Boca es Nuestro. Programa del Jueves 8 de Diciembre

 

 

- Martín Herrera: "El futuro de Tevez estaría mas lejos de Boca que cerca".

- Martín Herrera: "Tevez arrastra una sinovitis desde que volvió y hoy no entrenó con normalidad, pero llegará al clásico".

- Martín Herrera: "La única duda es Pablo Pérez, que tampoco pudo entrenar. Si no llega, lo reemplazará Sebastián Pérez".

- Martín Herrera: "El equipo sería Sara, Peruzzi, Vergini, Insaurralde, Fabra, P.Pérez o S.Pérez, Gago, Bentancur, Tevez, Pavón y Bou".

- Martín Herrera: "Es probable que concentre Nazareno Solís".

 

 

- Agustín Petrillo: "El futsal cayó 4-1 ante Kimberley en la ida de la final. La vuelta se postergó por el fallecimiento de Matías Kruger".

- Agustín Petrillo: "En lucha, Camila Minutillo obtuvo medalla de oro en el Campeonato Nacional de Chile. Mesropian quedó eliminado en cuartos"

- Agustín Petrillo: "En voley femenino, Boca le ganó a Velez 3-2 por el tercer puesto. Perdía 2-0 y lo dio vuelta".

 

- Martín Marzolini: "Boca consiguio dos triunfos consecutivos ante Gimnasia de Comodoro y ante Argentino. Se alejo del último puesto".

- Martín Marzolini: "Fue clave Gianella en ambos partidos para conducir y liberar a Pérez".

- Martín Marzolini: "Mañana a las 20 Boca recibe a Instituto de Córdoba en La Bombonerita".

 

 

- Vanesa Raschella: "El sábado las Gladiadoras vencieron 6-0 a Estudiantes en el Pedro Pompilio. 3 goles de Bueno, 1 de Stabile y 2 en contra".

- Vanesa Raschella: "Meloni hizo dos cambios con respecto al equipo que enfrentó a Huracán. Ollivier y Rodríguez por Gerez y Curril".

- Vanesa Raschella: "Boca va 19 puntos en 7 fechas y está puntero con River".

- Vanesa Raschella: "La fecha que viene será la última del año, ante Platense. Será el sábado a las 17 y luego habrá un parate hasta febrero".

 

 

 

Diciembre suele ser un mes grato para los hinchas de Boca. Será porque se acerca Nochebuena, será porque se acerca Navidad, y es tiempo de hacer regalos a los hijos. Será porque es época de definiciones en el mundo futbolero y el Único Grande suele festejar en esos momentos y suele hacerlo seguido. Quién sabe, lo concreto es que mañana, viernes 9, se cumplen 54 años del penal más famoso de la historia. El penal de todos los tiempos. Apenas poco más de medio siglo de esa jornada épica del 9 de diciembre de 1962, que parece fuese ayer, mirá.

 

La década del ‘50 fue la peor de su historia para Boca. Apenas ganó un título local –el de 1954- que le permitió terminar una sequía de 10 años, y tras cortar esa racha, se fumó otros 8 sin ganar nada. Es decir que apenas gano un torneo de liga en 18 años. Imaginate como estarían hoy los neobosteros que no pueden bancarse más de dos años sin Boca campeón. Para colmo, la década del ‘50 había sido bastante propicia para riBer, metiendo bicampeonato 52-53, y tricampeonato 55-56-57. Lo que no sabían las plumas era que, tras esa alegría, venían amargura como para llenar el Mudomental. Las gallinas iniciaban una maravillosa racha de 18 años sin títulos. Y nosotros nos encargaríamos de hacérsela todavía más difícil de digerir.

 

El Puma Armando, quien había sido presidente en 1954 y 1955, cortando los diez años sin sonrisas, volvería a gobernar los destinos del club en 1960… y lo llenaría de gloria otra vez. Pero apenas asumió, junto a su par riBerplatenese Antonio Liberti apostaron a los espejitos de colores y se pusieron a contratar estrellas extranjeras para imponer en el país el llamado “fútbol espectáculo”. Lo único espectacular fue la dimensión del fiasco. Así que en 1962 el Puma decidió cortar por lo sano, volver a las fuentes y armar un equipo para salir campeón. De los extranjeros solo quedaron dos brasileños: Orlando para comandar la zaga,  y Valentim para hacer goles. Y también se quedaron otros que eran bien de acá, un megarecontracrack como Ernesto Grillo, y una dupla surgida en Ferro: Silvio Marzolini, el mejor lateral izquierdo de la historia; y el Tano Antonio Roma, el hombre de las manos de acero. Desde Vélez se sumó Carmelo “Cholo” Simeone para el lateral derecho y de Estudiantes  arribó un recio como José María Silvero para complementar la clase de Orlando; para acompañar al Rata Antonio Rattín en el medio de Atlanta llegó un flaquito que se corría la vida llamado Alberto González alias “Gonzalito”, y de Huracán se vino un crack rebelde con pasado riBerplatense, un tal Norberto “Beto” Menéndez. Otros nombres importantes que se sumaron fueron Néstor Erra, Juan José Pizutti y Eugenio Callá.

 

Ese equipo, comandado por José D’Amico, preparador físico que se hizo cargo del equipo en reemplazo del brasileño Feola, dejaría atrás el tiki tiki improductivo y se convertiría en paradigma de la solidez. Equipo de genética 100% bostera, era una roca impenetrable en defensa, y adelante era pura eficacia. Boca lideró toda la primera rueda, que terminó con 9 triunfos, 4 empates y 1 derrota, justo frente a riBer de visitante. El arranque de la segunda rueda no fue bueno: 2 triunfos, 3 empates y 2 derrotas, una de ellas ante el sorprendente Gimnasia, que con 9 victorias consecutivas –entre ellas ante Boca y riBer- consiguió apoderarse de la punta. Pero el repunte de los clásicos rivales y dos caídas sucesivas de Gimnasia, nos llevaron al marco del 9 de diciembre de 1962.

Una Bombonera en llamas recibía a los dos rivales igualados en la cima con 39 puntos, en la penúltima fecha del torneo. Boca llevaba 8 años sin títulos; riBer andaba por los 5 sin una alegría. Como si fuera poco, para la estadística cabe acotar que era el clásico número 100 de la historia. Simple: era una final.

 

Los once de Boca que salieron a la cancha fueron Roma; Simeone, Silvera, Orlando y Marzolini; Menéndez, Rattín, Gonzalito y Pezzi; Pueblas y Valentim. Cuenta El Gráfico que “jamás se escuchó ni se vio recepción igual, algarabía semejante, y explosión de petardos con semejante profusión. Fue un momento culminante”.  Ni que hablar cuando a los 14 minutos, Valentim, el hombre al que el Puma le había dicho al contratarlo que “usted hágale goles a riBer, que lo demás no importa”, cumplió a rajatabla y una vez más embocó a las gallinas, esta vez de penal. El partido entró entonces en el marco lógico: un equipo granítico como Boca, dejando que el tiempo se escurra sin que riBer pudiese lastimarlo.

 

Pero claro, el ayudín es histórico, y a 10 del final el árbitro Carlos Nai Fono inventó penal para riBer, tras una falta de Simeone que no existió. El Templo era una caldera a punto de estallar y los muchachos de riBer miraron al piso cuando hubo que decidir quién debía patear. Así que la agarró su número 10, el brasileño Delem, que había quedado maltrecho por una gentileza de su compatriota Orlando apenas había empezado el partido y caminó hacia el arco de La 12. Delem la acomodó, tomó carrera y remató fuerte, a la derecha de Roma. Y Tarzán se tiró para ese lado, estirando cada milímetro de su generosa humanidad y la sacó al córner. Mientras los jugadores de riBer protestaban un supuesto adelantamiento del Tano, el hombre de las manos de acero corrió a abrazarse con sus compañeros y con la gente que estaba dentro del campo y festejaba enloquecida (el partido estuvo 11 minutos parado por el festejo). Y Nai Fono haciendo gala de una honestidad brutal cortó por lo sano con el llanto de los jugadores de riBer: “Señores, les doy un penal en cancha de Boca a falta de cinco minutos ¿y quieren patearlo de vuelta?  ¡Por favor! Aire, aire, que penal bien pateado es gol”. Llegó el final y el triunfo de Boca. La locura fue tal que cuenta el Tano Roma que solo pudo irse de la cancha a las 9 de la noche, escondido en la caja de una camioneta y tapado con una lona. Una semana después, Boca le ganaría 4-0 a Estudiantes en La Bombonera, y sería campeón después de 8 años. E inauguraría no solo una década gloriosa, sino también la costumbre de arruinarle torneos a riBer. Pero esa, esa es otra historia.

 

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