El fútbol se siente vacío
La opinión del hincha. Por Fer Burruso |
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Recién llegado de Córdoba, post recital de La Renga, encendí el televisor para intentar ver algún resumen del clásico de verano. Boca era la noticia del día, pero lamentablemente, no por la victoria contra el equipo del ascenso. "Se retiró Riquelme", decía la placa de Fox Sports. No quise ni escuchar ni leer mucho más del tema. No hacía falta. Ver cualquier análisis del tema, resumen de la carrera o lo que sea referido a Riquelme solo haría sangrar más la herida.
Esta decisión del último 10 tiene relación directa con lo que pasó el primer semestre del 2014, cuando la peor dirigencia de la historia del club, encabezada por Daniel Angelici, decidió bicicletear hasta el hartazgo la renovación del, en ese momento, mejor jugador del plantel.
Finalmente el 10 decidió dar el portazo y llevar su fútbol a la Paternal, mientras Boca gastaba millones de dólares para suplirlo sin éxito. Luego de ascender al club que lo vio nacer, jugando la mayoría de los partidos y en muy buen nivel, tomó la decisión de dejar el fútbol.
Se fue el mejor jugador que vi pisar una cancha de fútbol, dejando un vacío enorme. Ya no habrá jugador que disfrute más de dar un pase que de hacer un gol. Ya no habrá jugador que sea capaz de dejar en ridículo tanto a defensores rivales con una pisada, como a periodistas defensores del poder con una respuesta. Ya no habrá nadie capaz de desordenar un equipo rival con un pase y a la vez ordenar el propio con una indicación. Ya no habrá nadie capaz de hacer que los rivales se cansen de intentar sacarle la pelota, mientras los compañeros descansan. Ya no habrá nadie capaz de tirar un caño de espaldas, o sin siquiera tocar la pelota. Ya no habrá a quién echarle la culpa cuando pase algo malo en Boca. Ya no habrá jugadores culpando de su pobre rendimiento en el club a que un tipo con 11 títulos no le cebó un mate en el vestuario. Ya no habrá topos Gigios ni ningún tipo que se le plante al poder de turno, sin importar quién esté enfrente. Ya no habrá un tipo que siga jugando lesionado para que un compañero reciba su última ovación antes de irse del club, como lo hizo con Nicolás Gaitán. Ya no habrá quién en lugar de correr sin sentido por toda la cancha, prefiera hacer correr la pelota con un fin. Ya no habrá jugador que se vaya ovacionado tanto en su debut, como en su despedida de La Bombonera.
Muchas gracias señor D10s, muchas gracias señor 10.
Por Fer Burruso - @pitufoTuitero
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