Tres puntos necesarios y a lo Boca!
Por Leandro Valdés @leandrovaldesVM |
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Foto vía Canchallena
Al igual que ante Newell´s, Boca pudo ganar como pudo haber perdido. Desde las últimas fechas del torneo pasado, Boca viene manteniendo una regularidad en la tenencia del balón, que es Bianchismo puro.
Esa es la primera fase del ADN Bianchi. Boca falla en las dos siguientes etapas: actitud para recuperar el balón, con mucha presión y presencia física; y también en la creación de juego, profundidad y la eficacia para convertir.
Analicemos los dos puntos a mejorar.
Como dijimos, el primero es la recuperación del balón, la presión y la actitud. Hoy Boca sólo cuenta con Bravo para recuperar el balón, jugador con presencia y firmeza, pero no muy preciso en la entrega del balón. Además aporta juego aéreo, algo clave en este fútbol actual. Meli sería el único jugador con esas características. Habría que verlo, por qué Boca no es Colón. Sus declaraciones nos hacen pensar que entiende lo que debe hacer.
Díaz es otro jugador aguerrido, aunque alterna buenas y malas. Gago no cumple ese rol, como tampoco lo hacía Riquelme, la diferencia es que Román distribuía el juego y Gago tampoco logra cumplir ese (su) cometido.
Erbes debería jugar a lo Battaglia 2003, pero debe desprenderse más rápido de la pelota. Puede mejorar, tiene condiciones para adaptarse a esa función, aunque creo que ese lugar le corresponde a Fuenzalida, quién es más punzante. Este medio de Boca se para con un 5 un paso más atrás (Bravo), Erbes a la derecha, Gago más al centro y Carrizo, como carrilero propiamente dicho por el flanco izquierdo. Para que la presión sea más eficaz y permita a los volantes pensar más en el arco de enfrente, los laterales deben cortar más adelante, con firmeza. Insúa es quien mejor cumple esa función, la de apretar, cortar, y llegar al fondo, aunque a veces se pase de revoluciones. Su vuelta podría solucionar este punto, permitiría jugar a Carrizo más suelto, o tal vez, con Carrizo jugando por la derecha. Esto es solucionable, como veremos, pero requiere de una importante decisión.
Vayamos a la tercera etapa: La creación de juego, la profundidad y la eficacia. Es evidente que la creación de juego, la falta de triangulaciones y desmarques sigue siendo un déficit de este equipo, a pesar de su buena tenencia de la pelota. Hoy Boca no puede descansar en Riquelme, con todo lo que ello implicaba, ya sea para que los defensores se reacomoden o para que los puntas queden pie a mano con el golero rival. Los laterales carecen de proyección (que sí la tiene Insúa, nuevamente caemos en este apellido). Martínez no aporta desborde y juega desordenado. Se saca con mucha facilidad a uno, dos de encima en mitad del campo pero termina perdiendo la pelota con el equipo yendo hacia delante. Esa habilidad pesa en el área rival, y rara vez lo ha hecho en más de 50 partidos. Gago no articula entre los medios y los puntas, no asiste y pierde muchos balones. Erbes llega seguido al área rival pero no define, ayer ganó y perdió con Zelarrayán. Mejoró mucho a partir de los 30 minutos del segundo tempo, hasta logrando que desaparezca el habilidoso jugador rival, pero le falta la otra parte, la de definir en ataque. Carrizo es un jugador muy interesante, figura en las dos primeras fechas. Y muy desfachatado para tan pocos minutos con una camiseta como la de Boca. Ayer Bianchi cambió de costados a Carrizo y a Erbes, como hacía con Cagna y Basualdo en su primera etapa. Sigue buscando. Confío en él más que en nadie.
En los puntas escasea la movilidad. Gigliotti está para el último toque, que es su fuerte, sobre todo con la testa, pero la bola no le llega. Imposible hacer goles sin que le llegue la bola. No es casual que la mayoría de sus goles los hizo con Riquelme en cancha. Con 17 tantos (contra 5 de Martínez, con muchísimos menos partidos jugados) es el goleador de la era Bianchi. Yo lo dejo, seguidamente explicaremos mejor esta tesis.
Eso es toda la parte negativa del presente, lo que hay que mejorar, pero ahora vayamos a las muchas cosas para tener en cuenta para el futuro.
De atrás para adelante vemos que el arquero sacó la pelota que tiene que sacar todo guardavallas de equipo grande (como no lo venía haciendo y como sí lo hizo en su primera temporada en Boca), se mantuvo el arco en cero y se ganó con un gol del centroforward.
Además, los tres cambios de Bianchi dieron sus frutos. Todos mejoraron al reemplazado.
Boca terminó jugando con un Calleri con presencia, que arrastre marcas y le permita a Gigliotti jugar contra un solo defensa rival, no contra tres como juega ahora. Además, un 9 precisa de dos carrileros con llegada. Los apellidos parecen ser esos. Más Castellani, jugando retrasado, con su buena pegada con la bola en movimiento.
Sí, estoy diciendo que los dos jugadores de más cartel, los dos más costosos para el club, son quienes deben salir: Martínez y Gago. Han tenido demasiadas oportunidades y no han logrado jugar al nivel que ellos saben. No tiene mucho sentido decir que cuando Gago se lesionó (y cuando Riquelme estuvo mejor físicamente tras el desprendimiento del aductor) Boca hilvanó una positiva racha de partidos sin derrotas y buen funcionamiento. Una o unas fechas en el banco para que éstos recuperen la memoria parece ser el necesario camino, y de paso ver otros apellidos como Calleri, Chávez o Castellani.
Orión, Grana, Díaz, Forlín, Insúa; Fuenzalida, Bravo, Castellani, Carrizo; Calleri y Gigliotti. No descartamos a los Echeverría, Colazo, Meli, Acosta o Chávez. Ojalá un equipo más afianzado permita al chileno ser el lateral derecho, Carrizo como 8 de ida y vuelta y Colazo como espejo de Pachi por izquierda. Pero para ello hay que lograr una firmeza y efectividad que Boca no posee.
Ganó Boca, a lo Boca, como tantas veces. Sin jugar bien, pero lo más importante es que más del 40% del país pasará una hermosa semana.
*Leandro Valdés es escritor y hace poco publicó el libro "Los verdaderos mellizos de la Boca" de editorial Corregidor. Y además es integrante del Staff de SoyBoca Radio.
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