Ocurrirá otro milagro

No sé, para mi no fue una semana más esperando que llegue el domingo para ir a la cancha. Nunca lo es, la ansiedad siempre esta para ir a alentar al equipo de mi vida, mis colores azul y oro pero esta vez había algo distinto, no peleábamos un campeonato, una copa ni cualquier cosa que sea por los puntos, era decir acá estoy a pesar de las malas campañas, y acá estoy para bancar al 10, el Sr Diez. Para decirte a vos Angelici y a todos que Riquelme no se va, que Riquelme es de Boca, porque nos dio mucho y nos seguirá dando, no lo van a jubilar.

 

Esta bien ¿A quién no le dolió el “estoy vacío”? no lo vamos a negar, pero el tipo volvió, volvió para sufrir con el Virrey, para sufrir con nosotros porque es bostero, y se había ido en una final de copa eh, en la gloria. Que no esta en su mejor estado físico lo sabemos todos, pero hasta en un bastón marca la diferencia, el tipo ve en el pasto lo que nadie ve, como si viviera cinco segundos antes que todos. Su magia, su juego es indiscutible, y a los estadísticos también los calla, ¿o Boca con Riquelme no gana más que sin el? Si, me desvío del tema pero es imposible no hacerlo. En fin, ayer fue entrar al templo y ver todas las banderas a favor del ídolo, los carteles en la platea, en la popular, los palcos ¡En todos lados viejo! “Roman puro sentimiento bostero” “Roman este amor se termina cuando vos quieras que se termine” “De tácticas yo no hablo pero un consejo les doy, la pelota siempre al 10 que ocurrirá otro milagro”.

 

Sale Boca, lo alentamos y ya se empezaba a corear su nombre a escuchar el “Riquelme no se va” y los cantos en repudio al presidente que (permítanme unas palabras respecto al tema) en mi caso y podría asegurar que en el de la mayoría no fue solo por el tema de la renovación de Roman, sino también por lo antipopular que es esta dirigencia, por querer nada mas ni nada menos que jubilar nuestra Bombonera sabiendo que gran peso e importancia tiene para la historia del club, con excusas de que haya lugar para más gente, pero claro no se preocupa por llenar esos lugares vacíos que quedan gracias a su inoperancia, porque claro primero esta el negocio y después Boca, después la gente y así no va, porque Boca es su gente, y eso no le importa el quiere un estadio-shopping para lucrar mas. El repudio también fue por negociar nuestros colores (en contratos fantasmas que nadie ve, no como los de Bianchi que ellos se encargaron de que salgan a la luz, ja) por permitir camisetas rosas, violetas, verde fluor. Por lo malos que son los ingresos a la cancha y demás. Volviendo al tema principal, los cantos a favor del 10 no paraban, arrancó el partido y se lo vio muy activo, como queriendo decir acá estoy, entero para jugar 4 años más como después declaró para la tv de que esa era su intención.

 

La gente se volvía loca, la magia estaba intacta, Boca jugaba bien a partir de su juego, y fueron pasando los minutos de vez en cuando bajaba otra ovación después de alguna de sus jugadas, termina el primero tiempo y empieza el segundo, Boca ganaba 2 a 1 y a los 20 llegó, otra obra maestra que solo el puede hacer, ¡un pase de caño sin tocar la pelota! Y la gente enloqueció, se escuchaban risas de tanta admiración, el ¡D10S! de un lado, ¡ídolo! del otro, ¡no lo puedo creer mira lo que hizo! Y obviamente la ovación no se hizo esperar. Siguieron pasando los minutos y sobre el final se vino el cambio, Bianchi lo saca para que el pueblo se rinda a sus pies, para que los dirigentes vuelvan a sentir lo que quiere el hincha, en un andar lento iba hacia el banco y ese canto por su nombre que era eterno, no terminaba más. Boca ganó, la gente estaba contenta y pensaba que hubiera pasado si se jugaba desde un principio como se viene jugando ahora… Se bancó al DT, por si acaso, y se esperó, no se movía nadie (y eso que la gente estaba empapada, en ningún momento cesó la lluvia) pero ¿por qué? Si los jugadores ya se habían retirado, pero claro quedaba él (la voz del estadio pedía la evacuación, por seguridad no se podía permanecer en las tribunas ¡Jajaja!) mientras el ídolo daba una nota para la televisión, estalló la gente (sabrán disculparme la redundancia pero les juro que así fue) se coreaba su nombre, se pedía renovación, todos los cantos posibles para el 10 y llegó el momento, casi entre lágrimas (el adentro y nosotros afuera) su retiro hacia el túnel y saca su camiseta, con nuestros colores, sus colores, la revolea en alto y sin decir una palabra se entendió todo, este lazo no se va a romper jamás… Vos también supiste defendernos siempre y enorgullecernos ante el resto, ¡GRACIAS ROMAN!

 

Así fue para mi, un día especial, inolvidable, nos fuimos contentos porque ganamos, contentos porque cumplimos nuestra misión de hacernos escuchar. Tristes porque sabemos que hasta dentro de unos meses no vamos a poder ir a nuestro lugar en el mundo a ver nuestro gran amor… y ¿a verlo a él? Esperemos que si, porque al fin y al cabo el club es de los socios.