Gago + Riquelme – las ecuaciones absurdas. Por Vito Amalfitano
La opinión de un experto e idoneo periodista |
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Parte del periodismo deportivo argentino está lleno de ecuaciones absurdas. Si el objetivo es “la venta” o “el gancho”, se puede entender, aunque nunca justificar. Lo grave, ademas, es que en muchos casos es por desconocimiento de la materia que se analiza y de la que se informa.
Decir que Boca juega mejor sin Riquelme porque un partido el equipo rindió muy bien en ausencia por lesión del mejor futbolista argentino es lo mismo que decir, por ejemplo, que Newell’s juega mejor sin Scocco ahora que no está su goleador del semestre pasado o si expresaran algo similar en el caso de que este Racing que viene de mal en peor justo encontrara una victoria y un buen rendimiento sin Saja en el arco. Absurdos, por dónde se lo mire.
Y tan sencillos de desmentir como voltear un castillo de arena. En el caso de Riquelme alcanza y sobra con ir a a las estadísticas (que en el algunos casos en fútbol son conceptuales, porque eximen de opiniones) y comprobar cuántos partidos ganó y cuántos partidos perdió Boca con Riquelme y sin Riquelme, y cuántos títulos ganó y cuántos perdió con Riquelme y sin Riquelme desde que Román, paulatinamente, se transformó el el máximo ídolo de la historia del club y su futbolista más determinante.
Ahora, siguiendo esta lógica absurda, que tenga cuidado Gago en ausentarse, porque si Boca gana y juega bien podrán decir que lo hace mejor sin Gago. O que no falte Ribair, porque podrían dar cuenta de ese mismo despropósito. Pensandolo bien: no lo harán. Siempre “les preocupa” Riquelme, todo gira en torno de Riquelme. Si Boca jugaba mal y perdía, seguro iba a ser culpa de Riquelme porque “se borró”. Ya ni siquiera son originales. Son absurdos y oscuramente obvios.
La verdad es que Boca jugó ante Vélez el mejor de los cinco partidos del Torneo Inicial por una multiplicidad de factores.
Boca jugó bien y ganó ante Vélez, ante todo, porque el técnico, Carlos Bianchi, transformó necesidades en virtudes y problemas en soluciones con el reemplazo de Ribair por Burdisso en la zaga y la ubicación de Cristian Erbes como primer lateral y Fernando Gago en la mitad de la cancha ante la ausencia de último momento de Leandro Marín por lesión. Estaba bien llevarlo a Gago de a poco, venía de una larga inactividad, y de hecho todavía no está entero para la recuperación,-se notó en la jugada previa al tanto del empate de Vélez-, pero los apremios sobre la hora obligaron a cambiar de decisión. Y el técnico tomó la mejor, y la más impensada, al apelar a Erbes como lateral, que al fin y al cabo fue su puesto en gran parte de su carrera de inferiores. Otro factor fue la merma física de Vélez, que venía de un partido de Copa el jueves. Y también Boca levantó porque ese cambio posicional le dio más responsabilidad a Pablo Ledesma para cubrirle espaldas a Gago como 5 más retrasado. Y porque el propio Gago le aporta una jerarquía extra al penúltimo pase, ademas de la aureola de autoridad futbolística que genera su sola presencia.
Justamente la jugada del segundo gol fue paradigmática sobre lo que Gago puede darle a Boca, el valor de ese penúltimo pase, justamente para que el propio Riquelme sea mejor abastecido y acompañado para ese último y decisivo pase que igual faltó ante Vélez. Y para que se generen más espacios y opciones para los pases mágicos de ambos.
Al reino de las obviedades hay que contestarle con las obviedades más contundentes. Es Gago más Riquelme. Y menos todas las ecuaciones absurdas. Al final de cuentas, Habrá que ver y hablar un poco más de fútbol y apelar menos a los absurdos y las frases hechas y obvias.
Por Vito Hugo Amalfitano
Vito Amalfitano es Periodista. Jefe de deportes y prosecretario de redacción Diario La Capital de Mar del Plata. Comentarista de Boca de Selección/Radio Cooperativa. Y LU6 Mar del Plata · http://www.vitoamalfitano.com.ar @VitoMundial
Y un amigo de la casa! Gracias Vito!
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