En las dos notas anteriores sobre Falsoni, nos ocupamos de su trayectoria en Boca (hecho por hecho), pero ahora, en la tercera versión de esta nota, quisiera ocuparme de los antecedentes del inefable “cara de tótem”. La psicopatología de FALSONI es un desequilibrio que conjuga una descomunal egolatría, tanto como para sentirse omnipotente, con una tremenda paranoia que lo lleva a verse amenazado por cualquier jugador con precedentes de líder, con ascendencia entre los hinchas, muy típico de sus propias inseguridades. A todos los clubes que ha dirigido, ha llegado cargado de prejuicios y odios sin sentido, viendo a un potencial enemigo en cada referente del plantel. Según su pensamiento, todo aquel que pueda opacar su imagen o su brillo, es un objetivo a destruir. Por eso, antes que nada, la emprende contra estos jugadores, porque para él (en su delirio), ellos son los que acaparan el cariño de los hinchas que no admiten que les pretendan achacar las culpas, lo cual es en resumen, el criterio enfermizo de este DT, es decir: “los éxitos son del DT y los fracasos de los jugadores”. Su estrategia de ataque contra los jugadores es tan simple como indignante, por la impunidad con que se ha movido hasta ahora. Se trata de una inocultable inclinación a urdir colisiones, forzando situaciones de conflicto, que luego sirvan para justificar sus actitudes. Es tan fácil como la tabla del uno: Cuando querés limpiar a alguien, lo agredís, lo discriminás, o lo ninguneas (como a Clemente), generás el quilombo y después esperás la reacción, para que se justifique tu decisión.
Vamos a ver el prontuario, el pedigrí de este DT: Julio César Falsoni arrancó su carrera como DT en Vélez Sarsfield, allá por 1998, luego pasó a Olimpo. De allí pasó a Banfield y en 2005 se clasificó a las Copas, pero faltando una fecha, se fue a Independiente, peleado con el Presidente Portel y con el máximo ídolo del plantel, quizás de los más grandes de la historia del Taladro, el mismísimo “Garrafa” Sánchez, a quien marginó. Otro referente de ese plantel, con el que tuvo problemas fue Cristian Leiva, a quien también marginó y el riojano tuvo que buscar su destino fuera del club del sur.
En Independiente, sin mediar causas, dejó afuera a Lucas Pusineri, referente del equipo campeón con Gallego y a Carlos Fernando Navarro Montoya.
En el 2006 pasó a Colón y chocó de entrada con Esteban Fuertes, el máximo goleador en la historia del Sabalero y el “Bichi” (que los que lo conocen dicen que es más bueno que el Quaker) tuvo que irse al fútbol chileno. También tuvo encontronazos con otro goleador y figura, José Sand, quien también debió marcharse.
En 2007, el “Mono” Navarro Montoya rompió un récord, fue limpiado dos veces por el mismo DT en dos clubes distintos, esta vez en Gimnasia de La Plata.
En 2011 llegó a Boca y lo primero que hizo fue enfrentarse a Juan Román Riquelme (en el Clausura 2011) y lo dejó afuera en el partido ante All Boys. Luego por un “malentendido” y según el DT, una falta de profesionalismo, se la agarró con Javier García, amigo del 10, porque acompaño a Román a hacerse unos estudios y por “abandonar” la concentración, fue marginado y luego cedido a Tigre. En Barinas (Venezuela) estalló la bomba y el final estaba a la vuelta de la esquina. En los vestuarios se la agarró con el capitán Xeneize, acusándolo de algo que no había cometido, por lo cual todo el resto del plantel se sintió agredido y saltó en contra del DT. Pero él aprovechó la situación y le planteó al presidente: “Es el o yo”. Los dirigentes dejaron muy claro a quien preferían en ese momento, “Bugsy” Angelici fue a reunirse con el DT y a “suplicarle” que siguiera al mando, teniendo muy en claro que el capitán (por ser un referente) no era del agrado del entrenador, algo que ya conocían de Falsoni por sus antecedentes, al momento de contratarlo.
Veamos detalles de algunos de esos casos anteriores ...
La guerra contra Pusineri
Falcioni asumió en Independiente, en 2005, antes de finalizar ese campeonato (después de dejarlo en banda a Banfield) y ahí nomás, en la pretemporada de verano de 2006, marginó a Lucas Pusineri, quien fue muy duro con él cuando declaró: "Nadie en el equipo quería al técnico", dijo el volante, que había sido figura en el Apertura 2002, el último título local conseguido por los Rojos.
"Los técnicos tienen el derecho de prescindir de jugadores, pero él se maneja mal. Igual ya sabemos que Falcioni tuvo problemas en otros clubes. En Olimpo y en Banfield también tenía mala relación con los jugadores. Cuando nos enfrentamos con Banfield, ningún jugador de ellos fue a saludarlo. Falcioni me decepcionó en lo personal. Una vez le pedí por los pibes Lorefice y Salina, para que algún partido los citara y así pudieran ganarse unos pesos, ya que necesitaban la plata, pero no quiso saber nada. Siempre actuó así", lo atacó por entonces Pusineri en Radio La Red. Falsoni decidió borrarlo del plantel junto a otro jugador de peso como Juan Eluchans.
Falsoni contestó aquella vez (según él, para descomprimir la situación): "En lo que hoy dijo Lucas están las razones de su separación. El es un jugador muy mediático y a mí no me gustan los futbolistas que tienen siempre el celular sobre la mesa. Los que juegan en mi equipo son los que hacen mejor las cosas, no los más lindos, o los que más hablan". Bueno, aquí hay dos reflexiones que hacer: En primer lugar, que Falsoni odie a los “lindos” es muy lógico de su parte, pero además dice: “a mí no me gustan los futbolistas que tienen siempre el celular sobre la mesa…” yo diría que a él no le gustan “los futbolistas”, es decir, los que juegan al fútbol.
En Colón, contra Fuertes y Sand
En 2006, Falsoni asumió en Colón de Santa Fe, e inmediatamente tuvo problemas con Esteban Fuertes, emblema del club, que terminó yéndose al fútbol chileno. "Es el peor DT que tuve, como persona deja mucho que desear", contó el Bichi en esa oportunidad.
Sand, delantero de aquel equipo, también fue claro: "Falcioni fue uno de los peores técnicos que tuve, sino el peor. Lo tuve en Colón y no me dejó nada, ningún tipo de enseñanza".
Igual que en los otros clubes, a Falsoni no le alcanza con el alejamiento del referente, sino que arremete también contra sus amigos. García fue cedido y si Tigre no lo compra, volverá a irse a préstamo a algún otro club. Clemente Rodríguez, quien concentraba con Riquelme, figura en la lista de prescindibles junto a otros dos amigos, Lucas Viatri y Cristian Erbes. Pero a diferencia de lo ocurrido en otros clubes, en Boca la mayoría de la gente nunca terminó de aceptarlo, incluso luego de salir campeón invicto, a tal punto que los hinchas se auto-convocaron a un multitudinario banderazo en apoyo de Riquelme y en “contra” del entrenador y la dirigencia.
Considerando que los dirigentes eran muy conscientes (al momento de contratarlo) de los antecedentes de Falsoni y de que esto iba a pasar, cabe hacerse algunas preguntas (o respuestas)…
¿Lo contrataron por eso?... Creo que no hay dudas al respecto. Lo contrataron porque pensaron que si había salido campeón con Banfield, a pesar de sus antecedentes, significa que seguramente su “forma de ser” funciona. Claro que no tuvieron en cuenta que Banfield salió campeón porque en ese entonces, estaban pasando por su mejor momento, jugadores como James Rodríguez, “papelito” Fernández, Silva, Erviti, Víctor López y hasta el propio “laucha” Luchetti.
¿Fue contratado este DT, como en su momento Bilardo (por Macri), para hacer la famosa “limpieza” de plantel, que algunos pregonan?... Eso también es indudable, por lo tanto, la dirigencia no puede mirar para otro lado, hacerse los zonzos y pretender despegarse de estos problemas de Boca.
¿Es tan grande el ego de este entrenador que no puede irse bien de ninguna institución, enfrentado con dirigentes y referentes, en todas ellas?... No hay dudas de ello.
¿Puede esta dirigencia, renovarle el contrato a Falsoni, en diciembre?... Creo que no, por dos razones fundamentales: Porque sería una medida impopular y de un gran costo político y además porque ya no es necesario conservarlo, habida cuenta que ya lo usaron para lo que lo necesitaban.
Por Hugo Reyna (Fuentes diversas)
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