¡Qué lindo es ver jugar a la pelota!
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
Es cierto, hay que ir con cuidado… porque los adjetivos calificativos son baratos, y no tenemos problemas en usarlos hasta el hartazgo.
El fútbol, pero más la necesidad de ver y de tener, es así. Quien toca la pelota con calidad, quien piensa, quien no corre como loco y le da más velocidad a la pelota que a sus piernas, siempre deslumbra. En la falta de jerarquía, cuando aparece alguien que piensa el juego, también deslumbra. Y por qué no pensar que por algo un país futbolero como el colombiano tiene a este personaje en su selección.
Claro que hablamos de Edwin Cardona y, qué lindo es ver a un tipo que juega a la pelota. Fue poquito, apenas 45 minutos, tiempo que alcanzó no para ver tantos lujos o sólo pensar en el gol que convirtió. Si no que, quien pudo observarlo, se habrá dado cuenta que lo hizo tranquilo, sabiendo muy bien qué hacer. Lo hizo con confianza, con esa que suelen tener los jugadores de nivel internacional.
Es verdad que uno vio a Cardona y de repente recordó que su ficha vale 18 millones de dólares. Que es una linda sorpresa que va a durar poquito. Que habrá que disfrutar cada minuto porque indefectiblemente se irá. ¿Se irá? Quiero suponer que si Boca llegó a negociar por el colombiano a pesar de los 18 palos, algún atajo económico habrá también en el medio, como para que no nos saquen la torta antes de soplar las velitas.
Cardona me hizo recordar a Riquelme. Pero no por sus similitudes de juego; sí por su presencia dentro de la cancha. La pisó, la pidió, la buscó. Se paró a la izquierda como lo hacía Román, y de ahí trato de comandar al equipo.
Tomó riesgos. Porque en el gol que convirtió, para quien debuta en un equipo como Boca siendo extranjero, hubiera sido más sencillo mandar un centro y no buscar el segundo palo. Pero arriesgó. Y eso es un síntoma positivo. Como fue positiva la presencia de Maroni. Jugadores que le cambiaron la cara al equipo con respecto al primer tiempo, y no me vengan con el verso del primer partido, de piernas duras y otras justificaciones más. Esto es sencillo, al fútbol se juega. Quien no lo juega, no lo gana.
Entonces… Cardona es un gran aliciente para el alma xeneize que andaba penando por alguien que pensara el juego. Habrá que darle tiempo y también habrá que tenerle paciencia, porque se sabe, es un poco lagunero en su juego.
El otro tema que quiero tocar es para la reflexión final para todos. Los que están a favor de la dirección técnica y para quienes no. Para los que estén a favor de la CD y para los que no. Pienso: “Guillermo nunca puso a Cardona en su lista de prioridades”. Cardona llegó a Boca por una oportunidad, ¿por casualidad? Digamos… Lo quiso Angelici, lo aceptó Guillermo. Y con ese “sí” del DT, se abrió su propia grieta estratégica y táctica. Ahora, jugará con un 4-3-1-2 o seguirá insistiendo en su esquema: 4-3-3.
Es raro. Si me gusta jugar vertical, sin pausa y directo al arco contrario, tal vez un lento, un gordito como Cardona no es mi jugador ideal. No quiero pausa, quiero velocidad. Pero el fútbol al fin de cuentas siempre te enfrenta con la realidad. Boca fue un equipo con Pérez, Chicco y Zuqui; y otro muy distinto con Barrios, Cardona y Maroni que, en este último caso, podríamos suplantarlo por Gago. El juego no fue el mismo, y Boca en esa segunda etapa fue muy superior y debió haber ganado el partido por varios goles.
¿Qué hará el DT? La sensación es que el equipo merece un tradicional 4312; sin embargo, sabemos que no es la idea inicial de Guillermo.
Y hablando de Guillermo, poca mención a la vuelta de Sara. Volvió y respondió a la altura de las circunstancias. Sí, partido amistoso y el primero de la pretemporada. Pero respondió las veces que tuvo que intervenir. Una buena por Sara.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
Foto: Ole
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