Voto por Riquelme
La opinión del hincha. Por Alberto Félix Fernández |
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Sin dudarlo. En este tácito plebiscito instalado por los que no quieren a Boca, yo ya elegí al "10". Y digo que el plebiscito lo instalaron los que no quieren a Boca, porque poner en duda si se le renueva o no el contrato, es de una bajeza absoluta.
Román es de Boca. Román es un supercrack. Román ganó todos los títulos. Román nos dio alegrías inmensas. Román jugó partidos memorables en instancias memorables. Siempre eligió a Boca, más allá de sus conveniencias profesionales que son atendibles como las de cualquier ser humano.
Jamás pensé que viviéramos este momento en el que se cuestiona la continuidad de un jugador de tamaña calidad, de un jugador enamorado de Boca, de un jugador que nos regaló alegrías y un fútbol excelso. Jamás pensé tener que ir un 1° de Mayo ir a pedir "Riquelme no se va" como lo hicieron miles de hinchas autoconvocados.
A Román, esta dirigencia y las anteriores, nunca lo quisieron. Hay excepciones, como la de Pedro Pompilio que organizó junto a un poderoso hombre del fútbol argentino su retorno a Boca. Macri nunca se lo perdonó a Pedro, pero gracias a él y después a Jorge Amor Ameal, Boca tiene todavía hoy a Riquelme.
El capítulo de la renovación que generó la renuncia de Daniel Angelici como tesorero, fue una obra de teatro escrita por Mauricio Macri. Ordenó a sus obsecuentes ir a votar en contra de la renovación, pero que midieran bien los votos y cuando quedaran empatados obligar a que Ameal como presidente, tuviera que decidir él si Román seguía o no. Hasta envió a Raúl Oscar Ríos (jefe del organismo de control del GCBA, el día que se desplomó el gimnasio en Villa Urquiza y después de la tragedia lo culpó por no estar en su puesto de trabajo y lo renunció). Ameal eligió a Riquelme, pero cargó con la responsabilidad del compromiso que firmó por un contrato alto.
Cabe aclarar que se cuestiona lo que gana Riquelme, pero no se tiene la misma rigurosidad con lo que gastan en cuestiones superficiales los dirigentes, especialmente la cúpula, que para tener blindaje periodístico invierte bastante. O en fuegos artificiales que ya resultan de una vulgaridad y tan inoportunos que cada dos por tres le clausuran la cancha a Boca.
Lo que el socio de Boca debe plebiscitar en serio es si esta dirigencia debe continuar. Leí hace pocos días una estupenda nota de Claudio Giardino, a quien le niegan reiteradamente mostrarle los contratos firmados con los sponsor de Boca, en una actitud mezquina, pero que denuncia temor por mostrar lo que se comprometió a hacer Boca por firmas a las que les importa un pito el club y su esencia, a tal punto que pretender confundir con que Boca cambió sus colores que lo identifican en el mundo entero.
Si Angelici renuncio en desacuerdo por la firma de un contrato alto para Román, ¿qué debería pedírsele al presidente? Que asuma la misma actitud de aquel momento, porque su gestión es tan trucha como los pasaportes que envió en la campaña de 2011.
Angelici conoce la salida del estacionamiento que da sobre Del Valle Iberlucea. Es un buen recorrido para él. Brandsen 805, le queda demasiado grande hasta para irse.
Por Alberto Félix Fernández
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