La cruzada Xeneize: A la conquista de América
La Opinión del hincha. Por Jorge Marchena. @Jorgemarchenar |
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¡Desahogo! Si, tal vez es la mejor palabra para definir ese huracán de sentimientos que el hincha vivió el pasado jueves. ¿De qué, si en diciembre se ganaron dos títulos? Es cierto, pero la Copa Libertadores tiene un gusto especial para el paladar bostero, por el que culpo al señor Carlos Bianchi y la generación de oro que lideró por aquel entonces.
Desde el año 2012 donde se llegó a la final frente a Corinthians, que por unoo tantos “por qué” se perdió, de a poco empezó a acumularse una sed de revancha que en la vuelta de Bianchi y la era Arruabarrena fueron materias pendientes, incluso manchada por la vergüenza como en la edición anterior. La sed, no paraba de crecer.
El presente año no empezó bien, nada bien. Con un Boca al que a los jugadores le pesaban hasta los cordones de los botines, al director técnico que recientemente había sido campeón, le soltaron la mano aquellos que “lo apoyaban a muerte” como decían, incluso a quien él mismo apoyo políticamente, pero la comisión directiva se acogió a su fiel tradición y con un beso en la mejilla le dijo adiós. La confianza se perdió y el panorama era cada día más turbio.
Era entonces, el momento de Guillermo:Momento de trabajar, de recoger el polvo, de acabar la joda, organizar la casa (solo en lo deportivo) y trabajar para devolverle la vida a un equipo que parecía desahuciado. La mano de Barros Schelotto pronto empezó a verse, por momentos similar al equipo del 2003, con Battaglia-Cagna-Villareal y arriba Delgado, Guillermo y uno actual, Carlos Tévez. ¿Similitudes? Existen, ¿cositas de Bianchi? Por supuesto, es un ejercicio que con un análisis algo generoso se puede encarrilar.
Las lesiones volvieron a aparecer y el sueño libertador comenzó a volverse pesadilla de un momento a otro, pero para Guillermo y su cuerpo técnico, todo este sin fin de situaciones, se convirtió en una cruzada. Con pocos recursos, superar una instancia complicada y llegar hasta semifinales para tomar aire y seguir por el objetivo, que con la vuelta de los lesionados y algunos refuerzos seránla gran oportunidad que tiene Boca para volver a conquistar América.
Son apenas 4 partidos los que nos separan de este anhelo, ¿fácil? Nunca lo ha sido, si algo tiene esta copa es en mostrar cero por ciento de flexibilidad, incluso cuando el rival pareciera amateur. Se vale luchar, se exige al hincha apoyar como siempre, al plantel trabajar, a los directivos, también trabajar (contenga la risa, algunos pocos si trabajan).
¿Será este año? ¿Volveremos a conquistar América? Y ¿Por qué no, el mundo de nuevo?
¡Qué así sea!
Por Jorge Marchena. / @Jorgemarchenar
Nota: Boca jugará las semifinales de Copa con Independiente del Valle: La ida será en Quito y Vuelta en Buenos Aires, después de la Copa América.
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