El fin de una época de "10". Por Cristian Martínez
La opinión del hincha |
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Antes que nada me gustaría presentarme mi Nombre es Christian Martínez no soy Argentino soy un Colombiano de 21 años de la ciudad de Bogotá amante del fútbol desde pequeño; se puede decir que nací con una pelota debajo del brazo. La primera vez que lo vi a Riquelme fue el día de su debut aquel 10 de noviembre del 96 contra Unión, yo tenía apenas 5 años por ese entonces poco entendía de fútbol pero si sabía que la pelota era “el juguete más lindo que me podían haber regalado” así como dijo un tal Riquelme hace algunos meses; mi futbolista favorito de esa época era Carlos “el Pibe” Valderrama para quienes no lo conocen el jugador más importante de la historia del fútbol colombiano, un Rubio de cabello ondulado con una técnica exquisita, con un panorama de juego propio de un 10 de esos de potrero, que antes de recibir la pelota ya sabía dónde la iba a poner, tenia ojos en la espalda y aunque su cuerpo estuviera en el terreno de juego parecía que su cabeza viera el partido desde la platea. Con la inocencia de un niño de 5 años sentado al lado de mi viejo me disponía a ver el partido entre Boca y Unión donde la novedad más grande era que debutaba un Pibe llamado Juan Román Riquelme, al minuto 20 de partido aproximadamente le dije a mi viejo “Yo quiero ser como el” a lo que me respondió “¿como quien?” le dije: “como el 8 nadie le puede quitar el balón”; el 8 era Riquelme fue un amor a primera vista, me enamoro su manera de pisar la pelota su personalidad arrolladora de conducir los hilos de uno de los clubes más grandes del mundo con tan solo 18 años y lograr en su debut la aceptación y la ovación de la bombonera. Los que son riquelmistas de corazón y vivieron su debut se que entienden que no les digo mentiras, por algo más de 30mil almas bosteras gritaron su nombre esa tarde por primera vez, de este modo comenzó mi romance.
Con el paso del tiempo fui comprendiendo un poco más de fútbol, y como no entenderlo si tienes el gusto de ver jugadores como Michael Ladrup, Roberto Baggio, Rivaldo, Zidane, Alex Del Piero, Steven Gerrard, El Pibe Valderrama, y Riquelme que cada vez daba más muestras de lo crack que era algo que creció con la llegada de Carlos Bianchi como DT de boca que supo darle la libertad que el enganche necesitaba, con Bianchi el nivel de Riquelme empezó a convertirse de superlativo a Magistral yo ya empezaba a sospechar a mis 9 años si era humano o si era una constelación de magia que había bajado del cielo para colocarse la 10 de Boca, y más cuando lo vi jugar la final de la intercontinental contra el Real Madrid en el 2000 aun Geremi y Makelele lo están buscando, no lo pudieron agarrar en aquella noche en Tokio, les pinto la cara. Y como olvidar en el 2001 la semifinal de la Mítica copa libertadores donde Riquelme por mucho es para mí el mejor jugador de la copa en la historia, es “El libertador de América” contra Palmeiras en Brasil me quería poner a llorar jamás vi tanto fútbol en un solo jugador, lo que jugó Román esa noche no lo volveré a ver nunca más en mi vida, le faltaban las alas a ese ángel de la pelota; a ese D10S del Olimpo de la magia, Aún recuerdo la soberbia narración de Alejandro Fatino en el Gol de Román esa noche: “Gambeteó a uno, otro y otro, y llegando al área la clavó contra un palo. Gana Boca 2 a 0. Una genialidad maradoniana de Riquelme. Para que lo expliquen los científicos, para que lo estudie un biólogo, para que lo entienda uno que estudia, para que alguien me diga cómo hace ese muchacho con la 10 en la espalda para lograr lo que hace, para lograr lo que inventa. El nene RIQUELME para Boca 2 Palmeiras 0”. Ese día y con 10 años de edad entendí que mi vida no iba a ser la misma que iba a estar divida en Antes de Riquelme y Después de él, supe que mis ojos estaban agradecidos de ver tanto fútbol en una sola persona y que siempre iba a defender su idea futbolística, en pocas palabras que siempre sería un “Riquelmista”.
Pero con Riquelme no solamente conocí el amor por su fútbol, también conocí el odio por técnicos y dirigentes como Mauricio Macri, Maradona, Angelici, Falcioni Van Gaal, Pellegrini, Sabella que en su carrera fueron obstáculos que nos privaron de su magia en un campo de juego más de una vez, que nunca comprendieron su fútbol autentico, racional, inteligente basado en un plan de ataque. Román no daba un pase por darlo él sabía lo que generaba en la defensa contraria cada vez que daba un toque, muchos no comprendieron eso y lo tildaban como “lento” por retroceder atrás, por darle la vuelta a la cancha, por primar la posesión del balón sobre todas las cosas, ellos preferían un Rápido que corriera todo el partido pero no se daban cuenta que esos jugadores poco pensaban, y que siempre terminaban estrellándose contra una pared por muy rápidos que fueran. Román rompía esas paredes de las defensas contrarias, era un arquitecto y sabía como penetrar al contrario.
Lo único que les puedo decir a los hinchas del fútbol como yo que vivieron una época dorada, la de los Número 10 que concluye con Juan Román Riquelme y que supieron valorar esta época les digo que somos unos privilegiados porque nos fundamentamos en un fútbol exquisito, de pausa, de inteligencia de potrero; con Juan Román se termina el legado de los Número 10, y posiblemente no volvamos a ver los conceptos futbolísticos que tenia Román, para mí eso es un orgullo por que yo puedo decir que vi los 16 años de carrera de Riquelme, y que los disfrute y que ame el fútbol, y llore y reí, y aplaudí con cada situación que tenía que ver con Juan Román a lo largo de estos 16 años, que nunca pensé amar tanto a un futbolista como lo amo a él pero ahora comprendo que lo amo tanto por que no solo es un futbolista si no que también es un concepto futbolístico, es un ideal que se disfrazo de futbolista para mostrarnos a muchos como se debe jugar a este deporte, entonces entiendo que si amo el fútbol necesariamente tengo que amarlo a Juan Román Riquelme. Solo me queda agradecerle eternamente y no dejar de ver videos de Román para no olvidar como es que se debe jugar este deporte, mis ojos siempre serán unos agradecidos de haberlo visto pisar la pelota, marco un antes y un después en mi vida y siempre estaré orgulloso de decir “Yo vi jugar a Juan Román Riquelme”.
Por : Cristian Martínez Twitter: @CH_JRR10
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