Surtido Xeneize
Noticias de Araujo, Riquelme, grilla Copa, las fechas vs Fluminense y Socios Adherentes |
Boca Juniors afrontará con Juan Román Riquelme y varios jugadores de su formación titular el compromiso del domingo próximo ante Vélez Sarsfield por la 14ta. fecha del torneo Clausura. Según se desprende de lo observado en la práctica de este viernes, el entrenador Julio Falcioni alistaría a: Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Matías Caruzzo y Clemente Rodríguez; Diego Rivero, Cristian Erbes y Juan Sánchez Miño; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Darío Cvitanich. El entrenador, además, confirmó que quedarán concentrados Sebastián Sosa, Gastón Sauro, Franco Sosa, Cristian Chávez, Walter Erviti, Pol Fernández, Exequiel Benavidez, Nicolás Blandi y Sergio Araujo. Es decir que Boca no contará con el suspendido Juan Manuel Insaurralde, ni con los lesionados Pablo Ledesma, Santiago Silva y Leandro Somoza. Walter Erviti, quien padece una fatiga muscular en el isquiotibial izquierdo y luego de entrenar hoy en forma diferenciada será preservado. Boca, líder del Clausura junto a Newell`s Old Boys, ambos con 25 puntos, recibirá a Vélez (23) el domingo a partir de las 19.15 con arbitraje de Patricio Loustau. TELAM
Araujo: Barcelona renovó su interés por el delantero de Boca Sergio Araujo. El presidente Xeneize, Daniel Angelici, confirmó que en una visita realizada en las últimas horas al Barcelona, el club azulgrana renovó su interés por el delantero. Tras una reunión con el vicepresidente del club, Josep María Bartomeu, el titular boquense se refirió a la posibilidad de la transferencia y señaló que "se volvieron a interesar por Sergio Araujo y yo les comuniqué que si seguían interesados en su fichaje que nos hicieran una propuesta concreta", indica el diario Sport de Cataluña. Araujo, de 20 años, integrante del seleccionado argentino Sub-20, no ha sido tenido en cuenta como titular en los últimos tiempos por el técnico de Boca, Julio César Falcioni. TELAM
Como lo ven a Román en Canchallena:
El extraño y mágico mundo de Riquelme.
El N° 10 tiene una influencia especial dentro y fuera de la cancha en el plantel Xeneize; en él están depositados los sueños de los dirigentes, compañeros e hinchas para volver a ganar la Copa Libertadores. Por Diego Morini / Enviado especial
Es tan extraño y mágico todo lo que se desprende de Juan Román Riquelme que concentra la atención. Especial por donde se lo mire y cada una de las frases que ha dicho a lo largo de su carrera así lo muestran. Con una escala de valores inmodificable y un estilo de sentir este juego que, a esta altura, forman parte de una marca registrada. Por eso lo que sucedió anteanoche en Chile no fue producto de la casualidad. No está sólo atado a la instancia y a la experiencia. Algunos futbolistas conocen bien cómo asumir ese desafío. Por eso Riquelme fue determinante en los octavos de final, una misión que tenía planificada desde el comienzo de 2012. Sí, desde aquella pretemporada en Tandil que se programó mentalmente y físicamente para explotar cuando debía hacerlo. Con sus formas, con sus mañas, virtudes, con todo eso que lo hace una de las figuras más cautivantes de los últimos tiempos. Por buenas o malas, él siempre es el foco de atención.
Sorprende. De su inspiración creó su figura, esa que parece un complejo laberinto, pero que tiene tanta sencillez como particularidades. Fuera del campo comulga con los suyos: Clemente, Rivero, Viatri? Dentro de la cancha es el pastor del rebaño. No come pollo y cuando eso es parte del menú del plantel elige otro plato. Cuando viaja con los hinchas en un vuelo chárter se encarga de saludar uno por uno a los que están en el avión. Siempre lleva una reserva de galletitas de limón de Havanna. Elige su plan de trabajo físico. Dosifica sus cargas. Se presenta en Casa Amarilla a entrenarse cuando el DT les da el día libre. Ejecuta un tiro libre a ras de piso, convierte Insaurralde y se lo ve a Falcioni alzando las cejas en evidente gesto de asombro. Sueña con la Copa Libertadores. Clasifica a Boca a los cuartos de final con un nivel superlativo.
"Para mí es un momento lindo haber podido clasificarnos a los cuartos de final. Yo juego al fútbol para ver hasta dónde llego. El asunto de los récords [por los 60 partidos en la Copa y los 23 goles en la competencia] no tiene mucha importancia ahora, quedarán para cuando no juegue más. A nosotros todos nos quieren ganar, más allá de que estemos un tiempo sin jugarla, todos hace el doble contra Boca. Tenemos que defender a nuestro fútbol de la mejor manera, representamos al fútbol argentino y estamos contentos por cómo lo hicimos ante Unión Española". Así resumió Riquelme lo que consiguió Boca de su mano. Sin demasiadas vueltas, evitando hablar de las marcas que alcanzó y en especial del récord de 23 goles que lo emparentan con Martín Palermo. Tan hábil adentro de la cancha con una pelota como fuera de ella con su boca para no decir lo que no quiere.
Es de todo un poco al mismo tiempo. Dejó el estadio Santa Laura con las manos ocupadas: en una llevaba unos parlantes Bosse y un iPod del que salía con furia la música de Los del Fuego [una banda de cumbia santafecina que suena siempre en el vestuario] y en la otra una botella de Coca-Cola cortada al medio con una buena cantidad de Powerade. Así es su mundo, en el que convive la imagen del profesional que durante la pretemporada se entrenó solo con el preparador físico alterno Alejandro Vasallo, debajo de una lluvia torrencial; el mismo que no es muy amigo de las tareas de fuerza en el gimnasio.
Se emociona cuando juega al fútbol, ése es su motor. El partido, las diferentes alternativas del mismo, es lo que lo conecta con Julio Falcioni, con quien encontraron allí un punto en común para convivir. Disfruta de tomar mate con Clemente Rodríguez, no es amigo de la PlayStation y sigue casi como un ritual hablar con Agustín, su hijo, antes de los partidos. Incluso, Riquelme ayer confesó que el propio Agustín le anunció lo que sucedió luego: "Mi hijo debe estar muy contento. Me había dicho que iba a marcar un gol y acertó".
Todos hablan de que volvió a ser el de 2007, esa versión que llevó a Boca a la cima de América. Sin embargo, para él su mejor año fue 2008, cuando fue campeón con Boca en el Apertura y con la selección argentina ganó la medalla olímpica en Pekín. Así es todo para el N° 10. El que eligió cada pasó en este 2012, que jugó más partidos de los que muchos se imaginaban, el que clasificó a Boca a los cuartos de final. Simplemente Juan Román Riquelme. Canchallena.com
Grilla Copa
IDA: Boca - Fluminense (Jueves 17 a las 19.45)
VUELTA: Fluminense - Boca (Miércoles 23 a las 19.30)
Hasta el momento se han hecho 17.942 nuevos socios adherentes lo que implica 2.403.000 Dólares extras que entran al año a la tesorería de Boca Juniors. Ojala los dirigentes cumplan sus promesas y les den algo más que un hermoso carnet. La dirección para hacerse socio es: http://www.bocasocios.com.ar/
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