Un club de beneficios. Por Jorge Pinzon
La opinión del hincha |
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Alarma el relato del socio Luciano Polimeni y que nos enteramos gracias a Soy Boca, como siempre al lado nuestro. No me extraña lo que cuenta Polimeni. El viernes escuché al presidente en uno de esos programas pseudoperiodísticos deportivos. Le preguntaron todo lo que necesitaba para lucirse. Es imposible que lo haga, porque intelectualmente no está preparado. Que hable mal es lo de menos, aunque muchas veces las palabras reflejan el pensamiento de una persona. El lenguaje es un arma que tiene el ser humano para comunicarse con sus pares y que expresa también una forma de vivir.
Angelici es tan elemental, que da verguenza ajena que haya llegado a ocupar el cargo que ocupa. Pero la mayoría le compró la propuesta marketinera sin profundizar en los disparates que ofertaba en campaña.
Angelici adhiere a los violentos cuando dice que hay que ganar a cualquier precio. No le interesa que sea medio a cero, algo imposible matemáticamente, porque no existe ese resultado en el fútbol ni en ningún otro deporte. Una persona con las responsabilidades de su cargo, jamás puede abrir la puerta a los violentos, porque decir "ganar a cualquier precio" significa "no importa de qué manera", por no utilizar términos más graves que incentivan el incendio en los que está envuelto este partido.
El problema que cuenta Polimeni es de una gravedad como para ponernos alerta. El presidente se quejó por la falta de actitud (¿cuál actitud, la positiva o la negativa, la buena o la mala?) de los jugadores. Lo que sucedió en Boca desde que tomó el club Mauricio Macri y se profundizó en estos diez meses, es que a Boca le sacaron el pueblo, ese que transmitía pasión y contagiaba hasta los más apáticos. ¿Quién reemplazó a ese pueblo? Gente que va a la cancha como si fuera a ver una partida de ajedrez o a un partido de polo, donde lo que más preocupa es el perfume importado o los modelos "casual" para competir a ver quien está más "simpáticamente vestido" para concurrir a la "cheta" Bombonera.
Hace unos días falleció el querido Tano Pascual, la imagen auténtica del hincha de Boca, ese hincha anónimo que conocí cuando allá por fines de los 40 y comienzos de los 50, iba a nuestra cancha de la mano de mi padre.
Boca fue perdiendo esa pasión que transmitía su gente. Esa gente que por imposibilidades económicas empezó a dejar el club, pero que tampoco tiene una alternativa que le ofrezca la posibilidad de conseguir una entrada, como era antes. Ahora tiene que tener tarjeta de crédito, pero, claro, esto es para los que ganan sueldos que un trabajador común jamás alcanza.
Señor Angelici a la tribuna de Boca usted la vació de pasión. ¿Ese era y es su objetivo junto a su mentor, el jefe de gobierno itinerante de la Ciudad de Buenos Aires? Esto es BOOOOOOOOOOCA y no un "shopping"
Aclaración: esto fue escrito el domingo 28 de octubre de 2012 a la mañana, desconociendo el resultado del partido.
Por Jorge Pinzón
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