Nada es casualidad
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
El riesgo de que todo lo que escriba de ahora en más en esta nota caiga en un saco roto es tan real como lo es también la chance de acertar sobre lo que vendrá.
Particularmente no creo que la versión de la venta de Benedetto haya sido antojadiza, o la haya llevado a cabo alguien que quiera desestabilizar porque, a decir verdad, ya bastante desestabilizado está el club con este final de campeonato que nos puede llevar a la gloria o a Devoto.
No es casualidad. Nada es casualidad. Arranquemos por la “gira” europea que llevaron a cabo Angelici y Tapia, para contratar a Sampaoli. Casualmente quien acompañó al dúo fue Cristian Bragarnik; el nuevo hombre fuerte del fútbol argentino, que posee las representaciones de jugadores y entrenadores, generando el ahora llamado conflicto de intereses… Antes le decíamos falta de ética.
Y, oh, casi que de la nada… Apareció la venta de Benedetto, que se dio a conocer a la medianoche, luego de un día agitado donde existe habitualmente un ejército de periodistas buscando información sobre el xeneize.
Pero no, cayó entre gallos y medianoche y al día siguiente fue comidilla de todos los medios, la sorpresa de todos los hinchas, y la indignación de una gran masa de hinchas y socios que se manifestaron por las redes sociales.
¿Casualidad? Presidente de Sevilla y presidente de Boca, dicen tener una gran amistad y que se podrían generar “intercambios” entre las instituciones. Y cuando escucho esto, no puedo dejar de pensar en las veces que el club se asoció a otro, que se invirtió dinero, jugadores y que esa sociedad no llegó a nada. Me acuerdo de algunos clubes rusos, después llegaron algunos clubes brasileños, chinos… Acuerdos que se anunciaban, no se veía desarrollo del mismo y un día cualquiera ese tema pasaba al olvido. Y también pasa con los representantes: Antes era Garmanik, Hidalgo, hoy es Bragarnik que aparece un día sin querer y desaparecerá en algún momento sin dejar rastros.
La versión obligó (¿obligó o ya estaba planeado?) a Angelici a salir por twitter y declarar que Boca no necesita vender jugadores porque no sé muy bien qué, estamos mejor que nunca. En realidad, tendría que haber dicho Boca no vende a Benedetto, sin adornar esa aclaración con un superávit “histórico” en el balance. No sabemos si en ese balance estarán los beneficios alcanzados por haber invertido en dólar futuro, como si el club fuera una financiera o un banco… en fín…
Lo único real es que casualmente es el Sevilla el equipo comprador. Casualmente por allí estuvieron Angelici y Bragarnik; curiosamente, Angelici y Tapia (la AFA bostera), negociaron con el presidente de esa entidad la salida de Sampaoli. Y uno se pregunta si esa supuesta venta de Benedetto tendrá que ver con la rescisión de contrato de Sampaoli.
En Boca pasan y van a pasar muchas cosas. Porque hay una venta casi segura de Pavón en días más, porque lo de Benedetto, insisto, algo hay en realidad y que todo se echó para atrás por la reacción desfavorable del hincha. Y porque entre las manos del presidente, estoy casi seguro, hay alguna jugada política para despegarse de este momento.
Creo, no puedo asegurarlo, que Angelici siente que le está pasando lo mismo que cuando no le renovó a Falcioni e hizo lo que dijo la gente, contratar a Bianchi.
Claro, Bianchi debió pelear contra los rivales y contra un frente interno terrible…. Fueron tantos los palos en la rueda que ni siquiera le dieron el “honor” de que el Virrey se despidiera de su público. Y todo bien regado con compras que sistemáticamente eran negadas y que tenían en Mauro Bianchi el chivo expiatorio necesario, para echarle la culpa a él. Acusarlo de negociados y otras yerbas más. Algo que hoy parece que no sucede; ¿o sí? Porque llama poderosamente la atención la disposición de Boca para con Bentancur, lo que fue la venta de Calleri, para la titularidad sin discusión de Vergini, hasta para la “mayor marca” de Silva, pobre pibe!
Presiento un cambio de timón que, oh casualidad, tendrá nuevamente como protagonista a Carlos Tevez. Y oh casualidad, su representante volvió a declarar ayer, diciendo que no vuelve, pero que “todo puede ser muy cambiante”, o algo parecido. Diciendo no vuelve, pero puede volver…
Ese volver sería para este semestre si Boca no sale campeón, o sería para fin de año. Pero no será sólo él, vendría acompañado por Wanchope, y es ahí donde cierra la venta de Benedetto. Además, Cruzeiro le debe palo y medio a Huracán para comprar el 50% de su pase y le queda pagar otros 4 palos por el resto de la ficha… Dinero que Huracán necesita y que no le importará demasiado si viene del Cruzeiro o viene de Boca.
De concretarse esta situación, tenemos que considerar que el cuerpo técnico encabezado por el Mellizo no continuará. Aunque no lo digan, Guillermo no gozaba con la presencia de Tevez en el plantel, como también le bajó el pulgar a Wanchope, el amigo de Carlitos. Eso sí, tuvo que tranzar con Tobio y, como verán, se vio obligado a ponerlo como titular en estos últimos partidos por los motivos que ya todos sabemos. Y por otras muchas cosas más que pasaron y que las voy a resumir en esto que pudo haber pasado: Wilmar Barrios pudo haber ido a jugar este campeonato a préstamo a Gimnasia… Qué visión la del entrenador, por Dios
Insisto: Presentimiento. Se vienen cambios. Que serán radicales. Cambios que no sabemos si serán buenos o malos. Sí hay algo seguro, que pasa y lo que viene no da señales de que deje de pasar. Hablo de la pérdida de identidad que es constante como una canilla que gotea. Pierde, pierde y va a llegar un día en el cual ya no goteará más; la identidad xeneize será sólo una marca de mercado, alimentado de promesas de pasaportes, de estadio modernísimo, de descuentos en supermercados, de créditos a sola firma en un banco… Será a cambio de la promesa de un mundo ideal que nunca va a llegar.
Foto: Diario As (Arg)
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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