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Contradicciones. Por Jorge Pinzón

La opinión del hincha

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Un triunfo de Boca siempre nos alegra. Siempre.
Es indiscutible. El placer de la victoria nos envuelve y nos traslada a un estado que es difícil de explicar, pero que todo aquel que es hincha de Boca, sabe de que estoy hablando. Es algo intransferible. Y más cuando hoy nos enteramos que el ómnibus que transportaba a nuestros jugadores recibió agresiones inexplicables y peligrosas de una hinchada que tiene decenas de episodios similares y que, como bien se escribió en Soy Boca, la prensa suele sepultar en el olvido. Vélez es un club modelo en muchas cosas, pero en esto de la violencia padece el mismo virus que sufre el resto.

Ahora bien, el éxito, la embriaguez del triunfo, dura unas cuantas horas. Ya con las palpitaciones estabilizadas, con la mente preparada para el análisis, lo de ayer en Liniers nos preocupa en forma similar que otras tardes en las que no hubo triunfos. El equipo nos dejó otra pálida imagen. Empeorada por lo que fue una de las más raquíticas tribunas que se hayan visto de Boca en la historia. Si la actitud de equipo chico - futbolísticamente hablando - alarma, nos produce pena ver las tribunas casi vacías de un estadio donde jugó Boca. En esa misma cancha, fuimos locales muchísimas veces, tantas, que la gente de Vélez nunca se escuchó.

Llegamos a una instancia en la que estamos frente a un tema, para mi, al menos, muy serio. Hace unos días dije acá mismo, en Soy Boca, que nos estaban vaciando de pasión. Repito lo mismo y parece que ya no soy el único que advierte esta dolorosa evidencia. Marcelo Lerner lo dice también. El prestigioso periodista Juan José Panno lo reflejó en el suplemento "Líbero" de Página 12, diario que ocurrentemente título en su tapa deportiva lo siguiente: "Juniors Boca" y explica que la sensación que dejamos fue la de un equipo chico.

Daniel Angelici y quienes lo acompañan, más el equeco Durán Barba y su ahijado Maurizio, jamás nos contaron que su plan de máxima era dejarnos sin gente. Nada menos que sin gente, que es el alma de Boca. Cuántos se estarán arrepintiendo de haberlos votado. Pero como en toda democracia, esperamos que recapaciten y le devuelvan a Boca su esencia y su espíritu, su mística y su gloria, su pasión y la GENTE.

Por Jorge Pinzón



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