Gracias por ser Maradona
Por Marcelo Merkato |
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Y bueno guachos. Terminó lo que nunca pensamos que iba a suceder. Disculpen si el texto es largo, pero quiero soltarlo de una sola vez y lo quiero compartir con ustedes porque sentimos lo mismo. Muchas veces en la vida nos toca transitar momentos que requieren tomar decisiones. Correctas o incorrectas, las tomamos y nos hacemos cargo. Sólo nosotros tenemos la capacidad de cuestionarnos. Escuchamos a los demás, tratamos de entender, e incluso no entendemos. Pero a fin de cuentas somos nosotros los que tomamos las decisiones finales.
Maradona fue eso. En un mundo que lo hostigó y le recriminó su forma de vida, él siempre fue fiel a sí mismo. Siempre blanco y negro, como decía. Jamás mendigó cariño. Él nos representaba en todo sentido. Desde el sacrificio para salir de los momentos difíciles como para disfrutar de las pequeñas y simples cosas. Siempre con la cabeza en alto y apuntando a ser mejores día a día a pesar de pisar sobre piedras filosas.
Vemos mucho Maradona en nosotros porque así lo sentíamos. Nos duele tanto porque se nos desgarró parte del alma. Esa parte que motoriza la pasión y que nos hace sentir vivos. Maradona es el fiel reflejo de la pelea contra los poderosos, los que nos quieren cagar, los que nos quieren pisar por un momento de debilidad. Pero siempre estamos ahí, luchando como el Diego.
Cualquier persona sentipensante que entienda de los matices que existen en el fútbol va a llegar a una sola conclusión: El Diego fue el exponente más fiel y noble que tuvimos.
Elijo creer que Maradona se fue contento por todo lo que logró y seguramente enojado por las malas decisiones que tomó en su vida. Pero con la satisfacción y convicción que todo lo que hizo fue para hacerse y hacernos felices.
No olvidemos nunca que hay mucho Maradona en el pueblo, pero mucho pueblo en Maradona. Y que de ahora en más se convertirá en la leyenda más linda que nos toque contar a nuestros hijos y nietos. Maradona nos hizo volver a ser felices. Maradona nos hizo creer que no hace falta ser rico para ser feliz. Maradona nos hizo sentir que sólo con una pelotita de fútbol podemos ser las personas más felices del mundo.
Ya nos vamos a volver a ver Diego querido. Mientras tanto, gracias por ser Maradona.
Por Marcelo Merkato
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