Nahitan Nández, con ADN Xeneize
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La alegría de Nández: "Lo soñé toda mi vida". El joven volante uruguayo de Boca definió el Superclásico con un golazo que decretó el 2-1 final sobre River. "Uno siempre sueña con hacer un gol así, pero cuando se lo lleva a la realidad es otra cosa", afirmó.
El volante uruguayo Nahitan Nández marcó el triunfo de Boca en cancha de River y fue para este joven de 21 años "un sueño cumplido", luego de conocer en su país lo que es también jugar un 'superclásico' como el de su anterior equipo, Peñarol, y Nacional.
"Uno siempre sueña con hacer un gol así, pero cuando se lo lleva a la realidad es otra cosa", confió el volante por derecha, que anotó el segundo tanto para la victoria por 2-1 de los 'Xeneizes' tomando el balón de aire tras un centro de Pablo Pérez.
"En lo personal venía luchando para tener la posibilidad de jugar un partido así y ganarlo, y esto último ocurrió porque mantuvimos el orden, que en definitiva fue nuestra mayor virtud", puntualizó.
El también integrante del seleccionado de Uruguay habla con la madurez de un veterano y cuando se lo interroga respecto de la holgura con que Boca encabeza la Superliga advirtió que "todavía falta mucho para que termine el torneo".
El volante uruguayo Nahitan Nández marcó el triunfo de Boca en cancha de River y fue para este joven de 21 años "un sueño cumplido", luego de conocer en su país lo que es también jugar un 'superclásico' como el de su anterior equipo, Peñarol, y Nacional.
"Uno siempre sueña con hacer un gol así, pero cuando se lo lleva a la realidad es otra cosa", confió el volante por derecha, que anotó el segundo tanto para la victoria por 2-1 de los 'Xeneizes' tomando el balón de aire tras un centro de Pablo Pérez.
"En lo personal venía luchando para tener la posibilidad de jugar un partido así y ganarlo, y esto último ocurrió porque mantuvimos el orden, que en definitiva fue nuestra mayor virtud", puntualizó.
El también integrante del seleccionado de Uruguay habla con la madurez de un veterano y cuando se lo interroga respecto de la holgura con que Boca encabeza la Superliga advirtió que "todavía falta mucho para que termine el torneo".
Y a su lado se hizo eco de estas expresiones otro jugador que llegó en esta temporada al club de la Ribera, el zaguero Paolo Goltz, quien también alertó que "todavía es muy temprano para hablar de algún logro, porque falta demasiado, ya que recién van ocho fechas".
"Lo que hay que rescatar es la personalidad del equipo, algo que el técnico valoró cuando terminó el partido", destacó.
"Y en cuanto a la expulsión de (Edwin) Cardona, fue injusta y apresurada, porque no era para roja directa pese a que intentó sacarse de encima a Enzo Pérez", sentenció el ex Huracán y América, de México. Crónica
Nahitan Nández tuvo una actuación consagratoria. De esas que marcan la carrera de un futbolista y que el hincha guarda en su memoria.
"Uno sueña siempre ganar este tipo de partidos y hacer un gol así, pero cuando se lo lleva a la realidad es otra cosa. Me tocó hacer el segundo gol y ganar de visitante, así que estoy feliz y voy a disfrutarlo", resumió el uruguayo en la zona mixta, minutos después de consumada la victoria.
El volante realizó una tarea destacada en el césped del Monumental, que coronó con el tanto que definió el partido. Ese 2 a 1 en el momento exacto, que desterró de raíz cualquier intención de River de dar vuelta una historia que venía complicada.
La presencia que tiene el volante charrúa en el campo no tiene relación con la edad que exhibe en su DNI. Si no fuera porque su certificado de nacimiento asevera que el próximo 28 de diciembre cumplirá recién 22 años, se podría asegurar que Nández tiene más años de los que dice.
Un gol en un clásico marca para siempre a cualquier protagonista. Y si ese tanto sirve para consumar la victoria, si es en un momento clave del partido, en el cual el rival empató y se puso arriba emocionalmente, y el hecho se da en suelo visitante y sin hinchas propios, todo se potencia.
Pero no sólo el gol erigió como figura a Nández. El uruguayo fue una rueda de auxilio constante por el carril derecho. Firme en la marca, preciso en los pases, criterioso a la hora de sumarse al ataque y coordinado para hacer los relevos. De hecho, su aparición en soledad en el área para recibir ese centro/pase de Pablo Pérez y definir de primera resume lo expuesto. Nadie de River tuvo en cuenta la posibilidad de que el uruguayo quedara cara a cara con Lux. "Decidí en el momento pegarle de primera, con la intención de que fuera al arco, pero sin elegir un lugar en particular", explicó el Nº 15.
Cuando llegó al club de la Ribera se decía que el ex Peñarol estaba tallado para ser ídolo de Boca. En su auspicioso debut en la Bombonera infló la red por primera vez, para sellar el 4 a 1 a Godoy Cruz. Ayer repitió, para convertir en postal a un Monumental que vivió cuatro minutos de efervescencia desde el empate de Ponzio, pero que quedó nocaut con ese 1-2.
¿Qué vio Boca en Nández para decidir su compra, hace apenas tres meses? Sus destacadas actuaciones en su corta carrera. Por eso pagó casi 4.000.000 de dólares por el 60 por ciento de su ficha e incorporó al que está considerado como una de las mayores promesas del fútbol uruguayo. Incluso, antes de llegar a Peñarol y calzarse la cinta de capitán ya había sido figura de los seleccionados Sub 15, Sub 17 y Sub 20.
"La idea era que, cuando la tuvieran ellos, Pipa (por Darío Benedetto) se fuera arriba de uno y nosotros tomáramos a los volantes", precisó uno de los hombres de Boca que jugará el Mundial de Rusia 2018.
El uruguayo reconoció que el conjunto Xeneize no la pasó bien en ese puñado de minutos entre el 1 a 1 y su gol. "El peor momento fue cuando Ponzio sacó ese golazo. Nos metimos un poco atrás, y dejamos de presionar como lo estábamos haciendo hasta ahí, pero por suerte lo pudimos corregir rápido", puntualizó.
No es la primera vez que Nández se destaca en un clásico. Hace casi dos años, el 8 de noviembre de 2015, fue la figura de un Nacional-Peñarol que terminó 1 a 1 en el Centenario.
"En lo personal venía luchando para tener la posibilidad de jugar un partido así y ganarlo, y esto último ocurrió porque mantuvimos el orden, que en definitiva fue nuestra mayor virtud", expresó el dinámico mediocampista.
De Pablo Pérez a Cardona
Además de Nández, Boca contó con otras dos figuras destacadas en la victoria frente a River.
Una de ellas fue Pablo Pérez, que se encargó de manejar los tiempos en la mitad de la cancha. El Nº 8 hizo un partido inteligente, en el que supo cuándo hacer la pausa y cuándo sorprender con un pase filtrado o abrir el juego con un cambio de frente al espacio vacío. Lo del ex Newell's fue completo, y lo decoró con esa asistencia justa para el uruguayo, en el 2 a 1.
"Hoy no hicimos un gran partido, pero sí un esfuerzo enorme, con actitud y huevos... Estos clásicos se sacan adelante como lo hicimos hoy", subrayó el rosarino.
El caso de Cardona fue diferente. Porque al colombiano le jugó en contra ese error del árbitro Néstor Pitana, que lo expulsó por un supuesto codazo a Enzo Pérez, que jamás existió.
Hasta entonces, el colombiano había estado muy activo, y se encaminaba a acaparar todas las portadas de los diarios de hoy. Se había lucido con un par de pisadas de esas que le gustan a él y que sirven para poner nerviosos a los defensores rivales. Había realizado un interesante cambio de ritmo sobre el carril izquierdo para iniciar una jugada ofensiva que finalmente no prosperó. Fue el receptor de un patadón al pecho que le costó la expulsión a Nacho Fernández y de esa falta llegó el tiro libre que colgó del ángulo izquierdo de Lux, apenas instantes después de besar la pelota a lo Riquelme, acomodarla y acariciarla con su botín derecho.
"Vengo a aportar mi granito de arena", había dicho Nández a comienzos de agosto, cuando firmó su contrato con Boca. Tres meses después, justificó cada dólar que el club de la Ribera invirtió en él, con una actuación destacada ante River, de esas que quedan para siempre en la memoria. Por Pablo Lisotto para La Nación
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