Boca ganó y se acomodo en el grupo
Con gol de Pavón. Boca jugó un buen primer tiempo y un segundo que pudo haber sido mejor |
Boca ganó un partido típico de Copa Libertadores. Luchado. Trabajo. Pensado. En tiempos donde se lo cuestiona sobre si juega bien o mal, lindo o feo, el equipo que conduce Guillermo Barros Schelotto se enfoca en intentar sumar de a tres cada vez que juega. A veces lo logra y otras no, pero la búsqueda es durante los 90 minutos.
Frente al ordenado Junior contó con la lucidez de Pablo Pérez, que tejió los hilos en el mediocampo, y el extraordinario presente de Cristian Pavón, quien parece empeñado en romper todas las marcas posibles en cuanto a partidos consecutivos disputados como titular se trata. Lleva 62 y va por más.
No es casual que ambos hayan sido los protagonistas en la jugada del gol que abrió un partido cerrado. Pérez clarificó hacia su izquierda, Emmanuel Mas, de muy buena tarea, abrió para Pavón y el N 7 se hamacó hacia su derecha para, desde el ángulo del área meter un remate que se metió junto al palo izquierdo de Viera.
Lo de Pavón ya no sorprende. El chico de Anisacate sabe que cada partido que juega es un casillero más que avanza rumbo al premio mayor, que sería jugar el Mundial de Rusia. A fuerza de una velocidad todo terreno y gol, su nombre se escribe cada vez con más fuerza en la lista de Jorge Sampaoli.
El de anoche era un examen fundamental para Boca. La edición 2018 de la Copa Libertadores es una de las más difíciles de los últimos años, con 15 de los 24 campeones de América en competencia, y la que no hay margen para el error. Y si bien la igualdad sin goles en Perú, frente a Alianza Lima, no había sido un mal resultado, era fundamental para las ambiciones Xeneizes quedarse con los tres puntos en la Bombonera. Sobre todo porque el equipo acumulaba casi dos años y cinco partidos de Libertadores sin poder triunfar (dos 1-1 frente a Nacional, por los cuartos de final de 2016, las dos derrotas ante Independiente del Valle y el 0-0 de este año en Perú.
Además, el próximo miércoles Boca deberá visitar San Pablo para enfrentar al Palmeiras, que después de golear en el debut a Junior por 3 a 0, en Barranquilla, anteanoche derrotó 2 a 0 al conjunto peruano y se afianzó como el líder del Grupo H. Dos partidos jugados, dos ganados, cinco goles a favor y ninguno en contra. No sólo eso: una semana después, el miércoles 18, el conjunto azul y oro recibirá a Palmeiras, en lo que promete ser un partido clave para el desenlace del grupo. La victoria frente a Junior permite viajar a Brasil con más tranquilidad.
La gente también jugó. Pasó de la efervescencia inicial (incluido el canto del feliz cumpleaños a la institución) al nerviosismo, con el "esta noche, cueste lo que cueste"). La figura de Teófilo Gutiérrez fue el blanco elegido por los hinchas locales para descargar toda su furia. El delantero colombiano se destaca tanto por su buen nivel de juego como por su afición a la provocación. Lejos de esconderse, Teo es de esos futbolistas que se agrandan cuando lo hostigan. Los silbidos son su combustible. El abucheo fue total desde temprano. Primero cuando la Voz del Estadio lo nombró en la formación visitante, luego durante la entrada en calor, y finalmente cuando fue reemplazado por Jonatan Álvez.
Apenas un puñado de semanas separan a la institución de la Ribera de una nueva vuelta olímpica. De su estrella número 67. De un bicampeonato, que no lograba desde aquel combo Apertura 2005/Clausura 2006, con Alfio Basile como DT. Monopoliza la Superliga. Es líder del torneo argentino desde hace casi 500 días (480). Y en ese rubro ya superó un récord establecido por Carlos Bianchi (39 fechas consecutivas en la cima).
Sin embargo, todo Boca late más fuerte cuando lo que está en juego es la Copa Libertadores. Los futbolistas, el entrenador de turno, la dirigencia y los hinchas sienten un cosquilleo inigualable cada vez que la Bombonera se ilumina para una cita continental. El sueño de levantar la séptima se convirtió en obsesión. Incluso, algunos creen que es una obligación. Que es vuelta olímpica o frustración. Gloria o Devoto. Plata o nada.
En medio de esa histeria, Boca dio un paso importante rumbo a los octavos de final. Y aunque se le siga discutiendo su nivel de juego, y aunque el penal malogrado por Wanchope Ábila se hubiera sufrido más de lo que se lo lamentó si Junior, en esos desprolijos embates finales lo hubiera empatado, los resultados suelen acallar críticas. La Nación
Formaciones:
Boca Juniors: Agustín Rossi; Leonardo Jara, Paolo Goltz, Lisandro Magallán y Emmanuel Mas; Pablo Pérez, Wilmar Barrios y Emanuel Reynoso; Cristian Espinoza, Ramón Abila y Cristian Pavón. DT: Guillermo Barros Schelotto.
Junior: Sebastián Viera; David Murillo, Rafael Pérez, Jonathan Avila y Jorge Arias; Leonardo Pico y Víctor Cantillo; Yimmi Chará, Teófilo Gutiérrez y Sebastián Hernández; Luis Ruiz. DT: Alexis Mendoza.
Gol en el primer tiempo: 27m. Pavón (B).
Cambios en el segundo tiempo: 14m. Luis Díaz por Hernández (J), 16m. Julio Buffarini por Espinoza (B), 26m. Jonathan Alvez por Gutiérrez (J), 29m. Yonhy González por Chará (J), 31m. Walter Bou por Ábila (B) y 32m. Edwin Cardona por Reynoso (B).
Incidencia: 21m. del segundo tiempo Ábila (B) desvió un tiro penal.
Amonestados: Mas y Goltz (B). Murillo y Ruiz (J).
Cancha: Estadio Alberto J. Armando.
Árbitro: Ulises Mereles.
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