Angelici y Riquelme en tiempo de definiciones
Entre hoy y mañana se espera un acercamiento con un final feliz para los hinchas de Boca que esperan por su capitán y ultimo referente |
La novela de Román se encamina a un final feliz. Con la llegada del presidente Daniel Angelici desde Brasil retomarán la negociación.
En el final del mes de los amores intensos, en el que el Mundial se lleva todos los besos y las sonrisas, el hincha de Boca quiere volver a abrazar a su novia más fiel. Juan Román Riquelme está esperando, a la distancia que separa a Don Torcuato de La Bombonera. Pero, claro, en la autopista de sus sueños todavía debe terminar de sortear el peaje contractual de la embotellada renovación vincular entre el 10 y la dirigencia. La novela vuelve al aire televisivo con promesa de final feliz.
Riquelme miró el Mundial en la tranquilidad de su hogar, a la espera de un llamado que nunca llegó. Mientras tanto, Daniel Angelici observaba la final en Río de Janeiro y le contaba a sus hombres más cercanos que la situación del 10 se arreglaría. Pasado el sofocón de las declaraciones cruzadas de hace 15 días, hoy, en aguas calmas, el enganche y el presidente volverán a comunicarse para reactivar el “sí” latente que Román ya le brindó a Boca.
La piedra en el camino del retorno del 10 sigue siendo la situación sobre la garantía del cobro del sueldo que Boca ofreció y que Riquelme aceptó al instante. Dicha seguridad se ampara en percibir el dinero en pesos, pero atado a un valor oficial del dólar, sin techo. El club, de acuerdo a lo que Riquelme le afirmó a los dirigentes, tiene la potestad de definir los plazos de pago del contrato.
¿Por qué ahora puede haber una definición?
Las ganas de Juan Román siguen sosteniendo su idea principal de retirarse con la camiseta de Boca. Y si la tensión no rompió lo que hasta ahora se mantuvo intacto, la lógica indicará que Riquelme volverá a entrar por las puertas del Complejo Pedro Pompilio próximamente. Además, la dirigencia sigue atrapada en la necesidad de contar con el ídolo del club. Un poco por una cuestión de clima político de aquí a las elecciones del año que viene y otro tanto por la presión de Carlos Bianchi.
El que sumó un par de párrafos al libro de la historia de la novela del invierno fue Claudio Borghi. El Bichi afirmó ayer: “Él fue muy claro con nosotros. La prioridad la tiene Boca. Si no se arregla, venimos nosotros. Cuando tuvimos un amistoso, Riquelme estuvo preguntando quién jugó, cuáles fueron los cambios y las razones de los mismos”. Y, fiel a su estilo, cerró: “Si viene Riquelme, habría que armar un equipo en torno a él. Estamos muy pendientes de él y eso que no somos pareja”.
Más allá de la intención de Borghi, Riquelme sigue con la cabeza puesta en La Bombonera. Porque Román ganó hace rato el mundial de los amores azules y amarillos. Entonces, hoy volverá a poner una mesa de negociaciones entre su corazón y la gestión de cuentas del club. Para cumplir su sueño, el último, de quedarse en Boca para toda la vida. El culebrón vuelve a estar en marcha.
Por Sebastián Varela Del Río para Clarín
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