¡Soy de Boca carajo!
Por Maximiliano Sarmiento. La opinión del hincha |
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Domingo por el mediodía, uno se toma su tiempo para almorzar, disfrutar un momento en familia y pasar un buen rato. Y es a esto último que me refiero, "pasar un buen rato". Sé que a nadie le interesa qué hice y qué no hice el domingo porque soy uno más del montón, pero sin embargo me pasó algo éste domingo, que con una mano en el corazón, me partió el alma al medio. Luego del almuerzo decidí ir a pasear, porque a La Bombonera no puedo ir ya que no soy socio de Boca. Hasta ahí, nada nuevo. El problema comienza cuando paso por el acceso oeste y veo una caravana interminable de colectivos escolares. No era ninguna colonia de niños, no era ningún partido político. ¿Sabés lo que era? ¡Sí! Eran los hinchas de Boca, como yo. Pero ellos iban a la cancha, iban a cantar por mi boquita del alma, el club de mis amores. En ese momento, para mí trágico, me quería tirar del bondi en plena autopista y decirle "Loco puedo ir con ustedes? Quiero cantar por Boca". Pero no ocurrió nada de eso. Agaché mi cabeza entre lágrimas, y no miento, ESTABA LLORANDO PORQUE NO PODÍA IR A VER A BOCA. Algunos dirán, semejante boludo llorando por algo que no tiene vida o cualquier otra cosa. ¿Y qué? ¿Está mal que mi mayor amor , mi mayor sentimiento lo tenga por BOCA JUNIORS y no por otra persona? ¿Acaso es un pecado no ser socio por no tener una PUTA TARJETA DE CREDITO O DEBITO?
No sé cómo explicarles ese momento en el que me alejaba de esos cientos o miles de hinchas que estaban por ir a La Boca y no poder estar ahí. Yo no sé si algún día volveré a ir al templo como antes cuando compraba la entrada por boletería y pasaba momentos inolvidables. También entiendo y no soy un necio de que la realidad de hoy en día es otra a nivel país, ciudad, club o lo que sea. ¿Pero acaso esto justifica que tenga que ver personas yéndose antes de tiempo? Obvio que son los menos, pero siempre las cámaras apuntan ahí y el garrón nos lo comemos los que SI AMAMOS A BOCA, hasta incluso yo que no puedo ir. ¿O acaso alguien me va a negar que nunca le dijeron algo al respecto?
Mi intención no es robarle demasiado tiempo, ni hacer una obra literaria de éste sentimiento pero no se imaginan lo que lloré ayer por la tarde como otras tantas veces, tan solo por no poder ir a ver a Boca y alentar hasta que de mi voz no se entienda nada por la disfonía. Yo no sé qué me pasa cuando veo a Boca pero si sé que hay un orgullo que me nace de adentro y se lo quiero decir a todo el mundo ¡SOY DE BOCA CARAJO!
Ojalá, algún día, nos vuelvan a vender entradas a los no socios porque yo sé que somos muchos los que AMAMOS al Xeneize y daríamos la vida por estar en el templo cantando y saltando. Sólo eso, y disculpen las molestias a pesar de ser uno de los organizadores del banderazo en reconocimiento al día del hincha de Boca y que gentilmente muchos directivos del club y de la política adhirieron, por no poseer una tarjeta de crédito no puedo pertenecer como socio del Club Atlético Boca Juniors.
Por Maximiliano Sarmiento
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