El Guillermo de ayer y el Guillermo de hoy
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
Guillermo Barros Schelotto ha sido el jugador de Boca que hizo carne el paradigma de cualquier Xeneize. No era un “barredor”, no pegaba patadas; pero cuando las cosas no salían, era el primero en agarrar la pelota y en buscar ese gol que tanto necesitaba el equipo.
Como futbolista disputó con la camiseta azul y oro 366 partidos y convirtió 100 goles. De estos encuentros fue titular 265. Con el Mellizo Boca ganó 193 cotejos, 72 derrotas y 101 empates. Consiguió 16 títulos.
Otro de los datos históricos del Mellizo, fue que en la Bombonera y contra River, siempre les hizo goles.
En la memoria colectiva quedan varios partidos de Guillermo. El 2-2 ante River en la Bombonera el 01/06/2003, con un Boca perdiendo dos a cero y el muchacho, por sí solo, levantó a todo el equipo y convirtió los dos goles para el empate final.
Ante Paysandú, en Brasil, fue otro de los partidos en los cuales el Mellizo estuvo imparable. Un encuentro en donde Boca, recordamos, había caído en su cancha por uno a cero con gol de Iarley.
Copa Libertadores 2004. Otro hito de Guillermo sacando de quicio a todo River…
“¿El River-Boca por la Libertadores 04 sin hinchas visitantes?… Fui a patear un córner, me tiraron una botella de la tribuna, se la mostré al línea y de repente vi a un tipo puteándome desde atrás de los carteles. No sabía quién era, después vi que era Sodero. Como Hernán Díaz y Corti también me empezaron a putear, ahí sí la seguí y le dije al árbitro que había otros señores. ¿La verdad? Necesitábamos tiempo porque River nos ganaba 1-0, tenía un jugador más y se venía, así que aproveché para descansar…”, le dijo a El Gráfico.
Entre algunas cosas encontradas en ese reportaje, aparece esta respuesta que puede darnos algo de luz a su actualidad como DT: “Pasa Bielsa por la vereda de enfrente, ¿cruzás a saludarlo o lo ignorás? Voy a saludarlo. Le diría que es un gran técnico, que tiene una táctica como la del Ajax del 95, pero que sería mejor para el jugador que fuera más simple en algunas explicaciones, que no se complique tanto en la comunicación. Bielsa es una persona honesta, profesional, un técnico convencido de su idea, ofensivo; pero, según mi opinión, podría corregir eso. Tal vez también sea algo frío con el jugador, pero a mí eso no me interesa, porque yo sé que el técnico es el jefe, el que indica el camino que debemos recorrer. Yo puedo ser amigo de mis compañeros pero de tu jefe es difícil ser amigo, porque después tiene que tomar decisiones antipáticas”.
Por último rescato esta respuesta: “En el mundo del fútbol se especula mucho, desde los momentos para intervenir en un grupo, para decir algo en la radio, o para hacer un comentario en público. Si algo no hice ni haría nunca, es eso: especular”.
No son apenas tres o cuatro partido en donde el Mellizo hizo de las suyas llevando a Boca a la victoria. Fueron muchos encuentros, muchas situaciones…
Como jugador ha sido excepcional y como dijo en esa misma nota, que Dios no le dio los goles de Palermo ni la técnica de Riquelme, pero le dio la actitud que tienen los hinchas de Boca.
Qué pasa entonces con este técnico que, en su época de jugador, lo hizo con las convicciones claras y sin medias tintas…
Hoy encontramos a Guillermo muy afiatado a cierto lobismo periodístico que, sin necesidad de hacerlo, lo hizo. Su idolatría era o es tan grande, que no necesita de la protección del mundo periodístico. Que sus ideas son claras como para tener que embarrarse en cuestiones tan terrenales como el periodismo.
Que hoy está “encerrado” en cierto círculo de confusión. Tal vez Guillermo tenga las orejas hinchadas de escuchar tantas cosas. Pero no nuestras cosas, las cosas de otros, que lo único que saben es dar protección o dar guerra, nunca han pensado en el periodismo.
A esto habrá que sumarle que Guillermo hoy tiene más enemigos adentro que afuera. Que en el afuera todos sabemos que tiene el apoyo del presidente de la Nación, que fue él quien puso al Mellizo en el banco de Boca; que fue una larga y eterna aspiración del máximo mandatario.
También sabemos que el presidente de Boca depende de Macri. Son amigos… del fútbol y la política. Y negar esta influencia es negar la influencia de la corriente de El Niño en el clima mundial.
En fin… Entre el jugador y entre el técnico, no parece haber diferencias. Sí, claro, el contexto es muy distinto. Como jugador tenía que tomar decisiones dentro de la cancha, y como entrenador fuera de éstas en su gran mayoría. Y en este no poder meterse en la cabeza de cada jugador para que reaccione como él hubiera reaccionado, es un problema que deberá resolver. Ahora o más adelante, si quiere seguir siendo entrenador.
No se reveló nunca en lo que sucedió durante este mercado de pases. Sus adulones dicen que de todos los jugadores que llegaron sólo pidió uno. Y que el resto, ergo, lo trajo Angelici por negocios o por otras necesidades, vaya uno a saber.
Que extrañamente quiso jugar 433 cuando no tenía los jugadores para hacerlo, y ahora que los tiene juega un 4231. Que lo hace para conformar a Tevez, pero Carlitos tiene experiencia y categoría como para acomodarse más o menos a lo que pedía el entrenador cuando llegó a Boca. Evidentemente resignó su pensamiento, algo que no parece ser real en Guillermo.
Está confundido. De esto no me cabe duda alguna. Está confundido y su orgullo, siento, que no le permite ir para atrás y corregir. Por algo se dejó llenar de jugadores, que más temprano que tarde le van a traer muchos dolores de cabeza. Porque en breve tendrá que decirle vos no jugas a Pablo Pérez, o a Cubas, o a Sebastián Pérez, o a Barrios, o a Gago, o a Bentancur que tiene que jugar para ser vendido. Y estamos hablando de Pablo Pérez que está rindiendo bien en un puesto que no es el de él, mérito doble; Cubas que es la mejor aparición de los pibes en los últimos años; Sebastián Pérez volante central del campeón de América, Barrios jugador de la selección Colombia… ¿Y qué vamos a decir de Pintita? El único que no tiene chapa para quejarse es el uruguayo, pero como describí antes, tiene que ser vendido…
No creo en la mala fe. No creo que sea “ignorante”, que “no sabe”; pero evidentemente Boca te desnuda, Lanús no.
(Inspirado en mis compañeros de IBLF)
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
Y autor de “Con alma y corazón, el fenómeno Boca-Bianchi” de próximo lanzamiento
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