PP: El potencial del puntero
Por Leandro Valdés para Cadena Xeneize |
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Boca goleó 4 a 1 a Godoy Cruz. Nunca le había marcado cuatro tantos al equipo mendocino a nivel oficial, a pesar de ser el de ayer el décimo encuentro consecutivo sin derrotas ante los Tombinos.
Lo primero a tener en cuenta es que el score final no refleja lo que vimos en el campo de juego. El Xeneize fue el justo ganador, pero no podemos hablar de tres tantos de diferencia. Lo segundo es que sin ser la mejor tarde de Gago y de Cardona, Boca tuvo unas diez chances de gol, convirtiendo cuatro de ellas.
La visita vino a ahogar la salida de Boca, con tres puntas que tapaban a los zagueros y laterales del club de la Ribera, forzando el saque largo de Agustín Rossi ante cada saque de meta o infracción en campo propio. Además de los tres puntas sin lugar fijo (Garro, García y Correa), se sumaban el intermitente pero talentoso Giménez con más el vertical González y el experimentado Abecasis por el costado derecho. Vino al palo por palo, llevando en varios pasajes del partido a jugar como lo hacía el Boca de Guillermo de hace unos meses. De hecho, en un mano a mano ante Correa (primer tiempo), y luego con los pies abajo ante Angileri y leyendo la jugada ante Ramis, Rossi tuvo su partido especial. Tapó tres claras, principalmente el fusilamiento de Correa cuando el partido estaba uno a uno. Atajadas necesarias para él y ni hablar para Boca.
Por eso dijimos que no hubo tres goles de diferencia, pero el potencial de este puntero (que lleva largos nueve meses arriba de todos) no sólo se vio en la contundencia y eficacia en el arco rival, sino en otros adjetivos fundamentales para todo equipo: inteligencia, talento y solidaridad. Veámoslos al revés. La solidaridad la encontrás en como Benedetto se abre de piernas en el segundo gol o como asiste en el cuarto (el goleador no marcó pero jugó para el equipo), el talento lo ves en el pizarrón del primer tanto (córner en el que pelota es enviada fuera del área, devuelta a la misma, la bajan para que Pérez la acomode contra un palo) y en el pase de Pérez a Pavón para el tercero. Pero lo que más importa –Bianchi dixit- es la inteligencia y la tranquilidad de este equipo. Arrancó 0 a 1 de entrada y jamás se desesperó. Tuvo llegadas claras antes de empatar y desniveló merecidamente el tanteador con sus mejores armas futbolísticas: rotación, verticalidad y la jerarquía o capacidad individual de sus jugadores. Dentro de las individualidades, nuevamente Pablo Pérez jugó por encima de sus compañeros. Al igual que contra Olimpo, no sólo por facturar en la red contraria, sino por llegar seguido al área rival, por asistir y por poder frenar la pelota cuando, como se indicara, no fue el mejor día de los conductores (Gago y Cardona).
Siempre quedan cosas por corregir. Mencionemos algunas como el retroceso ante los ataques y/o contraataques rivales, las distracciones como en el gol rival o en los pelotazos frontales, algún sobresalto por el andarivel de Fabra y el perder el control táctico del partido en varios minutos que se jugó a lo que vino a hacer el adversario. Pero es mucho más sencillo hacerlo en esta senda ganadora del equipo de Guillermo, que con el de ayer llegó a 17 partidos marcando goles en forma ininterrumpida.
PP, como es conocido éste jugador de nivel de selección, fue la mejor síntesis de ayer: corte, tranquilidad, jerarquía, gol, asistencia y los aplausos de todo el público al salir. Así jugó Boca.
Por Leandro Valdés. Abogado y Periodista. Autor de Los verdaderos Mellizos de la Boca @leandrovaldesVM y Mística 2000 @bocamistica2000. Integrante de @asadosbosteros y @cadena_xeneize. Foto Facebook Boca Juniors
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