Ladran Carlos, señal que hay envidia. Por Marcelo Lerner

Hoy no lo pueden creer, no lo pueden digerir, es que no imaginaban verlos a los 2 en el predio de Casa Amarilla despertando la admiración, el amor, que generan en todos los hinchas Xeneizes. Y es que 2 de sus máximos referentes estaban de regreso, con todo su caudal de magnetismo, renovando una pasión que estaba intacta, pero adormecida.

 

Ellos, en cambio, veían como el libre hacer, los privilegios informativos, los favores dialécticos a cambio de quien sabe que recompensa, iban a ser cortados de plano.

 

Todos seremos iguales de ahora en más, confieso que este cronista tiene una relación especial con Bianchi, y que justamente fue el virrey el que me puso en claro: “Marcelo, solo hablare en conferencias de prensa, no quiero dar privilegios a nadie, ni a los afines ni a los que no me quieren, tal vez esporádicamente de una nota, pero en general me moveré en conferencias de prensa”. Y así es Bianchi, directo, frontal, puro, justo…

 

Ellos no lo digieren, y empezaron con los ataques sistemáticos al más grande entrenador de la historia boquense: Que esta gaga, que no lo entienden, que se quedó en el tiempo, que esta entongado con su hijo en negocios de jugadores que aparecen en el equipo, que no quiso a Fernando Gago, que colgó a Leandro Paredes, que sigue durmiendo la siesta, que, etc., etc., etc. Es sistemático, es siempre en los mismos medios, los mismos personajes.

 

Carlos Bianchi está intacto, trabajando a full, buscando solidificar un equipo con mayoría de jugadores elegidos por su antecesor, y a los que tiene que cambiarles un chip de equipo conservador a equipo protagonista, una pretemporada intensa, y el armado de un grupo donde los referentes sobresalen por su ausencia, cosa que solucionara seguramente con la llegada de Riquelme.

 

Cada medio es responsable de lo que se diga ahí, si por ejemplo yo diría algo inapropiado, fuera de lugar, irrespetuoso, insolente y ofensivo, el ingeniero Daniel Mollo sería tan responsable como yo, por ser mi jefe y permitirme, darme el lugar a que lo diga, y créanme que me daría salida automáticamente, justamente porque es responsable, respetuoso, justo, etc. Da libertad total, pero no acepta la denigración del ser humano y las faltas de respeto indiscriminadas, sí a la crítica futbolística, táctica etc., no a la chabacanería barata.

 

Si Alejandro Fantino, o Gustavo López van a seguir permitiendo que desde los programas que ellos conducen, dirigen, se siga hostigando, faltándole groseramente el respeto, tratándolo de gaga, cuestionando su honorabilidad, serán ellos tan responsables como los periodistas que presentan informes que sin entrar a desmenuzarlos, derraman odio, son ofensivos.

 

 

Por Marcelo Lerner. Marcelo es periodista de "Boca de Selección" y de "Dale Bo" y un amigo de la casa.