En Boca se viven tiempos de definiciones
Jugadores que vuelven y algunos se van |
"Dependemos de nosotros y tenemos que seguir trabajando. El objetivo está cada vez más cerca", le decía hace unos días Darío Benedetto a la nación, en una entrevista en la que el goleador de Boca expresaba su ansiedad por estar a un paso de ser campeón con el conjunto azul y oro.
El equipo que conducen Guillermo y Gustavo Barros Schelotto tiene la vuelta olímpica al alcance de la mano. Ya ingresó a la recta final y la bandera a cuadros está cada día más cerca. No fue un camino fácil. Hubo obstáculos de todo tipo: físicos, deportivos y futbolísticos. Pero al fin y al cabo, cuando quedan 9 puntos en disputa, lleva 4 de ventaja sobre River, su escolta.
Boca (56 puntos) puede coronarse el próximo fin de semana. Pero en caso de lograrlo, será lejos de un campo de juego. El conjunto Xeneize será el campeón si supera a Aldosivi el sábado próximo, en Mar del Plata, si Banfield (51) no gana el viernes (recibe a Rosario Central) y si River (52) pierde en el Monumental frente a Racing, el domingo. De no darse esta serie de resultados, la consagración se estirará hasta el miércoles, cuando la vuelta olímpica puede darse en Bahía Blanca, frente a Olimpo.
Es cierto: el líder parece tener el fixture más amigable de todos los que siguen en carrera, pero tanto el conjunto marplatense como el bahiense tienen la urgencia de sumar para engrosar sus promedios. El cierre será contra Unión, lejos de la lucha por los primeros puestos y sin problemas con el descenso.
Es un torneo realmente largo, que comenzó el 28 de agosto del año pasado y concluirá el próximo 25 de junio. Fueron diez meses de competencia, con casi tres de receso durante el verano, como consecuencia de la huelga impuesta por Agremiados, que prolongó todo un poco más de lo previsto y compactó la definición: en un margen de diez días se jugarán las últimas tres jornadas.
Boca (56 puntos) se trepó a la cima de las posiciones el 11 de diciembre de 2016, después de ganarle 4 a 2 a River en el Monumental por la fecha 13. Desde entonces, y contra viento y marea, logró mantenerse en soledad en lo más alto. Pese a ello, fue notable el repunte del equipo millonario. Tras aquella derrota superclásica como local quedó a 11 unidades del puntero, y llegó a descontarle 10. El esfuerzo, más valioso aún porque en el medio los de Núñez están disputando la Copa Libertadores, tiene premio: está segundo. Pequeños guiños de mala suerte atentaron contra el zarpazo final del conjunto conduce Marcelo Gallardo para arrebatarle la punta a Boca. El empate de local ante Rosario Central (0-0) y la derrota frente a San Lorenzo (1-2), incluida una lesión muscular de su goleador, Sebastián Driussi, parecen haberlo dejado fuera de combate. Sin embargo, en un torneo tan parejo y tan impredecible, nada puede anticiparse. Tras enfrentar a los de Avellaneda, River recibirá a Aldosivi y visitará a Colón, en Santa Fe.
Otros equipos que mantienen una luz de esperanza son Banfield, San Lorenzo (49) y Newell's (48). Podría agregarse a Independiente (45) a este grupo, ya que todavía debe el encuentro de la jornada 17 con Defensa y Justicia que iba a jugarse ayer, pero que fue otra vez postergado a pedido del club de Florencio Varela y no tiene fecha programada. Sin embargo, el tropiezo sin atenuantes que tuvieron los Rojos en su visita a la Bombonera parece haber dinamitado sus ilusiones.
"Como todos, tenemos altibajos. Es mentira que hay un equipo del fútbol argentino que juegue bien todos los partidos. Todos estamos iguales. Y creo que no es casualidad que después de casi 20 fechas sigamos siendo punteros, aun cuando algunos rivales se hayan acercado. Estamos muy cerca del objetivo. Los puntos todavía no dicen que somos campeones, así que hay que seguir trabajando. El equipo está bien, tranquilo, y sabemos lo que estamos jugándonos", analizaba Benedetto en la entrevista con la nación.
Y en parte tiene razón el goleador del campeonato. Fue un torneo de rachas. Hubo un muy buen arranque de River (puntero hasta la quinta fecha), una buena etapa de Estudiantes (líder entre la 3º y la 12º), un camino irregular, pero a la vez protagonista de Newell's (escolta en 12 jornadas), de San Lorenzo y un notable cierre de Banfield (ganó seis de los últimos siete juegos y se trepó al podio). La paridad es notable, aunque lo más visible hayan sido las chances desaprovechadas por el conjunto azul y oro para estirar su ventaja en lo más alto y garantizarse mucho antes una nueva estrella en su escudo.
"Estamos primeros y tenemos la camiseta de Boca. Ser campeones es una obligación", manifestó hace un mes Fernando Gago, capitán del club de la Ribera. Y aunque es real esa presión, al mismo hay algo irrefutable: aún cuando el buen juego no lo acompañó en buena parte de este 2017, con actuaciones muy por debajo de lo realizado a fines de 2016 (Talleres, Patronato, Atlético de Rafaela y Huracán, entre otros) desde que Boca llegó a la cima de las posiciones en la 13º fecha, el 11 de diciembre de 2016, nunca más se bajó. Ya son 15 jornadas viendo a todos sus rivales desde arriba. Y eso, a esta altura del campeonato, es una fortaleza que pasa más por lo anímico y lo mental que por lo futbolístico.
LO QUÉ LES FALTA
Boca (56 puntos): el único líder del campeonato visitará el próximo sábado a Aldosivi, en Mar del Plata. El miércoles 21 jugará con Olimpo, en Bahía Blanca, y en la última fecha recibirá a Unión, en la Bombonera.
River (52): golpeado tras la derrota con San Lorenzo, recibirá a Racing este domingo. En la próxima fecha lo visitará Aldosivi, también en el Monumental. Cerrará su actuación ante Colón, en Santa Fe.
Banfield (51): probablemente, el poseedor del fixture más complicado. El viernes recibirá a Rosario Central. En la fecha 29 visitará a San Lorenzo en el Bajo Flores y, en la última jornada, recibirá a Racing.
San Lorenzo (49): el triunfo sobre River le devolvió la ilusión, aunque depende de varios tropiezos de Boca (está a 7 puntos y faltan jugarse 9). Visitará a Colón, recibirá a Banfield y cierra con Talleres, en Córdoba.
Newell's (48): muy lejos, pero con la expectativa de meterse en las Copas internacionales, el conjunto rosarino recibirá a Lanús en la fecha 28, luego visitará a Belgrano, en Córdoba, y en la última jornada recibirá a Godoy Cruz en el Marcelo Bielsa.
Fuente: Pablo Lisotto para La Nación
Los 15 nombres que esperan una definición de Barros Schelotto.
Muchos retornan a Boca después de sus préstamos.
Mientras al maratónico torneo de 30 fechas todavía le faltan tres jornadas y cuando el Boca de Guillermo Barros Schelotto sueña con dar la vuelta olímpica, en el club hay otros temas por resolver. Es que en muchos lugares del planeta fútbol la actividad ya se terminó y a Brandsen 805 deben regresar 15 jugadores que están a préstamo en otros lugares. Por eso hubo una reunión entre Daniel Angelici y el Mellizo, en la que comenzaron a delinear quiénes pueden ser tenidos en cuenta para la pretemporada que se iniciará en julio y a cuáles hay que buscarles un nuevo destino.
En el repaso aparecen varios apellidos importantes. Uno es el de Andrés Chávez, quien no será tenido en cuenta en San Pablo y debe retornar. Al zurdo ex Banfield, igual, lo está siguiendo de cerca el Cruz Azul de México y es difícil que se quede en Boca, ya que el club tiene sólo el 50 por ciento de su ficha y buscan recuperar parte de la inversión (2,5 millones de dólares). Entre los delanteros también están Di Franco, Mauro Dalla Costa y Nicolás Benegas, pero ninguno entra en la consideración porque Guillermo quiere darle rodaje a Marcelo Chelo Torres, goleador del Sub 20 que no tuvo participación oficial desde que retornó del Sudamericano. A quien observarán es a Agustín Bouzat, quien volverá de Defensa y Justicia, en donde tuvo un buen semestre y en el que creen que pueden encontrar una buena opción como extremo para el semestre que viene. El caso de Guido Vadalá es distinto, porque Boca primero deberá consultar a Juventus, el club dueño de la mitad de su ficha, para saber si no pretende darlo a préstamo a un club de Europa para que siga su formación.
En la línea de volantes el apellido que sobresale es el de Andrés Cubas quien terminó su contrato con Pescara de Italia (jugó apenas un partido) pero su futuro en Boca es una incógnita. Si aparece un buen club comprador, será vendido (el pase está tasado en 4 millones de dólares) pero con Sebastián Pérez lesionado (le faltan tres meses de recuperación), el chico surgido en el club puede ser un buen refuerzo en la mitad de la cancha para el plantel hasta diciembre.
Con Gonzalo Castellani ocurre algo similar: si llega una buena oferta, lo negociarán. A Tomás Pochettino (también en el club de Varela) lo evaluarán como a Franco Cristaldo, quien jugó poco en Rayo Vallecano pero que es del gusto del DT. La suerte de Nicolás Colazo (vuelve desde la Liga de Australia) estará atada a un ofrecimiento que aparezca del exterior. En la defensa, Pedro Silva Torrejón (Southampton) y Fernando Evangelista (Atlético Tucumán) pueden ser una solución como alternativas en el lateral izquierdo ante la salida de Jonathan Silva, a quien se le vence el préstamo de Sporting Lisboa y emigrará. En los casos de Leandro Marín y de Alejandro Maciel (un juvenil que está en Talleres de Córdoba) les buscarán nuevo club.
Por Matías Bustos Milla para Clarín
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