La violencia empezó antes
Por Fernando Mayorga @Mayorgafernando Periodista de SoyBocaRadio |
Luego del fallo conocido el día de ayer, tras una larga espera para saber la sanción que sufrirá Boca por los incidentes provocados el pasado jueves. “Por dictamen del juez” vamos a tener que jugar cuatro partidos internacionales a puertas cerradas, cuatro encuentros de visitante sin público y pagar una multa de 200 mil dólares. A todo esto, además de ser la sanción más dura, a Boca se lo descalificó de la Copa Libertadores y justamente con nuestro máximo rival. Los 45´ que faltaban por jugarse son historia y River va a enfrentarse el jueves con Cruzeiro los cuartos de final.
Todos estos lamentables hechos van a quedar registrados en nuestra historia negra del club, pero como sabemos los hinchas de Boca que hay cosas peores. Estos incidentes se veían produciendo desde hace un tiempo con una violencia muchísima más impactante y casi desapercibida. Primero hay que remarcar un arbitraje permisivo en el partido de ida en El Monumental que aunque no influyó en el resultado (Boca jugó muy mal), si fue importante para que River siguiera con once en su cancha y luego en La Bombonera. Si bien se habló bastante que Delfino beneficio al Millonario, solo fueron palabras, no vi a los dirigentes de Boca, menos a la “notable” CONMEBOL tomando cartas en el asunto, ni a Blatter llamando enojadísimo porque su negocio estaba siendo embarrado con patadas, trompadas y malas decisiones arbitrales que generan violencia.
Ante un público ferviente por revancha, los más de 100 mil socios que tiene Boca, no querían perderse el partido de vuelta en nuestra amada Bombonera. Las acciones que se tomaron para la repartición de entrada terminó (como siempre) perjudicando al socio. Según nuestra prestigiosa dirigencia, los pagos fáciles “maltrataron” al socio que tuvieron que acampar por horas para que el bendito sistema escupiera el ticket que dice “te doy permiso para ir a TU cancha”. Con los socios adherentes pasó algo parecido, pero según fuentes oficiales del club, las computadoras fueron las culpables de que se comieran 2500 entradas para ellos.
Luego toda esta violencia no física sufrida por el hincha de Boca, incorrectamente se catalogó al partido de vuelta no como el mismo, sino como una “guerra”. El hincha se tomó muy a pecho todo lo sufrido y quería que el equipo reaccione de la misma forma que lo hizo el equipo ascendido hace 3 años, como si tuviéramos los mismos permisos que cuentan ellos. Además se tendría que haber disfrutado de un espectáculo como lo es un Superclásico en nuestro estadio, escuchando el “olé” del equipo a River y no el triste “Pegue Boca Pegue”.
Ya con el partido en sí, y repito, con los lamentables hechos donde recae el saludo final de los jugadores de Boca a los dueños ejecutivos del estacionamiento y los puestos de hamburguesas. Se vio un uso sistemático de los medios para seguir produciendo más violencia en vez de hacer todo lo contrario. Hablando con oculistas, especialistas en mangas de estadio y hasta las marcas de gas pimienta del país, se ocuparon de marcar una lamentable agenda del periodismo actual argentino dejando de lado temas como por ejemplo, el fallo al torturador de Luciano Arruga… Porque quisieron “ayudar” al futbol pidiendo sanciones más duras y no beneficiar al juego en sí, porque con esto siguen ganando los violentos (frase hecha).
Ya con el veredicto del juicio final, fue un vendaval de críticas a la CONMEBOL por la leve, tibia, blanda sanción a Boca. Como si descalificar a un equipo sería una sanción pobre, sabiendo que es una de las medidas más exigentes de cualquier organismo del futbol. Además sin remarcar que tanto en Argentina como en Sudamérica se sufrieron hechos de violencia de la misma magnitud y hasta más graves, y que los equipos fueron perjudicados por una sanción más o menos parecida.
En mi opinión estoy en contra de que no se jueguen los 45 minutos restantes y estoy a favor de que a Boca se lo sancione, pero que sea con una investigación profunda y seria. El peritaje oficial marcó que la sustancia fue arrojada desde el campo de juego, ¿entonces en qué quedamos? En todo caso se debería sancionar el ingreso de un Drone, la pirotecnia y el sujeto que quería abrir la manga con una bengala, pero no por el gas pimienta para eso se debería investigar a la gente que estuvo adentro de la manga, digo yo.
En años de elecciones, tanto nacionales como Xeneizes, cualquiera de los partidos políticos quisiera sacar provecho del club más grande país, dejando en el medio al socio. De un lado dicen que en Boca se está haciendo todo bien, cuando se sabe claramente que todo está mal, y del otro intentan que se sepa una verdad política en la que Boca no tiene nada que ver y lo hacen metiendo sanciones en tres minutos, un desastre. Que la política no se meta en el club, decían en Soy Boca Radio.
“Violencia es mentir” gritaban las paredes de los barrios escritas por los redondos quejándose de un sistema noventoso que no les gustaba. Esta vez y más actual lo dicen los bosteros en los muros cibernéticos de las redes sociales, pero la causa es la misma. No les gusta ese sistema antiBoca que deja al club, a La Bombonera y al hincha genuino con una imagen que no se la merecen. River sufrió una violencia innecesaria, pero a diferencia de Boca no se nos metió gas pimienta en los ojos, se metió un conjunto de mentiras transmitidas por las cadenas contratadas, con el cual el hincha de Boca fue ilusionado y luego traicionado. Como dije desde el principio, la violencia empezó antes.
Por Fernando Mayorga @Mayorgafernando Periodista de SoyBocaRadio
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