Alfaro practicó con línea de 3 y Tevez en el equipo
Boca se concentra para la revancha |
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Un Boca súper ofensivo en el primer ensayo para la revancha con River. El DT cambió el dibujo táctico y probó con una línea de tres defensores. ¿Arriba? Salvio, Zárate y Tevez.
Cinco días a full. Tres dobles turnos al palo. Trabajos tácticos por acá y por allá. Así arrancó esta semana especial que pensó Gustavo Alfaro para aprovechar el parate por fecha FIFA y sacarle todo el jugo posible a ese tiempo muerto. Este miércoles, de hecho, hasta utilizó las tres canchas del complejo Pedro Pompilio. Y dividió el plantel en varios grupos. Sin embargo, hubo un trabajo en el que ya empezó a desarrollar su idea para la revancha. Y en el que paró un primer equipo pensando en el 22. ¿Cuál?
Como adelantó Olé, el DT tiene la idea de probar con línea de tres. Y ya comenzó a ensayar en ese sentido. En el primer turno del miércoles puso a Licha, Izquierdoz y al pibe Nicolás Valentini (juega en Reserva), quien reemplazó a Junior Alonso, citado a la selección paraguaya. Después, en el medio estuvieron Buffa por derecha, Marcone y Alexis Mac Allister por el centro y Más a la izquierda.
¿Y arriba? El técnico probó con Tevez más retrasado, casi como si fuera un enganche, con Salvio de punta acompañando a Soldano, que era una de las ideas que tenía el DT. Aunque luego también jugó Zárate en el ataque. La respuesta física del Toto determinará si juega ahí, donde ya demostró que lastima, o si hace el trabajo de Buffarini en la banda. Eso todavía no está definido.
Así, una primera idea de equipo del técnico para la revancha tuvo a: Andrada: López, Izquierdoz, Valentini (Alonso); Buffarini, Marcone, Mac Allister, Mas; Tevez; Salvio y Soldano/Zárate.
Lechuga, además, hizo especial énfasis en abrir la cancha y en tirar centros al área para que pudieran ser capitalizados por los delanteros. Sobre todo a la cabeza de Soldano, quien con Wanchope lesionado y Hurtado en la selección venezolana es por ahora la mayor referencia en ese puesto del equipo.
Cómo es la venta de entradas para la revancha
El ejercicio táctico, entonces, consistió en movimientos abriendo la pelota y buscando ajustar la definición. Boca, para revertir el 0-2 en el Monumental, necesitará mucho de eso: hacer ancha la cancha y generar opciones para lastimar a River por los costados. Aunque también deberá trabajar mucho en la elaboración, otro de los puntos flacos del equipo en estos últimos partidos.
El pedido de Tevez, la crítica hacia el modo de atacar, tuvo que ver con esto que Alfaro empezó a practicar esta semana. "No hay que llegar al gol tambaleando", dijo Carlitos, en su frase más simbólica de las críticas hacia el entrenador. Y está claro que el técnico, además de probar al menos dos esquemas tácticos para el 22, también apuntara a mecanizar movimientos ofensivos. La revancha de la semi ya se juega...Ole-TYC
La concentración como remedio para escapar del clima enrarecido antes del superclásico
Todo apunta a una fecha, todo se reduce a un partido, todo se condensa en un rival. El martes 22 de octubre la Bombonera será el escenario del juego más trascendente de Boca, desde la final de la Copa Libertadores de diciembre pasado, en Madrid. Otra instancia, el mismo rival. El encuentro desquite de las semifinales del máximo torneo continental de clubes no se presenta una revancha, aunque sí como una vara elevada que expone realidades.
Revertir un 0-2 ante River es un desafío que pondrá a prueba varias aristas: resultará determinante para el futuro institucional, en un año de elecciones; el proyecto futbolístico también puede saltar por el aire y la continuidad de muchos jugadores para 2020 dependerá de lo que suceda en esa noche en La Boca. Un partido que descubre demasiados frentes que atender, un cotejo que se lleva por delante las estadísticas del equipo que marcha puntero e invicto en la Superliga, un juego que precisa de un tránsito en armonía. Aunque Boca se empecina, desde adentro y con hechos externos pero que influyen en el grupo, con enrarecer el clima.
Cuando el manual del director técnico Gustavo Alfaro tenía que ser una guía segura, Boca se salió del eje: lo asaltaron las debilidades futbolísticas, esas que quedaron en evidencia en la derrota en el Monumental y que tuvieron una continuidad, a pesar del éxito por 1-0 sobre Defensa y Justicia en el torneo doméstico. El poder de fuego tampoco es el de antes -seis goles en ocho partidos- y los Xeneizes deben recuperarlo de manera forzosa para encarrilar la serie con River.
Pero ahí explota un nuevo contratiempo: las lesiones y, en particular, la de Wanchope Ábila, la referencia de área, que sufre un cuarto impasse en el año. Desde el club no enseñaron un parte médico, aunque se trataría de una nueva molestia en el sóleo izquierdo -los más pesimistas aseveran que es un desgarro-, producto del esfuerzo. La nueva lesión se produjo el sábado, durante los trabajos de pelota parada, en el complejo Pedro Pompilio.
La figura de Ábila sumó un capítulo ajeno al presente futbolístico, aunque el hecho enmudeció y preocupó a todos: el artillero denunció que la familia fue amenazada a través de un llamado telefónico, en el que le dieron detalles del lugar donde viven su hijo, su esposa y sus padres. La denuncia fue realizada el sábado a la tarde, aunque la comunicación se realizó el día anterior. En ese llamado, le dijeron que secuestrarían al padre del goleador. Desde entonces, la Justicia determinó que la familia tenga custodia, ya sea en Córdoba como en el Gran Buenos Aires, donde vive el atacante.
La conmoción que generó la amenaza que recibió Ábila dejó en un segundo plano los cuestionamientos públicos que ensayaron Carlos Tevez y Mauro Zárate, sobre el juego de Boca. "Es importante ganar, pero es importante que empecemos a jugar bien al fútbol, a hacerle un poco más de daño a los rivales. Hay que encontrar la mejor forma de cada uno así se refleja en el equipo y no tanto en la pelota parada o llegar tambaleando al gol", fue la sugerencia del Apache, que en Florencio Varela fue suplente y reemplazó, en el segundo tiempo, a Zárate. En el mismo sentido se expresó el atacante que surgió en Vélez: "Nos faltó jugar, nos costó jugar. Tenemos que encontrar un mejor funcionamiento cuando tenemos la pelota". Muy lejos de deslegitimar las órdenes de Alfaro, la realidad expuso que Boca, ante River como el domingo frente a Defensa y Justicia, en contadas oportunidades descubrió el camino para poner en aprietos a los arqueros rivales.
Sin actividad por la ventana FIFA, Boca ensayará una concentración hasta el sábado en el hotel Madero; como es habitual, los entrenamientos se desarrollarán en el complejo Pompilio. En 13 días, los Xeneizes expondrán el trabajo de un año, aunque el entrenador Alfaro, en conferencia de prensa, desestime que la evaluación de su tarea se reduzca a los dos encuentros con River, por la Copa Libertadores. Aislarse del ruido externo y evitar movimientos que desestabilicen deberán ir en sintonía con encontrar la unión del grupo y las herramientas futbolísticas para dar vuelta la serie. La Nación
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