Todos los caminos llevan a Núñez. Por Kurkurrucho
La opinión del hincha |
La nota de Vark sobre Clemente deja expuesta claramente las dos aristas que este asunto tiene y los alcances de la filosofía de manejo del club en general.
Primero que nada hay que aclararle al bovinaje que obviamente este asunto es absolutamente político.
Todos los asuntos en Boca pasaron a ser políticos cuando el espacio partidario del PRO se hizo cargo de la conducción. Mal que les pese a los bovinos a los que asustaron con el fantasma K para descalificar la opción opositora (¿u oficialista?, tan lo mismo son!!), el club está siendo claramente utilizado como mascaron, como emblema y como fuente de financiamiento del bando gobernante.
En tal sentido, los merdios periodísticos y los pedorristas asalariados que manipulan la información para ese sector político a nivel nacional, operan en Boca de la misma manera. Por eso ¿quién puede negar que desde diciembre en Boca una cosa es lo que sucede y otra lo que cuentan y construyen los merdios pagos por este grupo?
El asunto o el tema Clemente es un emergente más de un tema global y tiene entonces, dos lecturas.
Una virtual.
Construida por Ole, Fantino, Letto, Niembro, Palacios que han montado a pedido del macrismo una operación mediática para personalizar en algunos jugadores las calamidades del juego de Boca y de su administración.
Los males de Boca, según este cuento del pedorrismo y defendido por la inteligencia bovina, son todos responsabilidad de “algunos amigos de uno”. La solución: limpiar jugadores, casualmente todos bosteros.
Repasando la historia y las imágenes desde el retiro de Palermo, uno recuerda en el 2do semestre del 2011 al plantel unido en la cancha, e imágenes de risas y joda en los entrenamientos. Así se salió campeón jugando regular o mal pero intentando jugar mejor. En diciembre cambia (es un decir) la CD (lo que cambia es el manejo) y se le renueva sin consenso público a JCF.
¿Cuáles habrán sido los lineamientos de Angelici a JCF para su nueva gestión?
¿Qué le habrá pedido? ¿Qué objetivos se habrán planteado las partes para el 2012?
El análisis de los hechos hasta la fecha permite intuir que lo primero que la CD se propuso fue disgregar el grupo, el plantel. Y ese ha de haber sido uno de los objetivos planteados y requeridos al DT.
Pesaban en la memoria histórica del macrismo, un vestuario con remeras que enviaban al sicólogo a uno de sus gerentes, un DT que dejo plantado al presidente, un grupo unido y cerrado en sí mismo con los colombianos y otros pesos pesados a la cabeza. Todos unidos (salvo algunos de esos acomodaticios que siempre jugaron su partido a conveniencia) y lo más humillante para ellos , aquel gesto del topo Gigio.
Basta repasar comentarios y análisis post electorales de los hinchas para recordar lo que todos sabíamos en diciembre: a JRR se le iba a hacer la vida imposible para sacarlo de Boca. De Boca Club, no solo del plantel.
Por lo que JRR significa (igual que Bianchi) como referente ético, espejo en el cual el macrismo no puede ni quiere mirarse. Todos sabíamos que si ganaba Angelici y sus secuaces, se iniciaría una política de desmantelamiento del grupo que se estaba armando empezando por el 10.
Angelici, desde sus evidentes limitaciones intelectuales, acostumbrado a construir poder desde el dinero y su incondicional servicio a la causa, sufre más que nada ese espejo bostero de pura cepa que encarna JRR y que a él le queda tan ajeno, se le cree tan poco y le devuelve su deformada imagen, peinada a la gomina y sin “eses”.
Así las cosas, no es descabellado entender que parte de esos objetivos acordados con JCF eran minar la injerencia del 10 en el plantel y dividirlo. El objetivo común era el final del 2012, con la terminación del contrato de JCF.
El primer eslabón en esta cadena de decadencia institucional y futbolística que está enhebrando Angelici arranca inmediatamente de iniciada la temporada 2012, en Barinas, donde comenzaron a verse las líneas de acción de las instrucciones impartidas al DT.
El intento de pelea de JCF con JRR probablemente tenía como objetivo la posterior separación del plantel del 10. Pensaban colgarlo pero les salió al revés. El grupo se consolidó y cerró filas, aun aquellos que no tienen historia en Boca y por lo tanto no les va ni viene el macrismo, Boca o quien sea mientras se respete el contrato firmado y el cheque mensual esté disponible.
Recordemos. Desde aquella fallida movida desestabilizadora del 10, la CD y el DT convivieron con un plantel sin ruidos internos y monolítico. Peleo todos los frentes a pesar del desgaste físico producto de los desmanejos (¿casuales o premeditados?) del DT en la elección de “qué partidos jugar con cuáles jugadores”.
Recordemos. En medio de rumores respecto al disconformismo del plantel por jugar y viajar casi constantemente incrementando el desgaste y disminuyendo las posibilidades. En medio de que la mayoría de los hinchas que veían jugar a Boca cuestionaban los planteos amarretes del DT compensados en la cancha por la presencia de JRR que hacía “mover” el equipo hacia el área rival. En medio de discusiones sobre si a Schiavi le renovaban o no, cuando había manifestado su deseo de seguir hasta diciembre.
En medio de todo esto, cuando el mundo Boca merecía un presidente que consolidara un grupo unido, que era campeón y seguía ganando a pesar del DT. Un presidente que escuchara a la gente y buscara un DT acorde a Boca y su historia. En suma, un presidente que sintiera como hincha de Boca.
En medio de todas estas expectativas, Boca tiene lo que se merece según el voto de sus socios.
Este presidente, quien con toda la opinión general en contra, allá por julio confirmaba al DT (http://www.ole.com.ar/boca-juniors/futbol/duda_0_730127261.html), y con la opinión general a favor (http://www.ole.com.ar/boca-juniors/futbol/ovacion_para_el_flaco_schiavi_0_726527736.html) no confirmaba la continuidad de Schiavi. En medio de este contexto JRR resuelve, sabiamente, su salida.
Recordemos: se bajó a Roncaglia de la final, caso inédito en el mundo luego de franeleos interminables por un contrato miserable al lado del de Ervitti, Silva, Somoza, etc. Cvitanich iba y no iba hasta último momento, la continuidad de Sosa seguía pendiente de resolución (ahora se entiende el pedido público de JRR) , toda la previa a la vuelta en Brasil estuvo plagada de rumores y malos manejos. En estas condiciones el 10 le anuncia su salida a Angelici al mediodía y obliga a la confirmación tardía de la renovación a Schiavi. El mismo 4 de julio a la tarde, horas antes de la final .
Schiavi sabe que le renovaron porque políticamente no podían perderlo ante la salida del 10, a Roncaglia lo echan, a Sosa no le renuevan y va a Vélez, Cvitanich se va, Mouche se escapa...el plan de desarmado del plantel, del grupo que festejaba unido el último campeonato y que se abroquelaba internamente en Barinas seguía su curso.
Todo perfecto, salvo que la ausencia del 10 hizo emerger todas las limitaciones de manejo que tiene esta dirigencia con su obediente DT al servicio.
Boca en lo futbolístico es de lo peor del torneo (quizás solo Unión juegue peor).
En lo institucional va camino a Núñez.
Toda esta historia nos trae a las noticias de estos días, con la feroz embestida contra “los amigos del 10”, operados merdiaticamente como únicos responsables de los males de Boca.
Boca parece jugar mal solo por Clemente. Boca no pone ganas por Viatri. Boca tiene mal nivel futbolístico por Miño. Boca parece ser una banda de entrecasa por los amigos de JRR.
Si estuviera el 10, seguramente el déficit inexplicado y sospechoso de 37 millones seria su responsabilidad.
Clemente es en este contexto un ejemplo de la repugnante campaña que encabezan Niembro, Palacios, Letto, Fantino y todos los lacayos de Ole contra la otra forma de entender a Boca. La forma popular, abierta y sin fines de lucro. La forma boquense.
De nada valen los argumentos deportivos que enuncia Vark, no es deportiva la discusión.
No quieren, no saben y no pueden discutir desde lo futbolístico. La imbecilidad bovina no sabe discutir en esos términos. Prefieren hablar de desgano, de camarillas, de cabaret, de salidas nocturnas y de cualquier asunto alejado del fútbol. Se sienten más cómodos con lo que inventa el Paparazi deportivo que con lo que se ve en la cancha.
Con el comando del club copado y la prensa asalariada a favor.
Con el plantel vaciado de sangre bostera, integrado mayoritariamente por jugadores sin compromiso futuro con el club. Ni Orion, ni Somoza, ni Ervitti, ni Silva, ni Sosa, ni Caruzzo, ni Albin, ni Acosta, ni Ustari, ni casi todos pueden pensarse como referentes de la camiseta, han venido de paso o a cerrar sus carreras. Su relación histórica con los colores es nula y si Boca en un par de años está en la B, no será parte de sus amarguras.
Con estas condiciones tienen allanado el camino para durante el 2013 al 15 usar al club de acuerdo a sus necesidades e intereses sin oposición.
Un club anodino, sin alma ni pasión, con un plantel vaciado del vínculo afectivo con sus hinchas, con un DT (este) dispuesto a cualquier trabajo sucio por su contrato o con otro del palo (MP, GBS), socio potencial en negocios de compra venta de juveniles y jugadores, con la barra como guardia pretoriana de sus intereses, un estadio preparado para pocos, el futuro de Boca se acerca claramente al de una empresa administrada a gusto y conveniencia por su propietario.
Una S.A. que finalmente cumplirá el sueño del macrismo, el festejo marketinero de sus abovinados seguidores felices con nuevos espejitos de colores.
Mientras, de fondo podrá escucharse el sonido inútil del lamento tardío de los hinchas de Boca.
Por eso, pese a los contundentes argumentos deportivos que enuncia Vark no es posible la discusión.
Las vacas no hablan y los buitres solo piensan en la carroña.
Por Kurkurrucho
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