitual de audacia que le aporta Riquelme.
El equipo campeón del año pasado se reforzó con Schiavi y Orion. Uno se convirtió rápidamente en la voz de mando de la defensa, que durante el primer semestre de 2011 había sido la zona más comprometida. El otro aportó experiencia bajo los tres palos y durante varios partidos pareció invulnerable, al igual que el equipo completo. La historia es conocida: Riquelme recuperó el vuelo que solía tener, Erviti encontró su lugar en la cancha, Somoza levantó su nivel en el mediocampo y Boca fue campeón invicto, con 12 puntos de diferencia.
El Boca 2012 no parece estar lejos del anterior, al menos en cuanto a resultados: recién comenzado el campeonato pelea en los puestos de arriba, además de tener grandes chances de clasificar en la Libertadores. No obstante, no es el mismo.
Quizá la diferencia pase por la imagen que suele dejar después de los partidos. Bajo la conducción de Falcioni nunca fue un equipo vistoso, pero ahora, aún con el orden incorporado, sufre mucho más que antes. Uno de los mejores ejemplos es el gol del empate de Goltz en el 2-2 con Lanús, en la Bombonera. Orion midió mal la distancia en el centro y el defensor aprovechó el error. El peor error de Orion desde que llegó a Boca.
Pero el arquero no es el único que bajó su nivel; Erviti no cubre los espacios y ya no se asocia como antes con Román, Somoza no es impasable y Silva, que llegó para meterla, parece haberse olvidado los goles en Vélez. ¿Es éste el verdadero Boca?
La reciente frase de Horacio Pagani puede resumir perfectamente la actualidad de este Boca, sea el verdadero o no: “Pobre Riquelme; no tiene con quien jugar. Tira una caricia y le devuelven una baldosa”. La gente podrá coincidir o diferir según sus gustos, pero en varios pasajes de los últimos partidos parece ser cierto. Una lástima.
Riquelme está en buen nivel, incluso igual o mayor al del campeonato pasado, cuando tuvo que interrumpir su buen andar por una fascitis plantar. Boca, sin embargo, no aprovecha esa ventaja, y ahora sufre mucho más en defensa. Pero el orden lo tiene, de hecho jamás lo perdió. Deberá ser más osado y recuperar algo de fútbol si es que quiere conseguir grandes cosas este semestre.
Por Pablo Amalfitano. Periodista. El Gráfico Web. Revista Foot Fault. Columnista de tenis en www.frecuencia1023.com (dom de 12 a 15). Marplatense. Sabinero. Gatogaudista. @amalfitanopablo
|