Boca Campeón Intercontinental 2000
Fue precisamente en la tibia mañana del 28 de Noviembre de 2000 en Buenos Aires cuando volvíamos los boquenses a tocar el cielo con las manos, tras vivir una jornada inolvidable. Boca Juniors, como nunca en la historia, acompañado de miles de hinchas que coparon las tribunas del Estadio Nacional de Tokio en Japón y la cubrieron de azul y oro, demostró su categoría internacional al pueblo oriental y al Mundo entero.
Muy temprano para nosotros, los boquenses de Buenos Aires y Argentina (y también obviamente para muchos otros que se perdieron de dormir para hacer fuerza en contra) vivieron el partido por TV, amontonándose en los bares y todos aquellos lugares donde hubiera un televisor prendido.
El rival de esta vez, el Real Madrid, había sido nominado no hacía mucho por la FIFA como el “Equipo del Siglo” (recuérdese que es un lapso que comprende 100 años y no 70 como ocurría en la civilización “neogayinoica”), debido a su reconocida trayectoria en el balompié Mundial.
Poseía en ese entonces (hoy también) un equipo muy poderoso lleno de estrellas internacionales entre las que figuraban el brasileño Roberto Carlos, el portugués Figo, el temible goleador Raúl y el veterano zaguero Hierro. Ni que hablar de favoritismos, como de costumbre pocos daban algún peso a favor de Boca. Por ello, “la mitad menos uno” se levantó muy temprano, algunos con la casaca merengue puesta… aunque no les fue bien.
Un párrafo aparte para el público boquense en Tokio. Fuimos locales otra vez, como nunca. Banderas, gorros, paraguas, todo azul y oro. Algo indescriptible, imborrable para la memoria boquense.
Los primeros minutos fueron infartantes y muchos (me incluyo) pensaron que estaban soñando cuando a poco de comenzado el encuentro Boca ya ganaba 2 a 0 con 2 goles de Martín Palermo a los 2 y 5’. El primero tras un centro del “Chelo” Delgado desde la izquierda y el segundo tras un pase de 80 metros de Riquelme y una corrida espectacular apareado con un defensor madrileño.
Un rato después, cuando la “mitad menos uno” ya partía para sus obligaciones cotidianas, descontó Roberto Carlos, cambiando el rumbo de los mencionados, a los 11’, con un soberbio remate al ángulo derecho de Córdoba, tras un rechazo defectuoso de Ibarra. A partir de allí, como siempre, nos preparamos para sufrir.
Se destacó en el equipo dirigido por Carlos Bianchi la labor de Juan Román Riquelme, quien fue el conductor del equipo y aquel que manejó la pelota en los momentos clave del encuentro. A decir verdad llegó un momento en el cual los jugadores madrileños “no se la podían sacar”. El resto cumplió con una labor de equipo aceptable, en especial la defensa, maniatando a un equipo conformado por estrellas internacionales, que vio de esta forma postergadas sus intenciones de ganar la Copa Intercontinental. Para resaltar la labor de Matellán, que improvisado como marcador lateral, maniató al portugués Luis Figo, pieza clave en el ataque del Real Madrid.
Martín Palermo recibió una vez finalizado el encuentro las llaves del automóvil otorgado por la empresa japonesa Toyota al jugador más valioso, por la conversión de los goles.
Una vez terminado el partido el festejo de los miles de boquenses presentes en Tokio fue impresionante y aquí no hablemos. El sueño Xeneize se había hecho realidad. Campeones del Mundo otra vez. “Es para vos… es para vos… gayina p… ” “Y ya lo vé, es para River que lo mira por TV” y que se yo cuantas más… bocinas… pitos… cornetas, el viejo y querido “Dale Boca” resonaba por todos lados.
Boca dio la vuelta olímpica en Tokio envuelto en reflectores y abrazado a una bandera colombiana enarbolada por el Chico Serna, y con la música de fondo de “We are the Champions”, que nos emocionó hasta la médula.
De la mano de Carlos Bianchi, que a cada paso engrandecía su imagen, Boca Juniors se transformaba en el equipo Nº 1 del Mundo, hecho que nos enorgullecía sobremanera, pero que también sembraba el odio en la “mitad menos uno”, que quedaba herida de muerte.
En la mañana de Buenos Aires, y de la Argentina toda, “La Mitad más Uno” festejo la conquista en bares y cafés, frente a los televisores, para volcarse luego a los lugares más característicos de cada ciudad. Era un sueño, un sueño de madrugada que se había transformado en realidad, cuando muchos siquiera lo esperaban. Como siempre, Boca había salido airoso luchando contra el más poderoso, huérfano del respaldo mediático, humilde pero firme en sus convicciones.
Días después, la llegada del plantel boquense a Buenos Aires fue apoteótica, recibida por cientos de miles de simpatizantes volcados en las calles y rutas del trayecto recorrido por el micro que transportaba al plantel.
Torneo en disputa: Copa Intercontinental 2000
Fecha: 28 de Noviembre de 2000
Momento del Campeonato: final
Rival: Real Madrid (España)
Resultado: 2 a 1.
Cancha: Estadio Nacional de Tokio (Japón)
Arbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Formación de los equipos:
Boca Juniors: Oscar Córdoba; Jorge Hernán Bermúdez y Aníbal Matellán, Hugo Ibarra, Mauricio Serna y Cristian Traverso; Marcelo Delgado (42’ del ST Guillermo Barros Schelotto), Sebastián Battaglia (45’ del ST Nicolás Burdisso), Martín Palermo, Juan Román Riquelme y José Basualdo. DT: Carlos Bianchi.
Suplentes: Roberto Carlos Abbondanzieri, José Antonio Pereda, Julio Javier Marchant, Gustavo Barros Schelotto y Antonio Daniel Barijho.
Real Madrid: Iker Casillas; Geremi, Fernando Hierro, Karanka, Roberto Carlos, Makelele (31’ del ST Moriente), Helguera, Figo, Guti, Mac Manaman (21’ del ST Savio) y Raúl.
Suplentes: César, Ivan Campos, Michel Salgado, el “Indiecito” Solari y Flavio Conceincao. DT: Vicente Del Bosque.
Goles: 2’ y 5’ Palermo y 11’ Roberto Carlos.
Concurrencia aproximada: 60.000 personas
Fuentes: Propias & Archivos recopilados en Internet