De Barcelona a All Boys
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
El título se lo robé a un colega que, en el entretiempo del partido me dijo “Boca atacando parece el Barcelona y defendiendo como All Boys”; ni más ni menos como titulé. Y muchas veces, esos comentarios de entretiempos, hechos en broma y algo en serio, terminan siendo una descripción fiel a lo sucedido.
Hacer seis goles no es sencillo, por más pobre rival que se tenga enfrente. Pero también es preocupante por donde se lo mire, que en menos de un minuto te hagan dos goles.
Cuando Casierra hizo el primero, mi reloj marcaba 36 minutos. Cuando hace el segundo y miro el reloj otra vez, seguía en el minuto 36. Me fijé si había parado el cronómetro sin querer, pero no, los segundos seguían corriendo. Casi diría que en 40 segundos nos hicieron dos goles.
Pero por qué hago hincapié en los goles rivales y no en los seis de Boca, porque ahora comienza la verdadera Copa Libertadores, la que si te hacen un gol en tu cancha, te cuesta el doble levantarlo. Y que te conviertan dos un equipo medio pelo como Cali, a mi me preocupa.
Como paliativo a esta situación vale decir algo: los zagueros de Boca jugaron mal y están lejos de ser Insaurralde y Díaz. Y que, en un terreno como el de la cancha xeneize, por las condiciones en cómo estaba, los defensores no la pasaron bien, a diferencia de los atacantes. Parecía que tanto Boca como Cali no hacían pie en la defensa por el barro y los delanteros sacaron provecho a esa situación.
En definitiva, ganó el que mostró más jerarquía. Los cuatro atacantes xeneizes, Lodeiro, Pavón, Tevez y Chávez, tuvieron casi que un partido perfecto. Pero del medio hacia abajo, la cuestión cambiaba radicalmente.
Sin en el nivel acostumbrado, Gago y Cubas no le dieron la seguridad defensiva que necesitaba el equipo, los cuatro del fondo tenían que resolver mano a mano con los rivales y en esa Boca se equivocó, no jugó bien.
Un equipo tan ofensivo, con el cual estoy de acuerdo aunque en ciertos momentos me gustaría hacer algún cambio para conservar un poco más el resultado, necesita que los que marcan sean eficientes. Y esta vez la primera barrera defensiva no fue buena, y así llegaron también los goles del Cali.
De todas maneras, no voy a desconocer lo hecho por el equipo. En ataque y con espacios, Boca te pasa por arriba. Falta ajustar las cuestiones defensivas que, con Cata e Insaurralde, creo que se van a poder solucionar o, por lo menos, disimular un poco más.
Boca, por el momento, sigue siendo Sandrini: te hace reír y llorar al mismo tiempo. Algunos mirarán al Sandrini comediante, otros al Sandrini dramático. Pero lo cierto es que los dos conviven en este equipo que de a poco va mostrando cosas que el entrenador le inculca durante la semana. Cada vez se parece un poco más al mellizo jugador. Y eso, aunque ahora no parece ser valorado, tiene una importancia esencial, fundamental, fundacional, porque estamos frente a un equipo que JUEGA A ALGO. Esto, en este contexto del fútbol argentino y de Boca en particular, es un paso hacia adelante pero gigante.
Hay que estabilizarse. Buscar que los jugadores cíclicos no caigan en la parte más baja de su rendimiento y con esto empezar a soñar.
Pero hay algo más que quiero destacar, que es al Comandante Chávez. Un tipo muy criticado… Un jugador al cual yo mismo también hace un tiempo, tiré la toalla por él y pensé que un cambio de aire le iba a venir bien.
Se que algunos se ponen loco con el delantero cuando falla una jugada, pero hay que verle la cara, verle le mirada y uno se da cuenta que deja todo y que por suerte o no sé por qué, las cosas no le salen. Ayer le salieron, en el partido anterior también. Si Chávez finalmente se reinventa y sigue ganando confianza, ojo… A veces cometemos el error de hacer sentencias sin la posibilidad de un cambio.Tal vez el caso Chávez sea el ejemplo. Ojalá.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca
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