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Los hinchas también saben

Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos

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Sí, claro. Algunos más, otros menos; pero si todos trataran de despojarse un poco de las cuestiones subjetivos, en su gran mayoría creo que coincidiríamos, lo que hace más grave la situación de Guillermo Barros Schelotto al frente del equipo.

Que el Mellizo sea el que toma las decisiones, asusta. Porque delante de sus ojos, durante seis días de la semana, durante varios meses, tuvo delante suyo a un jugador como Wilmar Barrios que, bajo la excusa de que se está “adaptando”, tuvo muy poca participación en el equipo, aunque éste lo necesitara como el agua. Y en las malas, como el partido ante Newell´s, el morochito entró y se ganó una vez más, el corazón de la gente.

No es Pelé, Riquelme, Maradona o Messi; es Barrios, un luchador, un tipo que no espera a que lo encaren con pelota dominada, siempre trata de que el rival a marcar no tenga la bocha segura. Te aprieta de espaldas, de frente, va a los dos costados, es rápido y no se queja: quita, va al suelo y pasa la pelota. Algunos cuando hacían esto esperaban la ovación de la gente, Barrios parece que no. Como que hace su trabajo y punto.

Dentro de este ver pero no ver de Guillermo, cabe la pregunta del millón: ¿Si estaba Bentancur jugaba Barrios? La respuesta creo que la tengo, y el millón también: jugaba Bentancur.

Guillermo es como esos caballos que le ponen anteojeras para que no se distraiga con los alrededores, que fija la mirada en un punto delante y camina, camina, sin reflexionar.

Ese ir sin mirar ni pensar, nos puso en estas condiciones. Que si bien lo tiene a Boca puntero y cada vez con más chances de ser campeón, lo que no tenemos es un equipo serio. Como dijo Riquelme: no somos serios. Porque en gran parte este grupo se conformó con jugadores que eran despreciados de sus equipos de origen. Y cuando tenés algo de aire fresco en las inferiores, te cegás y ni siquiera le das minutos de juego para que se vaya haciendo.

Todo esto tiene que ver con los pedidos de los hinchas, con los aplausos, con los silbidos. Los aplausos a Barrios fueron desoídos hace tiempo. Los silbidos para Silva, también fueron desoídos… Por Vergini también… Y se quedan ahí, en la gatera, por Pablo Pérez y Cristian Pavón.

Pérez porque no sabemos muy bien por qué. Ha tenido buenísimos partidos pero está a la vista que ahora no está bien. Que le pesa la responsabilidad, o algo por el estilo. Sin embargo, no se mueve del equipo. Pavón es otro jugador que está retenido en primera por varios motivos, supongo. Primero porque lo quieren vender a todo costa. Segundo, porque no tienen reemplazante. Mejor dicho, lo tenía con Palacios, pero Guillermo lo dejó ir.

Junior Benítez es otra posible bolsa de silbidos que por ahora, no sabemos tampoco muy bien por qué, el DT le da más chances que al pibe Maroni. E insisto: Guillermo es un técnico sin pibes. Un proyecto que se da de boca contra el suelo con el supuesto proyecto de la dirigencia que, en su paso anterior quiso fundar la escuela del Barcelona en la Candela (a no olvidarse de esto).

Por eso, cada día que pasa, cada manifestación que se escucha, cada vez tienen más razón.

Son hinchas, son fanáticos, llenos de sentimientos de broncas, de alegrías y muchas veces no pueden ser claros a la hora de opinar como sí debemos y tenemos que ser claros los periodistas, que también son o somos hinchas, pero con otro nivel de responsabilidad porque mal que bien, uno está formando opinión en la gente. Poquita, nada o mucha; pero siempre algo queda en el otro.

La carrera por el campeonato sigue abierta aunque faltan menos vueltas. Boca sigue siendo su peor enemigo. Guillermo no le encuentra la vuelta y los rivales en esta lucha, poco hacen para seguirle los pasos a este irregular equipo que, después de un año y medio de trabajo, tendría que verse otra cosa.

Perdón con las comparaciones pero muchos se preguntaban cuál era el secreto de Bianchi. Y su secreto era siempre poner a los mejores. Hoy parece que esa política es reemplazada por los caprichos del momento.

 

Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)

* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.