De club a bastión político
Por Marcelo Rodríguez para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca) |
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Quiero hacer un poco de historia para saber dónde nacen los errores y para corregirlos, humildemente como ayuda al club.
Los dirigentes de Boca son buenas personas. No dudo de ello. Son muy buenos en lo que hacen en su actividad personal. Pero desde hace tiempo, demasiado ya, que el club se transformó mucho más en un comité, o en una unidad básica o lo que sea, que en un club de fútbol. Y ciertamente, desde el punto de vista político, Boca le ha servido mucho a varios.
Pero cuando la cabeza no anda, cuando la cabeza se desconcentra, se distrae con otras situaciones, el resto del cuerpo no puede andar. Las piernas no responden, los brazos se mueven sin sentido, todo es un caos. Y uno termina maquillando al muerto para que nadie se dé cuenta que está sin vida. Pero tarde o temprano, el olor a podrido se empieza a sentir.
Cuando Mauricio Macri dejó Boca, como un verdadero bastión político que lo terminó llevando a la presidencia de la Nación, en la institución quedaron dirigentes DEPORTIVOS. El propio Macri tuvo una CD de lujo, con diferencias entre ellos y mías con estos, pero sabían de qué se trataba la cosa. Ninguno de esos DIRIGENTES DEPORTIVOS, tenía en su horizonte ir más allá del club. Sino que querían el bronce en Brandsen 805.
La muerte de Pedro determinó que el club pasara a otras manos. Sin aspiraciones políticas externas, pero con una marcada ideología diferente a la de Macri.
Ameal fue el presidente que se mandó muchas macanas, como todos, pero fue además el presidente más solo de la historia. Tanto que tuvo que recurrir a Carlos Bianchi para que lo acompañara en la gesta.
Desde que Ameal tuvo que lidiar más con sus pares que con los otros clubes las evidencias de lo que pretendían unos y otros quedaron muy a la vista. Hubo una guerra silenciosa que la encabezó Angelici, quien era el encargado de recuperar ese bastión político que tanto rédito le dio a la gente del ahora PRO.
No hubo golpe de estado, pero Ameal quedó como De la Rúa… No hubo blindaje posible y en una elección histórica por la cantidad de votantes, se dió algo más trascendente aún: el oficialismo perdió los comicios con el equipo consagrándose campeón ese mismo domingo.
De ahí en más el rumbo se perdió. Si bien Boca volvía a transformarse en un trampolín nacional. Pero mal que me pese, Macri es uno solo. Y Bianchi también.
Angelici comenzó a trabajar como presidente buscando su propia imagen. Comenzaron las cosas grandilocuentes… esto es: vamos a salir campeones de esto, somos lo más grande de lo otro. En ningún momento se escuchó y mucho menos se vio la actitud coherente y correcta que sería: vamos a trabajar para armar un equipo competente, con un proyecto y con estas ideas…
Sigo recordando la “escuela del Barcelona” con Raffo a la cabeza. Cuando Macri, en sus comienzos, le dio toda la confianza a Jorge Griffa, algo terrenal y nacional.
Se recurrió al marketing más que nunca. Comenzaron a levantarse estructuras de cartón que simulaban un gran castillo.
La guerra de Angelici con Riquelme, por más que el presidente tuviera la razón, demostró que de DIRIGENTE DEPORTIVO no le sobraba nada. Fue una cosa inexplicable el cómo la dirigencia no cobijó, no lo llenó de mimos al tipo que te hizo ganar y te podía hacer ganar muchas cosas. Pero no. Por medio de Falcioni decidieron limpiar al más malo de la película: Román. Con el agravante que Riquelme se enteró de todo esto.
Cuando las partes se dieron cuenta que uno supo del otro y viceversa, hubo un resultado deportivo que no fue favorable y abortó la salida de Riquelme: derrota contra All Boys en cancha de Boca, con el 10 en la tribuna. Hoy firmo sin dudas que si ese encuentro el equipo lo ganaba, Román nunca más se iba a calzar la camiseta de Boca.
Como DIRIGENTE POLÍTICO y porque la gente no es pelotuda, se pidió por Bianchi, Angelici limpió de un plumazo a Falcioni (y lo bien que hizo) y fue en búsqueda de Carlos. Pero luego no hicieron más que minarle el camino la Virrey desde su comienzo. Llegaron jugadores no pedidos, y un par de futbolistas del plantel, o tal vez más, fueron diezmando el poder del Virrey con sus declaraciones en off, que fueron socavando la estructura que intentó imponer el DT. Pasaron muchísimas cosas en aquellos tiempos que algún día contaré, en forma de libro. Cosas que pueden ser consideradas como traiciones al club. ¿O acaso ustedes nunca se preguntaron por qué volvió Riquelme, diciendo “no voy a dejar que Carlos sufra solo”? Riquelme también se fue de la selección cuando se enteró de la cama que le iban a hacer al Coco Basile, jugadores de la talla de Messi, por ejemplo.
En la comisión directiva de Boca, nadie podía discutirle nada a Angelici. No por miedo o porque lo tuvieran prohibido. Simplemente porque nunca fueron dirigentes DEPORTIVOS. Muchos de los nuevos integrantes de la CD, medio en broma y medio en serio: tuvieron que poner el GPS en sus autos de alta gama para llegar a la Bombonera. Hasta se puso en tela de juicio si esos dirigentes que acompañaron a Angelici en su primera presidencia, eran realmente hinchas de Boca. Encima, cuando quisieron armar algo medianamente normal, deciden poner a Juan Simón como mánager y éste trae a Alexis Rolín… la cosa evidentemente no funcionaba.
En la segunda presidencia de Angelici, vemos una vez más que aparecen personas dentro de la CD que de DEPORTIVOS, no tienen nada. Seguramente son personas honorables, pero para conducir un club como BOCA, se necesita de otra cosa, de otro fuego. No basta con ser grandes empresarios, abogados o lo que sea. Se necesita algo que no se compra ni se estudia. Hablo de gestión deportiva que nada tiene que ver con balances positivos, solamente. Tiene que ver con entender el contexto y saber actuar en consecuencia.
Es tan pobre DEPORTIVAMENTE la actual CD, que debieron recurrir a Juan Carlos Crespi para que esté con los jugadores. Para, supongo, dé una idea de qué cosas hacer, de cómo tratar a los futbolistas.
Boca no es una empresa. Y si bien no quiero desconocer las buenas intenciones, dirigir a Boca es otra cosa. Es saber cuándo cortar y barajar de nuevo. Es tener un proyecto deportivo serio con gente seria, y no apartarse de esto. Es saber gastar sin importar el importe. Es buscar siempre las primeras opciones y no las cuartas o quintas. Es, si es necesario, traer un jugador de 10 palos y no 10 de un palo.
Vino Arruabarrena, se fue Arruabarrena. Llegó Tevez, en una apuesta que creo, apuntó más a ganar las elecciones que a darle soluciones al equipo. Porque, increíblemente, es el día de hoy que Carlitos aún no volvió de Europa. Es el día de hoy que el recuerdo de Tevez no tiene nada que ver con la actualidad de Tevez.
Y sabemos: Tevez vino a poner el orden que el Vasco no pudo. Se creyó que Carlitos era un CEO, que podía manejar todo como quisiera sin encontrar resistencia, utilizando él y los dirigentes, la imagen positiva del futbolista.
Conclusión muchachos, así no los aburro más: un CLUB DE FÚTBOL ES ESO; UN CLUB QUE DEBE TRABAJAR PARA FORMAR UN EQUIPO QUE ESTÉ A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS. LO POLÍTICO, LA IMAGEN, EL MARKETING, ES OTRA COSA, PARA OTRO ÁMBITO. HAY QUE SABER LEER, INTERPRETAR, GENERAR, DISCUTIR, SENTENCIAR, DAR PORTAZOS Y ABRIR PUERTAS CON EL ÚNICO OBJETIVO QUE ES HACER DE BOCA UN EQUIPO CAMPEÓN. HOY EN BOCA, TRAS LA CAÍDA GROTESCA ANTE LOS ECUATORIANOS, SE DECÍA: HAY QUE GANAR LA COPA ARGENTINA PARA ENTRAR A LA LIBERTADORES DEL AÑO QUE VIENE. ME PREGUNTO: NO ES MEJOR DECIR TENEMOS QUE ARMAR UN EQUIPO CONFIABLE, BUENO, DONDE TODOS SE SIENTAN A GUSTO Y A PARTIR DE ESO, VER QUÉ CAMPEONATOS PODEMOS COSECHAR.
Guillermo… Guillermo querido. No sé si hay hincha alguno que te quiera o te admire más que yo. Que me encanta tu picardía, esa mirada que dice todo sin decir nada. Esa cara de póker cuando algo no te gusta y esas reacciones en caliente. Me gusta, Guille. Pero, siempre hay un pero, deberás ser más elástico. No todo es revolucionario. No siempre hay que apegarse al modernismo porque sabés qué, el fútbol es como la moda. Hoy se usa una ropa tal, mañana otra y pasado se vuelve a la anterior.
Boca por historia (vos lo sabés mejor que yo) tiene que ser primero un equipo sólido en defensa, después salimos como locos a atacar. Y no me parece mal la presión alta, los extremos y lo que intentás implementar. Pero sabés qué, los jugadores para hacer eso los tenía Lanús con Mouche, Acosta y Sand.
Dejé al goleador Sand en último lugar para decirte que Boca no puede no tener un goleador, un centrodelantero que preocupe a los dos centrales rivales. Ante Independiente del Valle se notó la falta de ese tipo que toca dos pelotas en el partido y hace tres goles. Y vos lo tuviste a la mano, Guille. Cinco millones por Benedetto (y esto no va en desmedro de Darío), pero con un millón más te traías a un goleador probado por tener un promedio de gol casi de 0,50 por partido durante tres años consecutivos como Wanchope. No era el jugador que se destacó un semestre, venía de varios años siendo figura.
Evidentemente este Boca necesita de un doble cinco. Necesita dos que raspen en el medio. Necesita de un Tevez que marque la diferencia, porque si no lo hace, es uno más del montón y tal vez necesite estar un tiempo en el banco, hasta que vuelva a demostrar que puede ser ese Apache que una vez deslumbró al fútbol argentino.
Hoy Guille no tenés esos punteros que ayuden al mediocampo. Tenés uno solo, y es figura. Tenés también que poner en cancha jugadores que bajen el ritmo para pensar, que es lo más difícil del fútbol. Y a partir de un concepto sólido y mucho más seguro, poder soñar con campeonatos y copas. Pero si salimos compulsivamente a comprar por docena y querer así salir primeros en todo, no sirve, no alcanza, nunca hace efecto. Y cuando sí podés gritar campeón, es tan endeble tu estructura que no podés refrendarlo.
Sé que nunca vas a leer esto. Menos que te lo cuenten. Pero Guille, a veces es mejor escuchar a los que tiene una mirada crítica que aquellos que te soban el lomo todo el tiempo. Porque al fin y al cabo, humildemente, uno puede ver cosas que jugadores, exjugadores y entrenadores no ven. Porque analizamos las cosas de posiciones distintas, de experiencias y vivencias distintas. Un Boca sin 9, es como un asado sin chimichurri. Vos lo sabés. Vos lo viviste con Palermo (irrepetible) pero no por eso pensar que nunca más Boca tendrá un goleador.
Por ejemplo pondría un equipo ejemplo, con Orión; Peruzzi, Díaz, Insaurralde y Fabra; Messidoro o Tevez, Cubas, Braña (es un ejemplo de un raspador) y Castellani; Pavón y Wanchope. Es simplemente una estructura, no piensen en los nombres, piensen en sus características. O si no lo planteo así: Arquero; defensor, defensor, defensor y defensor; uno que piense, un raspador, otro raspador y otro que piense; puntero y goleador.
Por eso, segundo resumen muchachos: dirigentes con ambiciones deportivas y nada más, técnicos que sepan adaptarse a lo que tiene y adaptarse a lo qué es mejor para el equipo. Porque, Guille, para imponer tu idea tenés que encontrar a los jugadores que se sepan el libreto sin sacrificio.
Por último los futbolistas. Primera medida: el que quiera irse, se va ya mismo. Si vienen a comprar a algún jugador, yo dirigente no hablo con ese club, con ese jugador ni su representante, hasta que no culmine el torneo que esté disputando. Segundo: en Boca no se bajan los brazos aunque se esté perdiendo 6 a 0. Por tal motivo, hay que primero hacer un estudio psicológico serio en cada jugador y ver, con los resultados, qué cosas reforzar en la personalidad del futbolista.
Hoy, podemos decir que según el partido de copa, sólo sirve Pavón. Pero lamentablemente los hinchas y me incluyo, nos quedamos con pequeñas primaveras de los jugadores. Pérez siempre fue lento y se embrolla con facilidad en el medio. Lodeiro es un jugador que en Brasil estaba tirado en un costado del vestuario. Por algo habrá sido. Tevez, así no le sirve a Boca. Insaurralde, sólo jugó bien con Schiavi al lado. El lateral derecho, entre Jara, Molina, Peruzzi… me quedo con el Tano. Jara no se sabe qué es: 4-8-5… Qué es?
El Cata tiene una edad en la cual ya no puede jugar por él y su compañero de zaga. Díaz hará buenos partidos el día que su colega le responda de la misma manera. Mientas que Fabra ya sabemos todos lo que es. O lo tomamos y lo bancamos o buscamos otra cosa. Mientras que Cubas es un gran jugador pero creo que hay partidos en los cuales necesita ayuda. Ante Independiente del Valle, fue él contra cinco volantes rivales, porque Pérez no recuperaba y sí Zuqui, que en los partidos que jugó no debería ser echado a la hoguera.
Y evidentemente, más allá de toda la carga que debe soportar el Comandante Chávez, si se lo sabe llevar, debería tener más protagonismo en el equipo.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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