Mas opiniones de los hinchas. Por Alberto Félix Fernández
Siguen las repercusiones del hincha en este momento de Boca Juniors |
La realidad no nació espontáneamente. Es consecuencia de una serie de errores que habrá que buscarlos, tal vez, desde 5 o 6 años atrás. Lo cierto es que el pescado se empieza pudrir por la cabeza. Las instituciones también. El presente del fútbol de Boca está conectado directamente con la conducción actual y las anteriores. Los resultados no mienten. Guste o no, en la tabla de promedios estamos arriba por los puntos que se consiguieron en el ciclo Falcioni y acá no voy a analizar si me gusta o no el director técnico que ganó el último título.
Soy un agradecido a Carlos Bianchi. Su pasado es inmortal. Su presente es el de cualquier técnico de nuestro fútbol. Su trayectoria en el club lo sostiene en el cargo. Pero los tiempos dulces en Boca no duran para siempre. Si lo sabrán tantas figuras que quedaron expuestas dentro del campo de juego, pese a tener en su equipaje campeonatos, copas, medallas, laureles y cualquier elemento que se identifique con el éxito.
Seamos sinceros. Boca tiene una preparación física que no es buena. Eligió mal los refuerzos, porque el Cata Díaz está demostrando que se parece más a un jugador cerca del retiro que a un futbolista de la alta competencia. Por poner un ejemplo. Los refuerzos que se trajeron no están a la altura de un equipo con pretensiones. Las inferiores fueron diezmadas en el ciclo de esta conducción.
A Bianchi se le atribuyeron poderes mágicos y hasta que tenía el celular de Dios. Con respeto, digo, esta vez se rodeó tan mal que ni un guinche lo levantará. Está cayendo en un pozo que parece no tener fin. Lo de Riquelme, ayer, denunció su total desconcierto. ¿Si no está bien, para que lo llevó al banco? Al Bianchi de antes no le sucedía una cosa así.
En la conducción política del club está la clave. La fórmula del prometido éxito, Angelici-Moscariello, ni siquiera es de Boca, hincha, gente que mamó el club desde bien pibe. ¿Qué más se puede agregar?
Las luces de alarma para el futuro ya están en rojo. En el próximo torneo habrá que empezar a pensar en el promedio y pelear por salir de abajo. Una realidad tan dura como indiscutible. Hay que enfrentarla con el corazón boquense, pero para eso, el comando del club lo tienen que tomar hinchas de Boca. También una verdad necesaria y contundente. Los que están no tienen identidad azul y oro. Tampoco capacidad. El dinero puede hace muchas cosas, pero no inventar un sentimiento. Algo que está vinculado a las emociones.
Por Alberto Félix Fernández
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