Otra vez la doce
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
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Me voy a quedar con eso, con los diez minutos en el segundo tiempo, al comienzo del mismo, cuando los hinchas decidieron entrar a la cancha y jugar. Miren que tengo partidos en la Bombonera, de los buenos, la mayoría, y de los malos. Pero una vez más se me puso la piel de pollo… Una vez más me emocioné con la gente. Una vez más y no será la última.
Por supuesto que cuando me refiero a la 12, hablo de todos, no del grupo caracterizado que no estuvieron en el estadio, que lució banderas dadas vueltas en señal de protesta a una supuesta injusta encarcelación de los líderes de la barra. Bueno, allá ellos.
En cuanto a lo futbolístico, quedó en claro del por qué Guillermo no tiene como primera opción a Erbes. El volante no está bien físicamente y se notó. Además, con Cerro poniendo en cada saque cuatro jugadores en la misma línea defensiva de Boca, obligó a Pichi a ser un central más, dejando un hueco terrible en el medio que Meli ni Pérez supieron ocupar. Mucho más cuando algún paraguayo agarraba la lanza en su campo y se iba derecho al arco nuestro.
Jara también demostró que su fuerte no es el lateral. Tampoco es el de volante central, pero ahí se la rebusca un poco mejor. Su costado fue constantemente bombardeado por Cerro y se notó demasiado. Ellos jugaron bien y salieron a la cancha sin preconceptos.
Pero el alma de este equipo sigue siendo la gente. Y no hay lesión que los saque de la cancha. Una vez más el hincha jugó su partido, sin querer sacarle mérito a los que corrieron durante los 90 minutos, pero sin esa gente no sé qué hubiera sido.
En cuanto a Orión, permítanme decir que simuló un golpe. Que si realmente perdés el conocimiento, no lo recuperás en tres minutos, más como se “desmayó”, y que se mandó una gran cagada que pudo haber sido mucho peor si los paraguayos embocaban el segundo gol. El arquero no me convence ni me convencerá. Y sostengo que Boca necesita urgentemente uno joven, con otras cualidades físicas. Orión habrá sido un gran arquero; habrá sido. Ya no lo es. Y no me vengan con el tiro libre o con alguna que otra jugada. Cuando la pelota te viene al cuerpo es lo mínimo que se le debe pedir a un arquero profesional: que rechace la pelota. Cuando lo vea volar de palo a palo, diré lo contrario.
Muy bien Pavón que, junto a Tevez son los únicos dos capaces de hacer levantar a la gente de sus asientos. Y si bien Carlitos por marketing se lleva todos los aplausos, el mío se lo llevó el pibe.
Boca está muy limitado y así y todo, uno se ilusiona con la Copa. Tal vez, buscando señales del destino, uno se encuentre con qué hay cosas llamativas. Esas cosas que muchos llaman suerte de campeón. Esperemos. Sí vamos a tener que aguantarnos un equipo así, rústico, utilitario y que, como contra Cerro Porteño, no le sobró mucho a pesar de los dos goles de diferencia con el cual terminó el encuentro.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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