Centurión y diez más?
Por Marcelo Rodriguez |
Es difícil soslayar el rendimiento de Ricardo Centurión. Un pibe al que lamentablemente, el afuera mucho no lo ayuda. Pero dentro de la cancha demostró este fin de semana, como en otras oportunidades, que es un jugador no imprescindible, pero sí necesario. Sobre él se apoyó el funcionamiento de un Boca que volvió a repetir ciertos errores tácticos que tantos placeres le generó a Talleres hace una semana.
Parece que ya no es casualidad que los rivales tapen los costados y a Gago para que sean Vergini e Insaurralde los conductores, los que tengan que darle salida clara al equipo. Cierto: los jugadores de San Martín no tienen la misma categoría que los cordobeses. Basta con recordar que Talleres tuvo a Guiñazú y a Reynoso como los pilares de su rendimiento; futbolistas de cierta clase, importante, por no decir simplemente jugadores de clase.
San Martín trató de imitar aquellos movimientos; pero también vale destacar que Boca se movió. El “movete Boca movete, movete dejá de joder….” no se cantó este fin de semana, pero sí hubiera ameritado estas estrofas el otro día, en la Bombonera.
Uno de los déficit que tuvo Boca con Talleres fue la falta llamativa de movilidad, algo que puso superar en San Juan, a pesar del calor de la tarde.
Y fue esta movilidad la que le permitió tener una mejor salida, con jugadores más comprometidos en la marca y no simple ocupadores de espacios a la expectativa si el rival osaba pasar por su zona. Entonces ahí sí intentaban quitar el balón.
Las diferencias entre un equipo y el otro fueron notables. Boca puede multiplicar varias veces las calidades de sus jugadores con respecto a San Martín. Y si bien el marcador no reflejó la diferencia entre ellos, quedó claro que la victoria de Boca fue incuestionable, justa y sin reproche alguno.
Aunque si hablamos de reproches, caeremos en el mismo tema de siempre: la pelota parada.
Guillermo dijo que a Boca le tiran doscientos centros porque no tienen otra manera de entrarles en defensa, y esto puede ser cierto. Ahora, si vos sabés que el rival tiene como última alternativa el centro, tenés que armar un esquema defensivo que, primero, impida que se ejecute el centro, después, que en el área las marcas sean bien tomadas. Y en este campo, nos desayunamos (ya hace varios partidos) con una defensa en zona.
El gol de San Martín fue a falta de tres minutos para el final; si hubiera sido antes, seguramente Boca hubiera sufrido como pocos para llegar a la victoria. Y es aquí en donde recae la crítica: el por qué sufrir cuando no hay necesidad.
Ya lo sabemos todos: Boca juega así. Lo tomás o lo dejás. Yo no lo tomo ni lo dejo, lo critico. Quizás algún día alguien se haga eco de todo esto y tome las medidas necesarias. No sirve marcar en zona, lo único que genera en los rivales es que ellos saben que a Boca, en un tiro libre, te va a dar una chance para que conviertas, y eso no es bueno. Esto va fomentando la desconfianza en el equipo cuando saben que va a llover una pelota al área.
La solidez de un equipo se basa primero en la seguridad defensiva, luego en el despliegue del medio hacia arriba rubro en el cual no hay demasiadas críticas y sí muchos elogios. Pero insistimos con la idea de solidez… Boca es esto y de no mediar un cambio de entrenador, seguirá siendo esto.
Ah, me olvidaba. Quería mencionar otra vez a Centurión. Será tema del cuerpo técnico y de la dirigencia para acomodar al jugador a la realidad que vive, y que salga en los medios por sus gambetas en la cancha y no por otras gambetas en otros lugares. No está demás decir que si esta dirigencia realmente piensa en las cuestiones futbolísticas, tendría que negociar ya su pase y comprarlo. Si no lo hace, seguirán abonando mi teoría que acá lo único que importan son los negocios.
Y hablando de negocios, se va en junio Bentancur… Buena suerte a un jugador híbrido…
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
|