La culpa la tiene el Topo Giggio
Por Marcelo Lerner |
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La imagen fue elocuente. Ante el griterío ensordecedor que provoca un gol de Boca frente a River, la carrera alocada, el freno mágico de siempre esta vez gambeteando la ironía, parado frente al palco del supremo M.M , la mirada atónita, ,la sonrisa forzada, el bigote inquieto y la incredulidad televisiva.
Ese día, ese gol, ese gesto del Topo Giggio fue el final para algo que venia gestándose en la cabeza del hoy jefe de gobierno: A este pibe me lo cargo, me lo saco de encima, ese día comenzó una historia de desacuerdos, de ensuciamiento artero del ídolo que culminaría la triste noche del 4 de julio en el Pacaembú.
A partir de ese día M.M siempre intento boicotear al ídolo más grande en la historia del club, a veces con éxito, a veces con estoicas resistencias como la de Pedro Pompillo e incluso la de Jorge Ameal quienes a pesar de las presiones no cedieron ante el reclamo popular.
Desde ese día, Mauricio, siempre que pudo lo boicoteo, lo desprestigio, lo destrozo, a través de sus lacayos voceros de los medios o de dirigentes títeres que el coloco para ejecutar sus políticas como si seguiría siendo el pope del club, como el si lo cree.
Algo le debe haber quedado claro a Mauricio: Ni mil comentarios adversos, ni historias inventadas, ni operaciones montadas por técnicos fetiches y dirigentes consecuentes, no lograron ni lograran romper ese amor incondicional por el ídolo este donde este, hoy afuera de Boca, mañana regresando, este amor no lo rompe nadie, ni Mauricio.
El topo Giggio quedo marcado para siempre. El amor también. No habrán Falcionis, ni Pelegrinis, no habrán Roigs ni Angelicis. Nadie lo impedirá
Porque Como decía Tanguito: Porque "El amor es más fuerte".
Por Marcelo Lerner @marcelolerner1. Marcelo Lerner es periodista de Boca de Selección, Radio Concepto AM 730 que va los Domingos de 14 a 22 y de Dale Bo Radio Argentina AM 570, que va los Martes 14 a 15.
Lerner, Mollo, Quesada y Beron de "Boca de Selección"
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