Análisis: La vuelta de Carlos Tevez
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Volvió Tevez. No aquel que jugó el año pasado en China, sino el de siempre, ese que con la camiseta de Boca juega con el alma y la cabeza. Fue una noche muy buena la de Tevez. Se lo notó rápido, participativo, enchufado, lúcido. Fue de menos a más el Apache y terminó el juego con una linda asistencia a Nández para el segundo gol. Aún le falta la potencia de tiempos atrás, pero la presentación de este sábado invita a la ilusión.
Bajó 6 kilos Tevez. Preparó mucho este regreso porque sabe que lo estarán mirando con más atención. Una y otra vez dijo que “no quería venir a robar”. Tenía tantas ganas de volver a la Bombonera que Carlitos se ahogó en los primeros piques. Erró un gol de esos que no suele errar porque se apuró. Iban 19 minutos de la primera parte cuando Jara lo dejó de cara al gol con un centro atrás. La jugada fue similar a la que hacen mil veces Jordi Alba y Messi, aunque del lado opuesto. La definición de Tevez se fue por encima del travesaño. Y rápido el atacante encontró la falla: “Pateá para abajo”, gritó al viento.
Tevez corrió a la velocidad que pretende Guillermo para su equipo. Esa es una gran noticia para el entrenador platense. Le cometieron muchas infracciones y provocó la roja de Toledo. No puso mala cara cuando quedó como única referencia.
El buen rendimiento de Tevez lo acercó a la gente. Se sabe: algunos se molestaron por su repentina partida a China. También se conoce: si juega bien, el amor volverá de manera natural. “Que de la mano/de Carlos Tevez/todos la vuelta vamos a dar”, le regaló la Bombonera como primera muestra de reconciliación.
Un par de escalones por encima de Tevez estuvo el uruguayo Nahitan Nández. El uruguayo jugó un partidazo, tal vez el mejor desde que llegó a Argentina. “Es lindo el reconocimiento de los hinchas; siempre soñé con esto”, soltó el mediocampista haciendo referencia al “uruguayo, uruguayo” con el que lo reconocieron los hinchas cuando abandonó el campo de juego con una pequeña molestia en la espalda. “Fue un partido muy difícil. Colón nos inquietó, especialmente en la primera parte. El segundo gol nos dio tranquilidad y pudimos manejar mejor la pelota”, señaló Nández. Y amplió: “Tengo que disfrutar este momento. En lo personal siempre es lindo anotar. Creo que fue una de mis mejores actuaciones”.
Agustín Rossi despejó las dudas que se habían generado después de los partidos de pretemporada. Anoche, mantuvo el arco en cero y respondió bien cada vez que lo inquietaron. “Era importante empezar ganando y también terminar con el arco invicto. Somos el equipo que menos goles en contra tiene y debemos seguir en ese camino”, aseguró Rossi. Y cerró: “Es un torneo largo, pero el juego del domingo con San Lorenzo será importante”. Clarín
Como si hubiese pretendido poner en pausa el infatigable transcurrir del tiempo, Carlos Tevez había lanzado una frase corta y simple el día de su regreso a Boca: "Nunca me fui". Como un guiño del destino para escenificar la fantasía de un calendario que no dejaba volar sus hojas, volvió a ponerse la casaca Xeneize ante Colón en la Bombonera, el mismo rival y el mismo escenario de aquella vez, 405 días atrás, en la que se lo había visto por última vez vestido de azul y oro. Y como si el tiempo efectivamente no hubiese pasado, la gente gritó por su ídolo desde antes de que asome por el túnel con la cinta de capitán.
El 18 de diciembre de 2016, cuando fue reemplazado por Nazareno Solís a los 43 minutos del segundo tiempo, Tevez se despedía en silencio. Aunque podían intuirlo, los hinchas no sabían que ese era el adiós, que llegaría tardío con un video casero. Si para el reencuentro podía esperarse algún resquemor, la especulación quedó dinamitada poco antes de media hora para el inicio del partido: en el anuncio de la formación fue el más aplaudido. "La gente me trata igual que antes; siento ese amor y ese cariño", había dicho en su presentación. Y el estadio colmado ratificó sus palabras.
Sin el 10 en la espalda, sino con el 32 con el que hizo más de 100 goles en sus años en el fútbol inglés, en West Ham, Manchester United y Manchester City, se paró de arranque detrás de Walter Bou en el claro esquema 4-2-3-1 que dispusieron los Barros Schelotto. Por momento más cerca del ex Gimnasia y en ocasiones más asociado a Edwin Cardona, siempre estuvo más vinculado con ellos y con Cristian Pavón que con Nahitan Nández y Wilmar Barrios, el dinámico doble pivote central del mediocampo.
Con varios impetuosos arranques del eje ligeramente hacia la izquierda, tuvo una clara chance de gol a los 19 minutos, después de una vistosa jugada con dos tacos, pero su remate se fue alto. Las manos en la cintura al promediar primer tiempo daban cuanta de un ahogo, pero pronto encontró aire para ofrecerse como alternativa de pase.
Cuando a los 10 minutos del complemento los Mellizos hicieron ingresar a Julio Buffarini por Bou, Tevez quedó como centrodelantero, posición que ya había ocupado en algunas jugadas con el entrerriano en cancha. Pero no se quedó fijo ahí, entraba y salía, retrasándose, como en el pase a Nández para el segundo gol de la noche.
Por su nombre, por su ascendencia y por su jerarquía, Tevez fue en su regreso un foco ineludible. Para sus compañeros en cada ataque y para los rivales como una alarma siempre encendida. Su atrayente presencia duró todo el partido al completar los 90 minutos de juego.
El año de Tevez en China fue de una gigantesca ganancia económica pero sabático en lo futbolístico, con menos de 20 partidos y un escaso puñado de goles en el Shanghai Shenhua. Los 405 días en los que el mundialista en 2006 y 2010 dejó de sentir la vibración año otra vez sintió subir desde los botines hasta la cabeza. Necesitaba regresar, y está otra vez donde quería estar. La Nación
Para Carlos Tevez el tiempo no pasó. Los 405 días que transcurrieron entre su último partido oficial con la camiseta de Boca y su regreso parecen haber sido unas pocas horas. Se puso la casaca del Xeneize nuevamente y fue una parte clave del triunfo ante Colón para estirar la cima en la victoria.
"Fue la sensación de estar otra vez vivo. No sólo cuando caminaba por el túnel sino en todo momento. Cuando miraba la camiseta, me la ponía… Disfruto del momento. No se me ve sufriendo. Lo tomo así y estoy disfrutando muchísimo. Estoy contento", reconoció el Apache en conferencia de prensa teniendo en cuenta que se había marchado a fines del 2016 por no soportar la presión del mundo Boca.
El futbolista de 33 años reconoció que lloró en Mar del Plata tras su regreso ante Aldosivi y que vivió sensaciones más fuertes contra Colón: "Fue más emocionante que en Mar del Plata. Mi familia había sufrido muchísimo. Son las reglas del juego. Estoy de vuelta acá. Le estoy poniendo el pecho y tratando de salir adelante. Tratando de buscar mi mejor versión para poder darle una alegría a la gente".
El capitán del Xeneize dio detalles sobre qué siente que le falta mejorar. "Me falta un poco de roce con el tema del cuerpo. Poder arrancar con la marca encima. Eso me lo va a dar los partidos y a medida que vaya agarrando confianza", explicó.
Tevez no mostró preferencias por ninguna posición específica –"Me siento cómodo de nueve y como enganche", expresó–, al mismo tiempo que hizo referencia a la imponente ovación que recibió: "Fue emocionante. Es una de las sensaciones más lindas volver a sentir eso de estar vivo y que la gente te demuestre tanto. Uno poder hacer feliz con tan poco. Me hace muy feliz y me pone muy contento".
En conferencia de prensa, Guillermo Barros Schelotto hizo una breve referencia al retorno del Apache y señaló: "Ojalá este rendimiento sea el piso porque lo vi bien y enchufado. Va a ser el piso porque se está acomodando al fútbol argentino. Le va a costar, pero hizo un buen partido. Todos confiamos y creemos que va a ir mejorando de a poco".
La próxima jornada será fundamental para dirimir la puja por la corona, más allá de que todavía restan por disputarse 14 jornadas: Boca visitará a San Lorenzo –su escolta a seis puntos– en el Nuevo Gasómetro el domingo desde las 19:15. Infobae
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