Fin de ciclo
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos |
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Impensada sensación de ciclo terminado. Lamentable sentimiento de que todo acabó anoche, en la Bombonera, con un Boca deslucido, como sin ganas de ganar, más que nada en el segundo tiempo, porque en el primero hizo bien las cosas, quiso, pero inexplicablemente después del escándalo con Gutiérrez, todo se vino abajo, lo que marca la fragilidad en todo sentido que tiene este equipo Xeneize.
Hablar de Guillermo en estos términos se hace difícil. Uno nunca llegó a imaginar que pronto la ilusión se disolviera de manera tan impactante… Pero qué cosas me lleva a pensar que es cosa juzgada; porque no todo pasa por los resultados o si una pelota pega en el palo sale o entra.
1- El técnico dijo que van mejorando partido a partido. Ante Central retrocedieron más que un paso, mucho más.
2- Todos saben en el mundo Boca que Guillermo no quiere líderes en su vestuario; él desea ser la máxima figura, el que maneje todo lo que pase allí adentro. Por eso tener a Carlos Tevez y a Fernando Gago para la manera de pensar del entrenador, es un problema. Tevez es un hueso duro de masticar… no se lo sacará de encima muy fácilmente; pero el caso de Gago es más sencillo porque viene de seis meses de parate. Nadie de Boca se acercó a Gago para hablar de su renovación (que ya es hora de hacerlo), y ayer, cuando el partido ameritaba la presencia de Fernando, porque era un jugador que podía darle claridad e idea futbolística a un equipo abúlico, no lo hizo. Hasta podría -Guillermo- haber optado por la cuestión anímica, porque a la cancha no le iba a ser indiferente la presencia de Gago en el equipo. Como hizo Bianchi en aquel año 2000, con Palermo ante River… Lo mismo o por lo menos parecido. Pero ni eso, che. Para mí lo de ayer fue una mojada de oreja para Gago.
3- Guillermo está convencido de que así debe jugar Boca. Guillermo triunfó en el club, se identificó con los colores, pero evidentemente, no lo lleva en la sangre. Viene de otra crianza, de otra formación… Es más, para Guillermo y su forma de jugar, Boca era el lugar ideal. Pero ahora para Boca, no es ideal la manera de pensar de Guillermo.
4- ¿Boca equipo o Boca negocio? Acá hay una culpa compartida. Porque más allá de gustos personales, detenerse y mirar, de manera particular el trabajo que realiza Bentancur, me llevó a la conclusión que en el primer tiempo nunca supo para qué lado jugar. No salió a cortar, cuando tuvo la pelota corría para atrás, y entre el pase a un central o pase a Benedetto, elegía el pase al central.
5- Es una persona orgullosa, y eso no está mal. Cuando esa personalidad se construye en base a éxitos o logros. Pero cuando lo sos, sin un currículum como DT que te ampare, quedás descolocado.
6- El capricho: sigue pidiendo un arquero, cuando en realidad lo que Boca necesita de manera urgentísima es un central uno por lo menos, de absoluta jerarquía. No puede ser que tanto Vergini como Tobio no tienen los recursos suficientes para jugar en Boca. Se confunden, dudan y, fundamentalmente no están capacitados para resolver los mano a mano.
7- Falta de estrategia. En un entrenador que no tiene una estrategia para ganar un partido. Tiene una táctica, pero no una estrategia. El numerito de 4231 lo tiene clarísimo; pero después saber cómo, cuándo, por dónde, con quién y para qué, no lo sabe. No lo tiene claro.
8- Sigue empecinado en armar una línea media con 2 volantes. Ayer, ante Central, que se quedaba con un solo delantero, se imponía la salida de un defensor por un volante que compensara la salida de Centurión. Era la entrada de un Barrios, o un Cubas para robar, hacer los relevos y de alguna manera no desgastar tanto al que más sabe con la pelota en el medio que es Pablo Pérez. Cierto que Barrios y Cubas no estaban en el banco… que lo tiró…
9- Cuando se lesionó Fabra, ¿había necesidad de poner a otro tres?
10- Muchos meses de trabajo. Pretemporada de tres meses como nunca. Jugadores al por mayor. Los resultados son siempre los mismos.
11- Boca se acostumbró a ganarle a los débiles y a perder o empatar ante los poderosos o los equipos más serios del torneo. Por lo tanto, las finales no se ganan.
12- Hasta mi mamá, comprando papas en la verdulería, le hubiera dicho a los defensores de Boca que no pueden jugar metidos adentro del área. Una vergüenza que un entrenador no se dé cuenta que no se puede defender así. La falta de jerarquía de los centrales es espantosa.
13- Somos el Barcelona del subdesarrollo… ese que hace 47 toques antes de patear al arco. Claro, el Barcelona lo hace en campo adversario, nosotros se la damos a los centrales.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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