Ahora tienen que mover las negras

A raíz de un comentario que leí esta tarde en Twitter de una persona que no conozco y como a mí me gusta mucho el ajedrez, se me ocurrió escribir esta breve nota.

 

El amigo decía en su cuenta de Twitter, refiriéndose a los dirigentes, que no esperaran a terminar la gira de México para sentarse a discutir la renovación del contrato de Riquelme, porque éste se iba a cansar y les diría que no. Entonces pensé yo ¿y si la estrategia es cansarlo para que él diga que no?

 

El tablero ya está en la mesa con todas las piezas en su lugar, las blancas y las negras, Juan Román Riquelme toma la piezas blancas y hace la primera jugada, “voy a jugar hasta los 40, acá o en otro lado”, fuerte jugada, ¿inesperada?

 

Tal vez los adversarios (los dirigentes) hubiesen preferido que acostara a su rey, pero no fue así. El reloj empezó a correr, fue el primer jugador que se sentó a la mesa, en realidad fue la primera jugada fuera del campo de juego, donde ya en los últimos partidos dio muestras de un talento que escasea en el futbol argentino.

 

Ahora le toca mover a las negras, el oponente es Daniel Angelici, acompañado por un grupo de colaboradores, sabe que no es el favorito, pero tiene presiones. Todavía no se sentó a la mesa, el reloj corre…...y como todo ajedrecista tiene que pensar en su movimiento y en las posibles respuestas de rival, así es el ajedrez, un juego de estrategia, pero parece que tiene dudas, contrata asesores y encuestadores, pero le dicen que sus chances de ganar el juego son pocas. Afuera el público se inclina por Riquelme. ¿Qué movimiento hará Angelici?

 

Consulta con cada uno de sus asesores y El Sensato le dice “Daniel propone tablas, te conviene, les das la mano, vos no perdes, él no pierde y la gente quedará contenta, ¿no te parece?” El Intransigente le dice “Daniel usemos todos los recursos que tenemos, quememos las naves, vayamos con los peones, los alfiles, los caballos y las torres digámosle jaque mate Riquelme y adiós” por último aparece El Perverso y le dice, “no Daniel, ni una cosa ni la otra, implementemos la estrategia del degaste, movamos el tablero, que se le caigan las piezas, inventemos cosas para desprestigiarlo, que se canse, tal vez si se cansa, se rinda e incline su rey y abandone, sin tener que decir jaque”

 

 

Las blancas ya jugaron, ahora mueven las negras, tienen una única jugada para evitar el jaque mate de las blancas y que no se la vean negras.