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Qué la cuenten como quieran

Por Leandro Valdés @leandrovaldes12

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Fotografía tomada en el mes de diciembre de 2011. Lado A de la misma: El Gobierno de la Ciudad clausura preventivamente el Estadio de San Lorenzo de Almagro días antes de las elecciones en Boca. Ello implicó que Boca dependa de sí mismo para ser campeón. En realidad, que los socios de Boca voten sin la efervescencia de ser los campeones invictos y récord del fútbol argentino. El lado de B de la foto venía desde Núñez: Justamente, un tal Núñez marcaba el único tanto con el que Boca Unidos vencía a river Plate, poniendo en jaque el futuro ascenso del rival de siempre (solucionado por penales fantasmas, goles en offside y los bajones de sus rivales).

Aquella foto de diciembre de 2011 (que a nivel club conllevaba además un superávit récord) era bellísima, la actual lejos está de serlo.

¿Qué pasó en el medio? Sinceramente, de todo. Lo más gravoso es la pérdida de identidad. Pero no fue lo único.

Boca dejó de ser el Boca de siempre en varios aspectos. Desde las inferiores catalanas, hasta camisetas rosas/violetas/verde flúo, pasando por el desprecio a dos de los más grandes (o directamente LOS dos) ídolos de la historia, incluyendo la concesión del Museo, o la pretendida (por ahora trunca) jubilación de la Bombonera; apertura de escuelitas de fútbol en Nueva York; la creación de palcos VIP y ni hablar de la innegable intromisión de la política partidaria en el club, entre varios puntos más. 

Ese abrupto, innecesario y cruel cambio de rumbo repercutió en todos los aspectos: desde los institucionales hasta los deportivos. Que haya dirigentes que no sean hinchas de Boca y que encima estén más pendientes de la interna PRO que de los tres recientes encuentros con river; y/o que los jugadores de river caguen a patadas a los jugadores de Boca también se dan en este contexto.

Pasamos varios bochornos como, por ejemplo, los sillazos en una asamblea. Asamblea en la cual se aprobaron las obras de Ezeiza (para borrar el megaproyecto “La Masía del tercer mundo”, llevada a cabo en la dolarizada Candela, administra por Coqui Raffo); la constitución (ojalá la IGJ nunca le otorgue personería jurídica) de un innecesario ente –Boca cuenta con un departamento social- con patrimonio aparte, que puede ser “multiuso” el día de mañana y a la vez que servía para que Angelici, Aguas, Moscariello y Pagani sigan ligados al nombre de Boca Juniors hasta 2018) de la Fundación Boca Social; la concesión a Torneos y Competencias (TV), Santa Mónica SA (maneja amistosos AFA) y el anterior concesionario (a quien quería sacar, encontrándose Copas tiradas en el piso) del Museo. Las sillas fueron un bochorno indefendible (la siguiente asamblea se pudo ver tras las rejas!!), pero el verdadero problema era lo que se aprobaba. El asambleísta pudo, luego de quitarse las sillas de encima, reflexionar sobre lo que estaba votando, pero no lo hizo y dobló la apuesta. Hoy hay millones de pesos estancados en Ezeiza (sobre terrenos que no podían ser concesionados), que derivaron en juicios cruzados entre varios cuando Boca ya contaba con un predio y proyecto armado (que incluía sectores especiales para socios); sumado a que el Museo de Boca (uno de los más visitados del país) cerró la noche de los Museos. Los contratos con BBVA Banco Francés y Citroën lucen como el mal menor, pero ciertamente han hipotecado gravemente los ingresos y el poder de negociación de la próxima CD, dado que deberán convivir con ellos. Y verán escasísimos pesos del Museo, lo grueso ya fue cobrado.

Recuerdo la primera temporada de la gestión: los jugadores varados, viviendo en un hotel, jugando amistosos en Colombia y Venezuela, casi sin público y sin TV. Las palabras de Schiavi fueron elocuentes. Boca era el reciente subcampeón de la Copa Libertadores (indefendible fue la venta de entradas y ni hablar como Boca admitió que se juegue la final en el Pacaembú) y esos fueron los mejores amistosos que consiguieron.

A nivel deportivo, esa foto de 2011 mostraba un equipo armado, propio y altamente competitivo. Al propio Schiavi le renovaron el contrato pues Riquelme se había ido y la sangría no podía incluir también al inolvidable Flaco. Cvitanich, Roncaglia, Mouche y Sosa también se fueron. Las lesiones de Acosta, las muecas de Silva, la grandeza de Cellay, las palabras de Albín los reemplazaron. Por el affaire Roncaglia, caratularon de “persona de no grata” a Curti, su representante. Pero con él debieron negociar para traer al arquero Ustari.

Otros bochornos podrían ser el tema pitos con river: En el 2014 nos hicieron goles con dos pelotas, en offside, les regalaron penales, nos anularon goles válidos, no expulsaban a sus jugadores, y eso se repitió hasta en la reciente ida de la Copa Libertadores con Delfino. Vigliano, por caso, es quien no cobró penal de Maxi Rodríguez (Copa Libertadores 2013), hizo patear fuera de tiempo adicionado un tiro libre (gol de Central en la Copa Sudamericana 2014, partido cuyo inicio se demoró por piedrazo a Orión) y fue quien inventó un penal de Gago (encima lo expulsó) por el torneo local y no expulsó a Mercado. Delfino anula el gol de Gigliotti y no expulsa a Ponzio en el primer tiempo (sudamericana 2014) y luego no expulsa a Sánchez, Funes Mori y Vangioni (Libertadores 2015). Pero el único referí criticado fue Merlos (por un Lanús Arsenal, cuando Lanús peleaba con River).

Podría agregar que mientras al socio le revisan el baúl para ingresar a SU estadio, un payaso de river puede libremente colocar decenas de camisetas de su equipo en la platea de Boca o, en el partido suspendido de la Copa, D’Onofrio puede entrar corriendo al campo de juego a apalabrar al referí y discutir con Arruabarrena. Tildar de bochorno a ese partido, es, indubitablemente, adjetivarlo con una palabra muy menor dado lo que pasó.

Menciono otros: Publicar el contrato de Bianchi y despedirlo en conferencia de prensa; las inundaciones en la Bombonera; las formas de vender entradas con river (los últimos cuatro partidos tuvieron cuatro –siempre sorpresivos, de último momento- cambios de reglas, todas anti estatutarias); las lluvias de amparos, demandas y contrademandas; la pelea Ledesma-Orión; la interna de la barra; Moscariello admitiendo no conocer la cancha de Vélez (allí fue Boca local contra Rafaela, durante su mandato); cobrarle al hincha entradas a dólar paralelo (para enfrentar a Nacional de Montevideo); el pasacalles a Gigliotti; prohibirle el ingreso a la cancha a Giunta y Márcico; que haya más gente en Boca Chicago que Boca river (3 partidos de 5 como restricción); la ausencia de licitación pública en las obras de Ezeiza (que encima fueron licitadas antes de ser las propias obras aprobadas en asamblea!!!); agresión a periodista; la censura a Garganta Poderosa; la desaparición del vóley profesional; pedirle plata a los hinchas para hacer las obras de Ezeiza, y todo sostenido también por una prensa que luce demasiado adicta.

Hace unos días, el jugador Daniel Osvaldo dicho (escrito) que “Y la ilusión de mi sobrino también se la robaron cinco gordos de traje en un escritorio. Mafiosos! Aguante Boca, caretas”. En los escritorios se fue una llave con river, pero es presentada como sanción light (fue la más gravosa de la historia reciente de la CONMEBOL). El Sr. Alejandro Burzaco, de Torneos y Competencias y fana de river (su hermano es el jefe de la Policía Metropolitana), es mencionado como parte de una red de corrupción en el entramado FIFA. Ese hombre maneja la TV de la CONMEBOL y estaba en el campo de juego el día de la suspensión. La TV fue parte central de la elección de las fechas de los partidos: se jugó cuando quiso D’Onofrio, generando el fastidio de Arruabarrena. Encima, los abogados de river llegaron a Asunción antes que los de Boca, y eso que no eran parte.

Por eso, miren la foto de diciembre de 2011, su lado A y el lado B. Ahora miren el presente… Como dijo Osvaldo tras marcarle ayer su gol a Huracán de Las Heras: “Que la cuenten como quieran” y, agrego “aguante Boca caretas!”

Por Leandro Valdés* @leandrovaldes12


*Leandro Valdés es abogado, periodista  en SoyBocaRadio y escritor. Hace mas de un año publicó el libro  "Los verdaderos mellizos de la Boca" de editorial Corregidor. Y ya está en las librerías "Mística 2000" que escribió con Leandro Ulloa.