Gago reacomodó a Boca
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos |
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Rendirse a las evidencias es una de las mejores maneras de disfrutar de las cosas, porque alegría como la de este domingo, hace mucho que los hinchas de Boca no gozamos; seamos realistas porque hasta ahora fueron todas malas. Rendirse ante las evidencias es saber ver, porque el cambio que tuvo el equipo ante San Lorenzo tiene un responsable directo, que es Fernando Gago; y otro indirecto, como Guillermo Barros Schelotto.
Lo dije donde pude: en una cancha como la de San Lorenzo, equipo que pone en la zona media cuatro y hasta cinco jugadores, disputar el juego con sólo dos volantes iba a ser un suicidio. Y parece que la razón le ganó al capricho. Quizás el Mellizo se dé cuenta que hay muchas formas de ser feliz, que no hay un solo camino. Que las cosas no son blanco o negro; que hay matices, y que todo vale. Jugar 4231, 442, 3421 o como ayer, un simple y efectivo 4312. Sí, como cuando jugaba Román…
Porque Gago fue el jugador que venimos reclamando, un tipo en el medio que hable, que ordene; que sepa cuándo acelerar, cuando mantener la pelota pegada al pie. Al fin y al cabo, la categoría no se consigue de un día para el otro. La categoría de jugar te la da la experiencia, la inteligencia y la técnica que tengas. No por nada exjugadores de Boca pedían que el club contratara futbolistas con experiencia.
Gago no sólo le dio orden y ayudó a ocupar mucho mejor el espacio del medio, si no que fue el socio de Tevez. Por fin uno! Un socio que, cuando tenía la pelota en su poder, enseguida lo buscaba al Apache, quien de manera automática se desmarcaba, se anticipaba y así la bocha circulaba casi sin inconvenientes y llegan a tres cuartos no digo con facilidad, sí con fluidez.
Esa fluidez que se veía apurada, obstaculizada hasta el partido anterior. Porque Gago le permitió a Bentancur y a Pablo Pérez, liberarse un poco más. Como que ambos jugaron con mayor tranquilidad y eso se notó.
Boca hizo dos pero pudo haber hecho dos o tres más. No es necesario poner una legión de delanteros para ser ofensivos. Hace falta tener jugadores de nivel e inteligentes.
Es y debe ser un aprendizaje para Guillermo. Es y debe ser para su libro como entrenador, un capítulo más que importante. Porque en la cancha quedó demostrado que siendo más cortos, no tan estirados a lo ancho y a lo largo, las cosas resultan ser mejores. Porque al fin y al cabo, San Lorenzo en su cancha es un rival que sirve de medida.
Vemos que en este partido Guillermo tuvo que haber aprendido una de las mejores lecciones; le quedan otras. Mejor dicho, le queda una sola lección que deberá aprender por convicción y no porque no le queda otra, porque vamos a ser sinceros, no estaba muy convencido de Fernando. Lo dije varias veces, el Mellizo no ve con buenos ojos a los referentes del plantel. Lo digo y lo reitero. Es un error pensar así, pero así son las cosas. No por casualidad se escuchó decir que ponía a Gago como titular para que quede expuesto ante la gente.
No quiero dar tantas vueltas: la lección que debe aprender Guillermo es que no se puede jugar siempre tocando y atacando. Hay una faceta importante del juego que se llama defender. Y en eso, el técnico de Boca tiene el concepto de marcar con presión o con mayor número de jugadores que el rival en una zona determinada. Y lo que en el fútbol hace falta es corte, robo; no alcanza sólo con hacer “sombra”, como sucedió ante Central.
Ahora, las consecuencias de esta manera de entender el juego son las siguientes: muchas posibilidades de atacar, y el rival tiene muchas chances de marcar. Quedó demostrado ante San Lorenzo que si hay un retoque que tiene que hacerse en el equipo, es en los centrales. Los dos que jugaron, más Tobio y eventualmente Magallán, no tienen la jerarquía para resolver lo que Boca deja hacer, poner un rival mano a mano con un defensor. No son firmes, no tienen argumentos técnicos ni de personalidad para bancarse esa forma de jugar.
Sin corte en el medio, el rival llega a la línea de fondo con gran parte del trabajo hecho, llega con más aire que lo habitual y sabe que sorteando a uno de los defensores, se va de cara al arquero. Y esto es lo que tiene que resolver Guillermo.
Vamos a jugar así? Ok, Guille, juguemos. Pero vas a tener que poner dos centrales que sean dos paredes, un nuevo Schiavi, un nuevo Patrón Bermúdez… Tendrá que buscar y encontrar. Y si no lo logra, tendrá que comenzar a pensar que la mejor forma de marcar es con un volante de corte en el medio.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca) Foto: Facebook Boca Juniors
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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