Córtenla un poco...
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos |
Cuando todo aquello que se logra, se lo minimiza, es una situación que puede terminar de dos maneras: deprimiéndote o en el peor de los casos, te hacen creer que lo que ves y sentís, no es verdad. Que la verdad es la que dicen los otros. Es un sutil pero efectivo trabajo que, si un equipo de fútbol no se encuentra bien de la cabeza y fortalecido como grupo, puede arruinarlo con el paso del tiempo.
Decir que los hinchas de Boca estamos hartos de que siempre se diga que el equipo no le ganó a nadie. Que el rival apenas jugó 10 minutos bien, o que si el adversario tuviera jugadores de otra jerarquía entonces… ¡Entonces las pelotas!
Cansado de escuchar, como lo habrán hecho otros, que Godoy Cruz jugó 20 minutos, que tuvo la “osadía” de atacar a Boca; cuando en realidad, el fútbol es atacar y defender, y que un equipo salga a agredir al xeneize en su estadio no es ninguna novedad, ni tampoco algún milagro poderoso. Es simplemente un equipo que se siente seguro, que sabe lo que tiene que hacer, y que como Godoy Cruz, jugó todo lo bien que lo dejó Boca. Que por momentos fueron los que dominaron; pero cuando Boca le tomó la mano, lo midió y lo noqueó.
¿Godoy Cruz mal equipo? El que estuvo en la cancha lo pudo apreciar en toda su expresión. Sabían qué hacer, por dónde ir, y se vio como se desplegaban. Y Boca lo sufrió. He aquí el doble mérito de los boquenses. Porque se repusieron ante un rival difícil, pudieron imponer su idea futbolística, y se llevó una victoria contundente, porque lo fue demoliendo, porque supo (algo que muchos se han olvidado), remontar un resultado adverso, con lo complicado que suelen ser estas cuestiones.
Tampoco habrá que dejarse llevar por las duras críticas que se llevó Cardona, jugador el cual tiene toda la clase toda, y que vaya uno a saber por qué andan diciendo que jugó mal… Realmente entre ellos y yo, vemos el fútbol muy diferente. ¿Será envidia? Al colombiano le alcanza con un amague o un toque para realizar la jugada que otros equipos necesitarían de diez o doce pases para concretar.
Los hinchas tenemos que disfrutar que, si bien no es el Boca de la génesis de los hermanos Schelotto, se convirtió casi sin querer en un equipo que dejó de lado el golpe por golpe, que maneja la pelota, los tiempos y el clima de los partidos; y que del medio hacia adelante, cualquiera te puede embocar. Dejaron de ser goleadores sólo los delanteros, ahora se suman los volantes, una materia pendiente del pasado torneo.
Después, digan lo que digan, Boca le ganó a Godoy Cruz con autoridad. Porque los mendocinos nunca se resignaron a perder el protagonismo del partido, y eso generó un doble valor en la victoria xeneize.
Atrás quedarán algunas críticas o cuestiones que a esta altura de la “vida” no entiendo cómo no se resuelven (como los saques de arco con el equipo marcado en la salida); y otras cuestiones que tienen que ver con situaciones puntuales más que globales.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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