¡Chau Memo, desde el cielo vas a alentar!
Por Ricardo Polischer. Socio vitalicio |
Lo conocí allá por 1981. Yo tenía 18 años. Habíamos ido a Mar del Plata. Jugaban Boca con San Lorenzo de esa ciudad por el torneo nacional. Habíamos ganado 2 a 0 y nos aprestábamos a volver a la capital. Paseábamos por la terminal de micros cuando uno de mis amigos me lo señaló. El tipo era alto, de barba, tenía un ojo desviado “Mirá, me dice mi amigo, ese va a todos lados, le dicen “Bellavista”, donde está Boca, está el”. Yo estiré la parte inferior de mis labios como diciendo, “mirá vos”. Una vez individualizado, comprobé efectivamente lo que me había dicho.
El tal “Bellavista”, estaba en todos lados si de Boca se trataba. Pasó el tiempo, nos llegamos a saludar de oficio, claro está, por el solo hecho vernos en las tribunas. Allá por 1984, yo trabajaba en Cabildo y Juramento, pleno Belgrano. Por alguna razón que no recuerdo, estaba apurado y paré un taxi, pues debía llegar a Almagro lo más rápido posible. El chofer me pregunta el destino y se lo digo, y cuando veo su rostro por el espejito, grande fue mi sorpresa al ver que era el, precisamente, “Bellavista”. “Ehhh, maestro, yo te conozco, vamos Boca, carajo"!!! Le dije. Me miró dubitativo...“Perdoname, me dice, te conozco?”. “Si, le digo, te veo en todos lado, yo soy bostero también, no me ubicas?. Perdoname, hermano, pero no veo un carajo, pero si sos de Boca, no hay nada mas que decir”...
La cuestión es que, como se imaginarán, estuvimos hablando todo el trayecto del Club de nuestros amores. Hasta que llegamos a destino. “Bueno, maestro, cuanto te debo?. “Estás loco? Como te voy a cobrar!!!! “Pará, estás laburando, le digo, como no me vas a cobrar?. Y me tiró una frase que me marcaría por siempre. No es fue una frase políticamente correcta, tampoco demasiado elegante, hasta tal vez ni debería escribirla, no lo se, pero me dijo: “Macho, a ver si me entendés, yo no te puedo cobrar, y sabés que?, no tengas ninguna duda, Boca es lo mas grande que hay, y si vos sos bostero, tenés que caminar por la calle con la pija afuera, porque ESO es Boca”
Pasaron los años, el viejo “Bellavista” se trasformó en “El tachero memorioso”, toda una atracción de “Competencia”, la audición de Víctor Hugo Morales. Sabía de todo, de Boca, del tango, de las calles de Buenos Aires. Su apodo derivó en “Memo”.
Empezó a parar en el mismo bar de Almagro donde yo paraba. Memo!! Lo desafiaban...Cuanto salió el pase de Negretti de Olimpo a Central Córdoba en 1962??? Y Memo respondía “1500 mangos, Atilio Mario Negretti, jugó dos años allí, metió 6 goles y fue vendido al Malmoe de Suecia en 35000 verdes”. No le erraba nunca!.
Charlábamos mucho, estaba triste porque en 2001, como casi todos, había perdido como en la guerra, y ya no pudo pagar la cuota del Club...No lo hacían socio de nuevo, estaba la inscripción cerrada, no tenía otra que ver los partidos en el bar. Una vez, volvió sobre el órgano reproductor masculino para decirme que era la única parte del cuerpo con la que Palermo no había hecho goles. Otra vez, me contó que cuando Giuntini no llegó al antidoping en la cancha de Vélez, cuando la AFA abrió las puertas al otro día, el presidente de de aquel club se cayó adentro pues ya estaba apoyado en la misma pidiendo los puntos...
Ese era Rodolfo Visco, “Memo”, “Bellavista”, o como quieran llamarle.
Ayer me enteré que falleció hará unos 15/20 días. No pude despedirlo, me hubiera gustado, o más, hubiera sido un honor.
Te despido ahora, Memo querido, que puedas seguir alentando a Boca desde el cielo, junto a tu viejo, que te contagió esa pasión. No tengo dudas que el “Barba”, cuando llegaste, te dijo: “Bienvenido, Memo, y si, no te equivocaste, yo también soy bostero, así que olvidate, acá maestro, a vos, no se te cobra entrada”. Descansá en paz, amigo
Por Ricardo Polischer. Socio vitalicio
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