El futuro ya llegó...
La opinión del hincha. Por Alberto Moreno |
La cosa quedó planteada clarito desde el vamos.
A ver, ¿cuál fue una de las primeras medidas de Macri al asumir como presidente de Boca? Rediseñar La Bombonera y erigir palcos VIP. El tema no era el rediseño de La Bombonera, sino el concepto VIP. Ya desde ese instante la cosa empezó a orientarse a lo buscado: Cambiar el perfil del hincha de Boca y del club Boca. Ahora, vos tenés los palcos, a los que no llevan ex jugadores, sino a los hijos papa fritas del Cani, o a las hijas de Bush, o a... La idea es otra: mostrémosle al mundo el show Boca, la marca Boca, que vean que no somos unos vagos de mierda. Que los vagos de mierda los tenemos confinados en la tribuna de Casa Amarilla para que la gente bien disfrute el show. ¿A ver simios? ¡Hagan su gracia!
El proceso fue siempre el mismo: Tirar anzuelos a ver quién picaba, para después ir por más.
Una de las primeras medidas, por ejemplo, fue abandonar Adidas -que siempre fue respetuoso de la camiseta de Boca- y traer a Nike, una empresa que en ese momento hacía sus primeros palotes en el rubro fútbol. ¿Qué hizo Nike? Tiró una camiseta con dos líneas blancas. La compraron. Muchos. Saltó el Diego, pero la compraron igual. Total el Diego era ese drogadicto de mierda, que no entiende nada de la posmodernidad sin valores ni identidades, donde todo es relativo, donde lo viejo es malo y lo nuevo es bueno per se. La camiseta empezó así, el germen del neobosterismo compró, y el macrismo fue subiendo la apuesta. Arrancaste con dos rayitas blancas, puestas ahí sin motivo, que nada tenían que ver con la historia de Boca, sirviéndola en bandeja encima para las jodas ajenas (se ponían en fila para preguntarte si las dos rayitas las habían puesto para que les aspire el Diego), con lo que inauguraron una saga que tendría otras secuelas aún más exitosas en rosa, violeta, negro y flúo.
Hicieron lo mismo en cada plano. Operadores de prensa mediante, fueron instalando una detrás de otra, todas las ideas que querían instalar. Tomaron las medidas pertinentes para generar contextos favorables a esas ideas instaladas. Y después se sentaron a esperar que el resultado decante solo. Hace años que Macri dice que "en dos años" todos van a tener que estar sentados por disposición de FIFA. Hace tantos años, que Macri ya no es presidente, y ahora lo dice Angelici, quien fue reelegido. Tan solo eso, debería bastar para darse cuenta de que hay algo raro detrás. Pero si hay algo que caracteriza a los neobosteros es la incapacidad y/o desinterés por atar cabos de ningún tipo. Compraron tanto el paquete y son tan posmodernos, que todo les chupa un huevo. Mientras Boca gane. Y si en el camino el club se vuelve más parecido al Barcelona, mejor.
Mandaron un proyecto de ley a la legislatura porteña para lograr eso que supuestamente "ordena la FIFA". Mientras esperan que algún día se apruebe, machacan con que "en dos años todos sentados". La realidad es que la FIFA pide eso para estadios mundialistas. No es el caso del Templo. ¿Algún periodista lo señala? Obvio que no, están operando para instalar la idea. La realidad es que ahora tenés un montón de tipos que repiten esa idea. Y el Angelici encima los amenaza: "En dos años los que no se quieren ir de La Bombonera, por ahí se quedan afuera". En el camino, primero le niegan la entrada a los no socios. ¿Para qué? Parte de lo mismo, generar la idea de que el Templo queda chico. Lástima que los no socios tenemos que ver por televisión los codos vacíos y los huecos en las tribunas. Pero a Angelici eso le chupa un huevo, porque total no votamos.
Los que sí votan son los adherentes, una idea magistral. Te hago creer que sos socio, te tengo calentito esperando que te llegue la hora de entrar a la cancha y te prometo que si hay cancha nueva, vas a tener lugar seguro, no como en La Bombonera, que ya queda chica. Y acto seguido te convoco al plebiscito para que votes si querés cancha nueva a la que podés ir, o la vieja de la que te vas a quedar afuera. Queda claro qué van a votar la enorme mayoría de los adherentes, ¿no?
La prueba más cabal del éxito total de la mecánica macrista es que Angelici fue reelegido. Román saltó para tratar de echar un poco de luz al asunto y ver si nos avispábamos, pero claro Román ese ese conficltivo-dividegrupos-camarillero-facturero al que por suerte el Tano "Te trajo todo" Angelici rajó a la mierda.
Esto arrancó hace exactamente 20 años, tiempo más que suficiente para cambiarle la cabeza a una descomunal cantidad de hinchas de Boca que compraron el paquete entero: Boca ganaba todo por Macri, no por Bianchi; Boca tenía que dejar de ser un club de negros, y ser un club como los de Europa; Boca tenía que ganar todas las copas porque lograr 18 títulos en 10 años es lo normal, no un récord increíble; Boca va a Japón porque el presidente es macrista y no porque forma un equipo espectacular conducido por el mejor técnico de la historia del fútbol argentino. Se hizo de la casualidad, causalidad; de la excepción, norma. Esa es la nueva mentalidad del hincha de Boca. Y es por eso que bastó con ganar dos títulos y traer a una figura de Europa "gratis" (¡ja ja ja ja ja ja!) para que la nueva monada marchase a votar ciegamente. Sin pensar en la historia, sin pensar en el futuro. Porque son posmodernos: todo es hoy. Es más, todo es YA.
La hicieron magistralmente. Les salió tan redondo que ahora tienen una masa gigantesca de tipos que les avalan con su voto cualquier cosa que quieran hacer. Y, como encima ahora son gobierno nacional, provincial y metropolitano, la van a hacer. Como van a hacer lo de las sociedades anónimas.
El futuro ya llegó. Y es todo un palo.
Por Alberto Moreno
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