Soldados del Virrey. Por Juan Ignacio Carpegna
La historia de un pibe que quería alentar a Boca y Carlos Bianchi... |
Ante la imposibilidad de ir a la cancha y alentar a Boca y Carlos Bianchi… me puse a pensar que otra manera podía alentarlo. Lo que derivó en crear una canción para Él, y que no solo suene todos los Domingos que juega Boca, sino siempre (como realmente se merece Carlos, estar en la memoria de los bosteros todos los días). La canción empezó a difundirse por las redes sociales hasta que llegó a la persona que inspiró la canción y las mayores felicidades de mi vida, Carlos Bianchi. El mismo y su hija (que ella misma hizo muchísimo para que Carlos la escuche) se comunicaron conmigo, para agradecer por la canción. Pero obviamente el agradecido soy yo.
Y no solo eso, me invitaron a ver el súper-clásico al templo del fútbol mundial. Yo no podía creer todo lo que estaba viviendo cuando Brenda (su hija) me dijo que Carlos quería verme, por lo que me invitó a un entrenamiento. Llegué a Casa Amarilla, tras abrirme las puertas las personas de seguridad me cruzo a Cacho Laudonio e intercambiamos palabras y un abrazo. El sueño se volvía cada vez más indescriptible… Luego, esperando en un pasillo de Casa Amarilla se escucha una voz que reconocía… Se abre la puerta y entra Carlos… Se detuvo todo el tiempo en ese momento, las pocas personas que había se apartan y me dejan disfrutar de la presencia de quien es y será mi ídolo máximo. Al estrechar un abrazo muy cálido y emocionante, le digo a través de la fuerza del abrazo todo lo que siento por él. Entablamos una charla de 20 minutos aproximadamente, donde hablamos de fútbol, música, de cuanto ama a su familia, de todo lo que significa Boca para Él (sobre todo el hincha de Boca) y una cantidad de cosas más que me reservo como un regalo hacía mí y por respeto a su intimidad.
Carlos Bianchi, enorme, un héroe, un genio, un sabio, exitoso, alguien distinto; que se muestra en un mano a mano conmigo como una persona más, alguien muy sencillo, que habla detenidamente y se detiene para escucharme… Cuando sonríe le brillan los ojos, en ningún momento quiere imponerse ante mi presencia (con todo lo que significa Él). Él solo se muestra como alguien más, como un Soldado más que hace lo imposible para que a Boca le vaya bien, y entre todo lo que hace, me cuenta, que debe renunciar a mucho del tiempo que antes le dedicaba a quienes más ama, SU FAMILIA.
Imposible no amarte Carlos, los verdaderos hinchas de Boca te amamos y recordamos todo lo que nos diste, y estamos para bancarte a muerte y deseamos, junto a vos, que vuelvas a ganar todo!
TE AMO CARLOS!
Y los muy pocos que no lo bancan… si quieren, insúltenme a mi… pero no se metan con Carlos. ¿No les parece contradictorio no bancar a alguien que sin deberles nada les dio todo? Nos hizo levantar una cantidad de copas, nos hizo disfrutar de ganar clásicos muchísimas veces y miles de cosas más. No nos olvidemos que cuando Bianchi ganaba todo con Boca, el mismo decía después de cada título, en un gesto de grandeza, “SON LOS JUGADORES”.
Yo soy de Boca… y a Carlos lo banco hasta la muerte!
Atentamente: Juan Ignacio Carpegna, un SOLDADO DEL VIRREY.
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