Carlos Delfino: Boca tranquilamente podría aspirar a mucho más...
El lancha habló de todo sin prejuicios |
"Si metiera 40 puntos no estaría jugando acá". Carlos Delfino para la bola y analiza con mesura sus dos primeros juegos en Boca: “No hay que pensar que con mi llegada no vamos a perder más”. Metas, su impacto y el club,a fondo.
Ni un pequeño retraso por los dramas diarios del tráfico porteño (“esto en Santa Fe no pasa”, bromea) puede sacar la mueca de felicidad del rostro de Carlos Delfino. Se lo nota disfrutando el tener una vez más una pelota en las manos de manera cotidiana. Boca es su nueva casa y queda claro que no es uno más, ya que bastaron 40 segundos de su estadía en La Bombonerita para recibir el primer pedido de foto. Acepta, y luego se prende al mano a mano con Olé .
-¿Cómo viste el plano general en estos dos partidos? En los primeros seis cuartos se vio una dinámica diferente, pero en los últimos dos se vio a ese equipo que está peleando en la parte de abajo de la tabla.
-Hay que trabajar para que todos los cuartos sean parecidos. Son cosas que tenemos que ver y corregir. Se gana y se pierde, y si bien los rivales son buenos, duele repetir errores. Habrá que cambiar la ecuación para que el resultado sea distinto, adaptarse como hacen todos y buscar la solución. Hay que mirarnos a nosotros mismos y no pensar que con mi llegada no vamos a perder más. Y cuando digo mi llegada, incluyo a Gary (Forbes) y Nico (Gianella). Cuando estemos todos juntos, ¿seremos peligrosos? Sí, pero no vamos a ser imbatibles.
-¿Te ponés presión desde lo personal o después de tanto que te pasó lo tomás de otra manera?
-No me pongo presión para nada. Es obvio que el resultado con Quilmes duele, pero son cosas que pasan. Desde lo personal miro los minutos, cómo me voy sintiendo. Y por ese lado estoy contento. Desde el resultado, seguro que no.
-Por un lado está tu situación, que requiere paciencia. Pero también están las urgencias del equipo al mirar la tabla y encontrarse en el fondo. ¿Es difícil combinarlas?
-Siempre dije que hay que mirar hacia adentro. No en Hispano, o en Quilmes, que ahora está entrando a playoffs. Estamos lejos de esa zona. Es más, te diría que es dificilísimo llegar a playoffs porque los demás también juegan. Pero si hay algo que me ha caracterizado toda la vida es la tranquilidad. A esta edad, voy a ser el último en tocar el botón de alarma. Dependemos de nosotros mismos y faltan muchos partidos.
-Tu llegada revolucionó todo, en el club, los rivales, la Liga, el impacto mediático. ¿Lo sentís?
-Es que no estaba antes para notar el cambio.
-Te aseguro que tu llegada impactó muchísimo.
-(Risas). Vivir afuera me da eso, el no dimensionar o sentirlo natural. Me encanta que sirva para la Liga, me encanta jugar en un estadio lo más lleno posible y estar adentro de una cancha de nuevo. Ojalá este granito de arena sirva y siga para el futuro. Pero en este momento tengo la cabeza egoísta, y estoy pensando más en el pie, en mis minutos... Primero viene el pie, después yo, luego Boca, y después miro el entorno.
-Se dice que el mundo Boca tiene una magnitud enorme. ¿Lo notaste?
-Es muy grande, tenés muchas posibilidades y comodidad para trabajar. Estoy muy contento acá. Acá uno dimensiona un poco lo que es Boca. Si hubiese firmado en otro equipo, tal vez no se hubiese creado tanto como se creó en un club de fútbol como Boca. También pienso que, con toda la estructura que tiene, tranquilamente podría aspirar a mucho más, a cosas como quieren otros grandes del mundo, como Barcelona, Real Madrid. Boca puede ser faro en Sudamérica y el mundo.
-¿Por qué no se termina de explotar? Incluso no se aprovechó el mejor momento de ustedes con la Generación Dorada.
-Habría que hablar con la gente de marketing y dirigencial (risas). Yo me dedico a jugar al básquet, como lo hicimos con los chicos de la Selección hasta ese final donde tratamos de dar una mano. Cada uno debe hacer su trabajo. Boca es una marca grande y puede ser mucho más aprovechada a nivel basquetbolístico. Hay infinidad de equipos, por ejemplo la mayoría en la Euroliga, que tiene equipo de fútbol. No sé si dan ganancia o pérdida, pero siempre tratan de anotarse y que su club esté en la elite. Boca es conocido a nivel mundial en fútbol, y podría serlo en cuanto a básquet también. Están dadas las circunstancias.
-¿Con qué te quedarías tranquilo en estos meses?
-Con ponerme bien, salvar la situación con el club y si dan los números para ir hacia arriba, bienvenido. No me desespero. Momentos como con Quilmes te dan calentura, pero también tengo que meter un cambio para atrás. Entiendo que la gente esté esperando que meta 40 puntos. Si metiera 40 puntos, no estaría jugando acá. Estoy buscando el ritmo de juego, y si Dios quiere con el correr de los partidos me voy a ir acercando a lo que yo pretendo, no a lo que la gente quiere. Y eso es estar en un nivel cercano al de antes. Pero si estoy acá, indudablemente es porque la realidad es otra.
Fuente: Ole Por: Leandro Fernández
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